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La cúpula del sector elíéctrico brasileño celebra hoy su primera reunión de este 2013 en medio de un creciente temor por posibles racionamientos de energía, debido al descenso del nivel de los embalses de las hidroelíéctricas.
A pesar de que el ministro de Minas y Energía, Edison Loboa, descartó que vuelvan los apagones ocurridos en 2001, en este encuentro se analizará, entre otros puntos, la situación de las represas de las plantas hidroelíéctricas.
La falta de lluvias en la mayoría de las regiones de Brasil durante el pasado año provocó un descenso del nivel de las aguas en los embalses, preocupante para la empresa Operador Nacional do Sistema Elíéctrico (ONS), la cual alertó sobre este problema.
Según datos de esa entidad, la región del sudeste y centro-oeste acumula apenas el 28,43 por ciento de su capacidad, índice inferior al 28,52 registrado en diciembre del 2000, poco antes del inicio de racionamientos ocurridos en junio del 2001.
La zona nordeste almacena el 31,61 por ciento, mientras en el norte las hidroelíéctricas trabajan al 41,24 por ciento, lo cual motiva que todas las termoelíéctricas del país estíén en funcionamiento, de acuerdo con el ONS.
El secretario de Energía, Márcio Zimmerman, quien se reunió la víspera con la presidenta del país, Dilma Rousseff, desestimó tambiíén que se registren este 2013 nuevos apagones.
"El sistema elíéctrico está equilibrado (y) no existe ninguna perspectiva de racionamiento, no tiene sentido (hablar de apagones)", resaltó Zimmerman.
Informíé a Rousseff que no hay riesgo de cortes de electricidad y que el sistema energíético opera dentro de los límites establecidos, como fue planificado, destacó.
El funcionario resaltó que la generación de electricidad con plantas termoelíéctricas encarece el costo de la energía, pero esto -dijo- no afectará la reducción de casi del 20 por ciento prometida para febrero próximo en las tarifas elíéctricas.
