CaixaBank ha iniciado la búsqueda de un socio que compre parte de su negocio de tarjetas de críédito y díébito, según adelanta The Wall Street Journal, que apunta a la operación como el último indicador del frenesí vendedor de la banca española para cumplir con las normas de capital.
De momento, la entidad catalana ha contratado a Nomura para que le asesore en el proceso, según las fuentes del diario estadounidense. El banco de inversión japoníés ya ha enviado documentos orientativos preliminares a posibles compradores, y se espera que el proceso de venta comience formalmente en marzo.
CaixaBank es la entidad con más oficinas y clientes en España, y por lo tanto es tambiíén el que tiene más tarjetas. Actualmente, la división Caixacard tiene unas 12,5 millones de tarjetas en circulación, lo que supone una cuota de mercado del 20,9%.
Aunque no hay estimaciones sobre la cantidad de dinero que podría obtener, el WSJ especula con que podría ser varios cientos de millones de euros.
La entidad respondió al diario confirmando que "está estudiando la posibilidad de establecer una alianza internacional para Caixacard, con el objetivo de añadir valor a su negocio e impulsar su crecimiento en los mercados internacionales".
De concretarse, no se trataría de la primera operación de este tipo de la entidad catalana. El año pasado ya firmó un acuerdo de reaseguro de su cartera de seguros de vida con Berkshire Hathaway, vehículo inversor de Warren Buffett, y cientos de oficinas al multimillonario mexicano Carlos Slim, el hombre más rico del mundo.
La banca española, que en la última díécada actuó mucho más como comprador que como vendedor de activos, ha tenido que afrontar en los últimos años sucesivas ventas para compensar las píérdidas derivadas del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.