Publicado el 01/09/2008, por A.F. Madrid
La "crisis del ladrillo" y sus efectos en inmobiliarias, constructoras y banca, y la reordenación del sector energíético, marcarán la agenda empresarial. Se prevíén reestructuraciones y fusiones para capear el temporal.
A pocas semanas de que termine oficialmente el verano, las empresas españolas se disponen a comenzar un nuevo curso plagado de incertidumbre y de malos datos macroeconómicos que presagian tiempos difíciles para sus cuentas de resultados. El brusco frenazo económico en España, y en buena parte de las economías del entorno, la sequía internacional en los mercados de críédito, la caída del consumo privado, el aumento del paro y los elevados precios del crudo y de las materias primas, en general, con su consiguiente repercusión sobre los costes, arrojan un panorama poco alentador para el futuro de las compañías a corto plazo.
Las grandes multinacionales españolas como Telefónica y Banco Santander, que tienen una destacada presencia en mercados exteriores en franco crecimiento, como Latinoamíérica, pueden tener una plataforma de apoyo para amortiguar las dificultades del negocio domíéstico. Asimismo, la diversificación de otras compañías en negocios menos cíclicos o con menos exposición a sectores en plena crisis, tambiíén puede ser un bálsamo para disminuir el impacto del frenazo económico.
Reestructuraciones
En todo caso, es previsible que las dificultades que afectarán a muchas empresas obligarán a muchas de ellas a poner en marcha planes de reestructuración o fusionarse con otras para poder sobrevivir o competir en las mejores condiciones posibles.
Por sectores de actividad, el que más está sufriendo este sombrío panorama y el que más lo padecerá en los próximos meses es el inmobiliario, como lo demuestran las graves píérdidas que están arrojando algunas firmas, la fuerte depreciación de sus activos y, en última instancia, el concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) que han presentado en los últimos meses compañías como Martinsa Fadesa, Lábaro y Cosmani, entre otras.
La crisis del ladrillo tambiíén ha puesto en guardia al poderoso sector constructor español. El desplome en la edificación de vivienda nueva por la fuerte bajada de la demanda y unos precios a la baja harán mella en las cuentas de estas compañías, que tratarán de compensarlo con la creciente diversificación de su negocio, la apuesta internacional y con la promoción de la vivienda de protección oficial (VPO) y la aceleración de obra pública puestas en marcha por el Gobierno español para amortiguar el frenazo de la economía.
Dentro del terreno de la diversificación, uno de los pesos pesados elegidos por las constructoras ha sido el negocio elíéctrico. El grupo Acciona, copropietario de Endesa junto a la empresa italiana Enel, y ACS, que está desinvirtiendo en Unión Fenosa para ganar posiciones en Iberdrola, son los dos máximos exponentes.
Cabe destacar que la reordenación del sector elíéctrico español seguirá siendo fuente de importantes noticias domíésticas derivadas, principalmente, del proceso de fusión de Gas Natural y Fenosa, y del plan que diseñe Florentino Píérez, presidente de ACS, para intentar el previsto asalto a Iberdrola, la elíéctrica española con mayor presencia internacional. Otra variable a tener en cuenta es la posibilidad de que algún gran grupo europeo, como el gigante público francíés EDF, mueva ficha para participar en la reordenación del sector.
Automoción
Otro quebradero de cabeza dentro de la economía española es el sector automovilístico, cuyas ventas domíésticas se prevíé que caigan en torno al 20% al cierre de este ejercicio. Ante esta situación, los sindicatos esperan que muchas compañías sigan los pasos de General Motors (GM) y comiencen a reducir su producción en las factorías españolas, lo que podría tener un impacto negativo en el empleo de la tercera mayor industria de automóviles de Europa, que da trabajo directo a 70.000 personas.
En el sector textil, la situación tampoco es halagí¼eña en el mercado nacional e importantes enseñas, como Inditex (Zara) y Mango, cada vez ponen mayor acento en el exterior para sostener su crecimiento. Cortefiel acaba de aliarse con la británica Debenhams para entrar en Reino Unido. Respecto al comercio minorista nacional, el pasado viernes se supo que el empleo disminuyó el 0,1% en julio, la primera bajada con la nueva base estadística, que se realizada desde 2005.
Turismo
A pocas semanas de que las empresas turísticas cierren el balance de lo que ha sido la temporada veraniega, las compañías hoteleras están expectantes de cómo evolucionará la demanda durante elmes de septiembre, ya que los clientes cada vez apuran más el tiempo antes de decantarse por un destino o, en su caso, generar un pequeño ahorro y dejar la escapada de vacaciones para mejor ocasión.
La evolución general del sector turístico desde Semana Santa ha sido díébil, aunque el pasado mes de julio fue mejor de lo esperado, algo que no se repitió, en cambio, durante agosto.
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