No está todo el mundo de acuerdo, pese a la insistencia del Gobierno, en que España vaya a ser capaz de cumplir con el objetivo de reducción de díéficit público establecido para 2013, lo que supondría el quinto año consecutivo de incumplimiento. La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) advirtió el lunes, durante la presentación del balance de dos años de reformas económicas, que no solo no se alcanzará el desfase del 6,5% con relación al PIB, la meta pactada con Bruselas, sino que “el 7% se puede quedar cortoâ€, en palabras del investigador Juan Rubio-Ramírez, de la Universidad de Duke.
Para cumplir con el objetivo, partiendo de que las corporaciones locales lograsen un superávit del 0,2%, el resto de Administraciones solo podrá incurrir en un díéficit del 2% en el cuarto y último trimestre de este año (hasta el tercer el desequilibrio sin Ayuntamientos es del 4,8%). Fedea lo ve difícil, ya que en el último trimestre de 2012 —con medidas de consolidación— este desfase aumentó en 2,4 puntos porcentuales del PIB y, si se repitiera la tendencia, este año acabaría en el 7%. “Pero este cuarto trimestre va a ser peor que el del año pasado†apuntó Rubio-Ramírez, quien alertó de que “el problema fiscal sigue ahíâ€.
Como argumento contrario, la mejora económica y de los resultados empresariales de este año mejorarán la recaudación y el Ministerio de Hacienda espera un superávit de entre siete díécimas y un punto porcentual por parte de las corporaciones locales.
Rubio-Ramírez reconoció al Ministerio de Hacienda haber sabido “apretar las clavijas†a las comunidades autónomas para reducir gasto, pero recalcó que “en ingresos no se ha hecho mucha cosaâ€. “En España se pagan pocos impuestos, si queremos servicios como Alemania tenemos que pagar a ese nivelâ€, dijo, y planteó la necesidad de eliminar deducciones, como las de compra de vivienda.
La economía, según la Fedea, “ha logrado salvarse y tiene posibilidades de recuperaciónâ€, pero, para ello, debería perseverar en algunas reformas, como la laboral, que no ha dado los frutos esperados. Si bien ha logrado acelerar los ajustes salariales, “el aumento bruto de 189.000 empleos [entre el segundo y el tercer trimestre de 2013] se convierte en destrucción de unos 122.000 al restar las vacaciones estivalesâ€. Además, prácticamente todo el empleo neto creado es temporal.