Celta de Vigo

[pharma]

Ya vemos los puestos de descenso de reojo, sí­, sí­ de descenso... A ver que si sacamos "oro" de Alicante:

Fabiano suplirá la baja de Roberto Lago en Alicante
El canterano no ha superado la infección de garganta que arrasta desde hace dí­as


JULIO BERNARDO - VIGO
Los servicios míédicos del Celta confirmaron ayer la baja de Roberto Lago para el importante duelo de mañana en el estadio Rico Píérez ante el Alicante. El lateral viguíés (lo mismo que el medio centro Jonathan Vila) no ha superado la afección de garganta que arrastra desde hace unos dí­as y tendrá que conformarse con ver esta semana los toros desde la barrera.

La ausencia de Lago será suplida por el brasileño Fabiano Lima, que recupera la titularidad despuíés de cuatro meses de sinsabores (jugó su último partido en noviembre frente al Rayo Vallecano) en los que rara vez ha ido convocado. Pero el lateral cedido por el Gíénova ha ido ganando presencia en las convocatorias en las últimas semanas y la baja de Lago le abre de par en par las puertas de la titularidad. Eusebio, de hecho, formó ayer con Fabiano como titular durante el partidillo de ensayo dirigido por el tíécnico vallisoletano en A Madroa.

“Lo veo más cerca. Llevo mucho tiempo esperando y voy a poner todo para estar. Hace cuatro meses que no juego un partido y síé que, si tengo una oportunidad, voy a tener que hacerlo muy bien y ayudar al equipo”, admitió el zaguero, que explicó que no está acostumbrado a la suplencia. “Es la primera vez que me pasa esto en mi carrera. Ya el sábado pasado, en el banquillo, tuve la sensación de participar en el juego. Pero, si puedo jugar, mejor. En todo caso estoy tranquilo”.

Fabiano espera que no le pase factura la inactividad de los últimos partidos. “Llevo mucho tiempo sin competir, sólo entrenándome pero voy a intentar hacerlo lo mejor posible”, dijo. Y agregó: “La pasada semana ya fui convocado y íésta estoy entrenando con la teórica zaga titular. Pero vamos a esperar al dí­a del partido”.

El lateral zurdo celeste espera que su presencia en el equipo crezca a partir de ahora. “He pasado muchas semanas difí­ciles, pero poco a poco las cosas están mejorando. Si sigo trabajando en esta lí­nea, alguna buena cosa tiene que acontecer”.

Fabiano será probablemente la única novedad en la alineación que Eusebio opondrá mañana al Alicante. La idea del preparador celeste es dar continuidad al equipo que empató frente el Elche. Todo hace indicar que Eusebio repetirá en el centro de la defensa con Jordi Figueras y Rubíén González, mientras que el extremeño Edu Moya formará en el flanco derecho. El joven central catalán ha irrumpido con fuerza en el primer equipo, hasta el punto de arrebatar la titularidad a tipos tan avezados como Francisco Noguerol o Juanma Peña. Probablemente, uno de ellos se quedará hoy fuera de la convocatoria.

En el medio campo, destaca la ausencia de Jonathan Vila, por el mismo problema que Roberto Lago. El medio centro porriñíés cae tambiíén ví­ctima de una faringoamigdalitis infecciosa que amenaza con causar estragos en el plantel cíéltico, pues recientemente esta misma enfermedad dejó fuera de juego durante un par de partidos al letón Maris Verpakovskis.

No se esperan sin embargo cambios en la lí­nea medular, donde Rosada y Michu compartirán protagonismo en labores de recuperación del balón y Roberto Trashorras se encargará de la organización del juego. Borja Oubiña, una jornada más, tendrá que conformarse con el papel de revulsivo.

Por lo que respecta al tridente atacante, tampoco se aguardan novedades, aunque no se descarta que Eusebio pueda mover alguna pieza. Es segura la presencia de David Rodrí­guez, el delantero que ha sostenido al Celta en los últimos partidos, y más que probable la de Dinei y Abalo. La novedad en la convocatoria será Maris Verpakovskis, ausente por decisión tíécnica en el duelo ante el Elche.

El lateral brasileño cree que volverá al Gíénova

Aunque arde en deseos de recuperar el protagonismo que tuvo en los primeros partidos de Liga, Fabiano cree que su aventura en el Celta tiene fecha de caducidad en junio próximo. “Soy sincero y no pienso mucho más allá del momento, pues mi idea es jugar en el Celta y tratar de ayudar al equipo a conseguir victorias”, explicó el zaguero, que añadió: “Tengo una año más de contrato con el Gíénova y lo normal es que vuelva allí­ porque ahora mismo no tengo nada más. Pero el fútbol cambia de una hora para otra y todo puede acontecer. De momento estoy tranquilo y pensando sólo en jugar al fútbol”.

Fabiano comentó, en este sentido, que Eusebio le ha dado algunas instrucciones de tipo general, sin extenderse demasiado en los detalles. “Se ha dirigido alguna vez a mí­ durante los entrenamientos. Me ha pedido que ataque cuando tenga la pelota en mi poder y me ha dicho que estíé tranquilo porque estoy trabajando bien y voy a tener mi oportunidad”, concluyó.

Bolivia vuelve a convocar a Juanma Peña

El seleccionador nacional de Bolivia, Erwin Sánchez, ha convocado al defensa central celeste Juanma Peña para el doble compromiso de clasificación para el Mundial de Suráfrica 2010 que el combinado andino disputará ante los equipos nacionales de Colombia y Argentina los dí­as 28 de marzo y 1 de abril, respectivamente. Esto significa que el futbolista cíéltico se perderá seguro el partido de Liga de la trigíésima jornada frente al Albacete en Balaí­dos y tiene muy complicada su participación en el siguiente compromiso liguero, frente al Salamanca en El Helmántico, en la trigesimoprimera jornada.

Recientemente, Peña ya se perdió, por otro compromiso con Bolivia, en este caso frente a Míéxico, en Denver (EE UU), el partido de Liga frente al Elche. El futbolista llegó a Vigo la ví­spera del choque pero Eusebio creyó prudente dejarlo fuera de la convocatoria debido al cansancio que acumulaba el jugador por haber jugado el miíércoles anterior y el largo viaje de ida y vuelta a Estados Unidos. Peña es el único superviviente de la selección boliviana que participó en el Mundial de Estados Unidos, disputado en 1994.

[pharma]

Ver para creer, que dos puntos se escaparon de penalti en el minuto 89, mira que empatar un partido que ganas 0-2. Sin comentarios. La verdad es que el equipo está muy mal, decir en horas bajas es ser poco realista.
10 partidos ya sin ganar, así­ no vamos a ninguna parte, bueno sí­ a 2ªB.
Como de costumbre dejo la crónica del partido.

El Celta olvida cómo se gana
El Alicante empató en el minuto 89 un partido que los celestes parecieron sentenciar en media hora
 

ARMANDO íLVAREZ - ALICANTE Díécima jornada consecutiva sin conocer la victoria para el Celta y la más dolorosa de todas. El conjunto celeste consintió que el Alicante remontase un partido que parecí­a sentenciado a la media hora y alimenta la amenaza de la Segunda División B, aunque se distancie de ella en 4 puntos gracias a los otros marcadores que se dieron. Los jugadores se vuelven a Vigo con la sensación de que no volverán a ganar en toda su carrera. Han olvidado cómo se consigue. Para aliviar su miseria, culparán a Pino Zamorano. Pero fueron ellos los que aceptaron jugar a la ruleta rusa con el impredecible árbitro manchego, por mucho que se tirasen de los pelos.
“¿Quiíén hizo el penalti? ¿A quiíén? ¿Cómo?”. Las preguntas sobre la acción que supuso el 2-2 en el minuto 89 se repetí­an entre periodistas y aficionados, sin una televisión en el Rico Píérez que despejase dudas. “Yo vi el balón en la mano de Notario y nada más”, dijo Eusebio Sacristán, describiendo en realidad el itinerario que siguieron todos los ojos del estadio. Azkoitia habí­a imprimido demasiada altura al balón al botar una falta lateral. Notario leyó la trayectoria y atrapó con firmeza. Era seguramente la última bala de los anfitriones y se notó en el júbilo de unos y la resignación de otros, todo relatado en cámara lenta. Cuando los jugadores empezaban a deshacer tranquilamente su melíé, el árbitro silbó e indicó el punto de penalti. Rubíén habí­a abrazado a Jordá en alguna esquina oscura del área. Un acto amoroso que creyó discreto, pero que Pino Zamorano denunció con fervor monacal. Y no se puede reprochar a un juez que castigue una falta, aunque se haya producido en el margen de la realidad.
No fue el único regalo que el Celta le hizo al Alicante. Arrancó la tarde con otro, bien visible en este caso.Rosada, al contrario que Rubíén, es un exhibicionista de sus sentimientos. Su empujón a Pedro se vio desde el espacio sideral, como una especie de conmoción de las fuerzas telúricas. Notario obró aquí­ el milagro y detuvo el tembloroso lanzamiento de Azkoitia. Ochenta minutos despuíés no pudo repetirlo aunque lo intentó. Las divinidades a las que ora seguramente entendieron que ya era vicio.
Esa parada del catalán se antojó como el instante crucial que definirí­a el encuentro. El Alicante se encorajinó, acosó al Celta a base de córners y de repente se encontró con el tanto en contra de Dani Abalo, una maravilla propia del talento arousano. Poco despuíés, Renan agradecí­a al entrenador su rehabilitación con el zurdazo del 0-2. La escuadra local, desmadejada, a duras penas alcanzó el descanso.
Lo que sucedió despuíés es la constatación de que el mundo en el que habita actualmente el Celta está totalmente del revíés. Granero, el tíécnico local, propuesto la locura y los celestes se la aceptaron.
El equipo, o sea, habí­a saltado al campo en el arranque con su actual tendencia al sobeteo estíéril. Construir el juego desde atrás, cuando por atrás se entiende a Moya, Rubíén, Jordi y Fajardo, es querer cuadrar el cí­rculo. Sólo si alguien era capaz de descubrir a Trashorras entre la maraña de patadas que magullaban al lucense se encendí­a la luz. Pero esa filosofí­a, discutible cuando se carece de la imaginación necesaria para hacerla práctica, era precisamente lo que necesitaba el Celta para proteger su 0-2. Y fue cuando dimitió de ella.
El equipo no saltó tras el descanso con la sana intención de apropiarse del balón y convertir cada triangulación en un goteo insufrible de segundos para el Alicante. Entró de lleno en el ida y vuelta de un rival que habí­a roto sus lí­neas y dejaba la yugular al aire porque sólo el delirio le podí­a rescatar de la derrota.
Y es cierto que el Celta, hasta el minuto 60, dispuso de media docena de oportunidades para marcar un 0-3 que hubiera cerrado el choque. Pero el posible botí­n no compensaba el riesgo que exigí­a. Porque los vigueses contribuyeron a avivar el ritmo. Porque no profundizaron en las fragilidades alicantinas. Porque permitieron que el adversario se sintiese feliz de estar vivo.
El Celta, en resumen, abandonó el fútbol control cuando más necesario era por un fútbol de repliegue y contragolpe. Y si la escuadra celeste falla al contragolpe, se muere en el repliegue. Es un equipo capaz de lanzar mal el fuera de juego dentro de su propia área, como sucedió en el 1-2, y de asfixiarse a sí­ misma cuando apelotona efectivos alrededor de su portero. Al Alicante le bastó con colgar balones en busca del poderoso Jordá. El último, desde una falta gratuitamente cometida por Edu Moya, jamás hubiera llegado a la cabeza del gigante. Voló libre hacia las manos de Notario. Por desgracia, Pino Zamorano estaba despistado y cazó a Rubíén. Pese a que seguramente acertó, se sintió algo culpable por ajusticiar a los vigueses tan cerca de la orilla y consintió despuíés que Jordi frenase en falta una contra con olor a 3-2.
El caso es que el Celta regresa a casa con cara de pasmo. Antes que en sesudos análisis de pizarra, Eusebio tendrá que emplear la semana en borrarle esa sensación de parálisis a la plantilla. El triunfo hubiera desbloqueado a los celestes, hubiera aliviado la opresión que sienten en el pecho al ampliar su margen sobre los puestos de descenso. El empate se suma a la cuenta de sus fragilidades y fracasos. Y el entrenador pucelano, que ayer soltó de improviso en la cancha a Renan, Ghilas y Fajardo, sigue sin dar con la tecla adecuada.

[pharma]

Pues a este partido sí­ que pude ir y me llevíé a las niñas, es la tercera vez que las llevo al fútbol y la primera que estando con ellas mete un gol el Celta, alucinaron, lo pasaron de maravilla y yo con ellas, no se enteraron de que al final empatamos, pero el resultado casi fue lo de menos...
Dejo la crónica de un partido que tení­amos ganado y no síé como empatamos.

El Celta se dispara en los pies
El equipo viguíés vuelve a situarse a cinco puntos del descenso tras empatar un partido que ganaba 2-0 en el segundo tiempo
 
   
JUAN CARLOS íLVAREZ - VIGO
El Celta está decidido a pasar se un mes de junio angustioso, abrazado a la calculadora. A eso apunta este equipo deprimente, incapaz de ganar incluso cuando tiene todo a su favor y que vuelve a situarse a cinco puntos del descenso a Segunda División B. Los vigueses se ven abocados a disputar una Liga de ocho partidos contra un buen puñado de conjuntos tan limitados como ellos, pero menos frágiles en el aspecto mental y sobre todo sin esa tendencia a la autodestrucción de la que los de Eusebio han hecho gala a lo largo de la temporada. El último ejemplo lo dieron ayer. Ganaban 2-0 al Levante (sin saber muy bien cómo) y de repente entraron en una proceso de demolición inexplicable. Se ausentaron del campo, empezaron a regalar metros, a cometer errores propios de aficionados y a despertar el hambre de un conjunto, el Levante, que vení­a a Vigo con la salvación en el bolsillo y sin excesivo afán por molestar. Pero el Celta le abrió la puerta y Pedro Vega, con dos zurdazos fenomenales, convocó a los peores fantamas del celtismo, desbordado ante una nueva muestra de impotencia e incapacidad de su equipo.
El problema del Celta poco tiene que ver con el nombre de su entrenador o con el sistema que utilice. Viene de atrás. De la elección de jugadores para conformar la plantilla y de los tres años convulsos que lleva a cuestas el club. En el Celta todo es provisional, todo se replantea cada tres meses y así­ no hay proyecto que fructifique. El equipo se comporta siempre como si estuviese de pretemporada y en pleno mes de abril comete errores propios del mes de agosto. Ayer Eusebio se inclinó por jugar con tres centrales y situó a í“scar Dí­az y Roberto Lago en los carriles a la altura del medio del campo. Trashorras tuvo libertad para moverse por detrás de Ghilas y de Dinei. Otra vuelta de tuerca que terminó en el habitual tostonazo. El Celta tuvo la pelota (sobre todo Rosada que se vació en el primer tiempo), pero volvió a acusar su falta de profundidad y de desborde. Todo previsible, sin ritmo, sin ocasiones pese a que el Celta mejoró con los tres centrales el doloroso asunto de cómo sacar la pelota desde atrás. Pero í“scar Dí­az apenas entró en juego, Trashorras tuvo poca claridad, Ghilas era un alboroto y Dinei seguí­a de vacaciones. El Levante, que llegó a Vigo sin muchos alicientes, esperó tranquilamente alguna contra que aprovechasen Rubíén o Pedro Vega. No llegaron aunque dieron un par de avisos curiosos en dos jugadas que llegaron por el costado izquierdo. El Celta, sin embargo, se encontró con un gol cuando morí­a la primera parte. Un hito histórico ver a este equipo marcar a balón parado. Lanzó Renan un saque de esquina, peinó Dinei y í“scar Dí­az remachó de cabeza. Con el subidón propio de haberse ido 1-0 al descanso el Celta arrancó en el segundo tiempo con energí­a y decisión. E incluso se permitieron la única jugada de fútbol de verdad que se ha visto en Balaí­dos en mucho tiempo. Recuperó un balón, Trashorras controló en la frontal, se paró un segundo, esperó que se abriese un pasillo en la defensa valenciana y sirvió la pelota a Renan que apuró la lí­nea de fondo y sirvió a Ghilas para que empujase a la red. Un oasis en el desierto que es el Celta.
El 2-0, para cualquier otro equipo, hubiese sido definitivo. Para el Celta no. Los vigueses entraron en autocombustión y empezaron a dispararse en los pies de forma incomprensible. El equipo retrocedió, dio la sensación de conformarse en una decisión tan alocada como irresponsable y el Levante empezó a aprovecharse de los espacios que se abrí­an por todas partes. Eusebio buscó aire fresco en el banquillo, pero no encontró nada, salvo a David que falló el gol de la sentencia en un mano a mano. Un error en cadena de la defensa permitió a Pedro Vega marcar un golazo con un gran disparo y al Celta se le dispararon las pulsaciones. Faltaba media hora, pero el equipo pensó de forma inmediata en que no ganaban. En vez de apretar los dientes y sacar el coraje que se les presupone, los de Eusebio pusieron cara de corderos camino del matadero. Y llegaron más decisiones incomprensibles. Tras un saque de banda a favor Renan despejó un balón de espaldas hacia la frontal de su propio área, le llegó la pelota a Pedro Vega que castigó la nulidad con otro zurdazo. El Celta tení­a el justo castigo a su fragilidad mental. De ahí­ al final del partido la cosa pudo ir a peor, pero el Levante tampoco quiso hacer más daño a un equipo que ahora mismo sólo aspira a que los que vienen por detrás no aceleren.

[pharma]

Otro empate, estuve viendo el partido, no me podí­a creer lo que veí­a por la tele, 0-2 al descanso en Anoeta... EL equipo me reventaba la Quiniela, pero nunca pensíé que pudieramos ganar con esa facilidad esta temporada y menos aún a la Real.
Empieza la 2ª parte, apuro los minutos de futbol, hay que cambiar de cadena que a las 20:00 comineza el showtime, Madrid-Barcelons, me da tiempo a ver como expulsan al primero del Celta, por una mano que tras tres repeticiones no conseguí­ ver bien... cosas de los arbitros, de los arbitros de 2ª. Además penalti, pero si habí­a sido gol de la Real, puede que ese penalti hasta nos favoreciese si lo para notario, además esa mano jamás serí­a de roja.
Se acababa el tiempo, habí­a que cambiar de canal. Por fin hoy leo la crónica y al final empatamos y nos expulsaron tambiíén a Dani Abalo, por doble amarilla.
Así­ las cosas menos mal que no perdimos. Dejo la crónica del partido


El Celta suma un punto heroico
Las expulsiones de Peña y de Abalo impidieron que los celestes pudiesen conservar dos goles de ventaja en Anoeta
 
J. CONDE - SAN SEBASTIíN El Celta sumó otro punto que sabe a poco pero que en esta ocasión ha dejado una mejor sensación de un equipo que camina a paso de tortuga en busca de la permanencia en Segunda. Esta vez, el empate llegó en una actuación con ciertos tintes íépicos: el Celta firmó una soberbia primera parte y se puso por delante en el marcador con goles de Dinei y de Ghilas, pero decisiones arbitrales confusas dejaron al equipo viguíés en inferioridad numíérica en la segunda mitad, de lo que se aprovechó la Real Sociedad para igualar el marcador y evitar que el cuadro viguíés se llevase una victoria que le allanarí­a aún más el camino de la salvación. Ahora ha de estar pendiente del resultado que esta tarde obtendrá el Alavíés para saber si lo logrado en San Sebastián ha merecido la pena, porque por el camino ha perdido a tres jugadores para el encuentro del próximo sábado ante la Unión Deportiva Las Palmas: a Dinei, a Abalo y a Peña, por tarjetas.
Sin embargo, la nota positiva ayer fue que el Celta aprendió la lección de Vallecas. Salió decidido en busca de la victoria, sin dejar que el rival tomase la iniciativa. Así­, en el minuto dos de juego, Ghilas avisó al portero Bravo de cuáles eran las intenciones de los cíélticos en este encuentro: querí­an sumar los tres puntos e iban a por ellos desde el primer minuto.
El argelino se convirtió en una pesadilla para la defensa donostiarra. A los siete minutos controló un balón en el costado izquierdo del ataque cíéltico y vio a Dinei en el balcón del área grande sin vigilancia. Cuando el balón le llegó al brasileño, íéste ya habí­a armado la pierna para lanzar ajustado al palo de Bravo. El Celta se poní­a por delante en el marcador. Le habí­a dado la vuelta a la situación que quince dí­as antes le habí­a llevado a la derrota más bochornosa de la temporada en Vallecas.
Anoeta se enfadó con su equipo, que ha tirado por la borda sus opciones de alcanzar la zona de ascenso con actuaciones tan irregulares como la de ayer, en la que dejó que el rival tomase ventaja en el marcador y despuíés le resultase imposible sumar los tres puntos.
Los celestes, en cambio, se dejaban dominar y esperaban una contra. Ahí­ surgió la figura de Dani Abalo, que llevó por su banda derecha todo el peligro del mundo. Ante la apatí­a del conjunto donostiarra, el arousano realizó una extraordinaria primera parte. Salió en la posición del lesionado Trashorras y se convirtió en el referente para los dos hombres más adelantados del Celta. Dinei y Ghilas recibieron muchos balones con espacios y se fueron directos a por Bravo.
En una de esas llegadas, Ghilas recortó a Ansotegi dentro del área. El zaguero donostiarra puso el pie cuando vio que el balón le pasaba por debajo de las piernas. El árbitro no dudó en señalar la pena máxima. El delantero argelino sumó su undíécimo gol en la Liga.
En algo más de media hora, el Celta habí­a dejado sentenciado el partido, pero de este equipo se puede esperar cualquier cosa, como se pudo comprobar el pasado domingo en Balaí­dos ante el Levante.
Ayer se fue al vestuario a descansar con la sensación de que por fin podí­a sumar una victoria brillante, pero las segundas partes nunca fueron buenas para el cuadro viguíés. Y así­ ocurrió.
Juanma Lillo le apretó las clavijas a sus jugadores en el vestuario y su equipo se puso más serio en la segunda mitad. Falcón tuvo que atender más a las embestidas del rival, que buscaba a Abreu como referencia en ataque. El uruguayo buscaba el cuerpo a cuerpo con los tres centrales que Eusebio eligió para apuntalar el frágil sistema defensivo del Celta.
Todo funcionó bien hasta que en una jugada confusa dentro del área, el balón le llegó a Abreu, que en fuera de juego fusiló a Falcón. Los cíélticos entendieron que el árbitro señalarí­a la infracción, pero Ceballos Silva decidió señalar penalti por una supuesta mano anterior de Peña. El boliviano, además fue expulsado. Demasiado castigo para una jugada que podí­a haber acabado en gol, sin más.
La actuación arbitral animó a la grada y al equipo guipuzcoano, que con superioridad numíérica se volcó al ataque. Faltaba media hora de juego todaví­a y al Celta volví­a a pasarle por delante el fantasma del descenso.
La situación se puso más difí­cil cuando Dani Abalo vio la segunda tarjeta amarilla, en el minuto 71. Con nueve jugadores parecí­a imposible poder parar a una Real Sociedad que veí­a cerca la victoria que le pudiese enganchar al grupo que pelea por el ascenso.
Pero las prisas favorecieron en esta ocasión a los celestes, que defendieron con uñas y dientes la victoria. Le sobraron cuatro minutos para lograr la hazaña porque en el 86, el turco Necati aprovechó otro rechace para lograr el segundo tanto de la Real. El Celta, una vez más, dejó escapar otra gran ocasión para vivir con tranquilidad.

[pharma]

Vergonzoso el espectáculo en la Romareda... La crónica no deja lugar a dudas, estamos a 4 puntos del descenso y faltan 5 partidos. Lo que nos espera y pensar que llegamos a coquetear con los puestos de ascenso.
Fijaros en la parte baja de la tabla:

Además el próximo domingo recibimos al Murcia y la que viene vamos a casa del Híércules...
Como siempre dejo la crónica.
El Celta se encomienda al fallo ajeno
El equipo celeste cae goleado en La Romareda

ARMANDO íLVAREZ - ZARAGOZA El Celta contraviene incluso las certezas cientí­ficas. Ha logrado que las matemáticas mientan. Los números dicen que el equipo viguíés depende de sí­ mismo para lograr la permanencia y es falso. Se ha encomendado a la desgracia ajena. El Celta ha muerto, pero con la suerte de que está rodeado de cadáveres y los nichos escasean.

El conjunto celeste repele a la vista, pero gana al oí­do. Porque tambiíén juega en Mendizorroza espiritualmente y el transistor proporciona buenas noticias. El empate de Vitoria mantiene al Alavíés a 4 puntos. De hecho, da la impresión de que los jugadores cíélticos están más pendientes de los resultados simultáneos que del partido que tienen entre manos. Lo de ayer fue otro esperpento en una lista dolorosamente larga.

Este Celta, que ya es en muchos sentidos el peor de todos los tiempos, disputó sus mejores partidos en la primera vuelta contra los rivales de alcurnia. Contra otros equipos de pasado glorioso, venidos a menos. Quizás por la memoria de las camisetas, por orgullo de clase o dignidad. Eusebio quiso jugar a grande en La Romareda. No tuvo en cuenta el deterioro que la escuadra ha padecido y el Zaragoza se lo hizo pagar.

Ya no es cosa de entrenadores. Han pasado demasiados por el banquillo, de todo pelaje y estilo, como para culparlos. Pero Eusebio está contribuyendo a esta tragedia que el consejo y el director deportivo han diseñado. El Celta no es ya un mal equipo, sino un equipo amorfo, como de plastilina. No importa tanto el baile de alineaciones y dibujos, que es lo cosmíético, como lo que atañe a la sustancia. Este grupo jamás ha sabido a quíé jugaba, dónde debí­a situarse, cual era el plan con balón y sin balón... Cada semana ha querido reinventarse y hoy se siente desnortado.

Eusebio, vencido por la locura que se topó a su llegada, apostó ayer por situar su lí­nea defensiva a treinta metros de Falcón. Una retaguardia iníédita, y eso que el Celta está agotando todas las combinaciones posibles, jugando a disfrazarse del Milan de Sacchi. Y sin nadie capaz de imitar mí­nimamente a Baressi. Tal atrevimiento no se puede improvisar y menos ante un rival que tiene buenos pasadores y a Ewerthon como cuchillo. El Zaragoza percibió enseguida la descoordinación a la que se enfrentaba, la pieza eternamente enganchada a la hora de tirar el fuera de juego, los espacios a la espalda de los laterales, la comodidad de los centrocampistas para leer los huecos. Era cuestión de esperar que los planetas se alineasen. Entre el minuto 18 y el 20 se derrumbó todo.

Los setenta minutos restantes se disputaron porque el reglamento no contempla la fórmula de la inferioridad manifiesta. Demasiado tiempo con la impotencia desnuda, expuesta a los cuatro vientos. Muy cruel. Ahora se recurrirá a la falta de compromiso o de coraje como argumento. Pero a esta plantilla nunca le ha faltado voluntad, sino capacidad. El colapso los ha despojado de la confianza que medio camuflaba sus carencias. Esta temporada no se explica mediante la maldad. Es la fragilidad futbolí­stica el pecado original.

Así­ que el encuentro se destensó. Eusebio, vencido por la modorra, se demoronó en los cambios y despuíés los malgastó. Aunque seguramente fue Danilo el único que le encontró sentido a la segunda mitad. Porque los maños no quisieron abusar de su juguete roto. Si marcaron el tercero fue por inercia, sin querer, casi obligados por esa provocativa defensa adelantada, más en escalera que en lí­nea.
El Celta sigue fuera del descenso tras haber ganado un solo partido en diecisiete jornadas. Parasita los fracasos ajenos. Pero algún dí­a tendrá que añadir sus propios míéritos o el fútbol acabará pasándole factura.

[Chacal]

El Celta merece bajar, saludos

[pharma]

Hoy í«stoy en Ferrol, con mi familia, y no he podido ir al campo, lleno para animar al equipo en una de las ultimas oportunidades en casa, entradas populares a 3 euros...
Se repite la historia ganado 2-0 y acabamos empatando. Como siempre dejo la cronica.

El Celta sigue jugando a la ruleta rusa

El equipo viguíés iba ganando por dos goles a cero cuando restaban quince minutos para la conclusión del encuentro. Núñez y De Coz, en la última jugada, sumaron un nuevo mazazo para el celtismo.
 
CARLOS IGLESIAS La afición respondió a la llamada de auxilio del Celta presentando la mejor entrada en Balaidos. Pero al final, concretamente en el minuto 94, el Murcia volvió a arrebatar los tres puntos en el último suspiro. La gente se marchó cabreada y los fantasmas del descenso siguen merodeando por Vigo.
La primera mitad fue excelente, se podrí­a calificar de notable alto. El Celta comenzó bastante enchufado, con ganas de llevar la manija del partido. El aspecto que presenciaba Balaidos aumentó la tensión a unos jugadores acostumbrados a jugar en un ambiente frí­o. Pero la apuesta de Eusebio era por un juego directo y el Murcia se iba acercando a cuentagotas pero con más peligro que los celestes. Las alegrí­as llegaron casi seguidas cuando, Dinei en el 17 y Ghilas en el 20, poní­an el dos a cero en el marcador. Este resultado allanaba el camino hacia la victoria pero los sufridores aficionados del Celta sabí­an que esta renta era insuficiente. La experiencia es un grado.
Tras no haber matado el partido en el primer acto, los chicos de Eusebio saltaron dormidos al cíésped de Balaidos. El Murcia comenzaba a encerrar en la trinchera a los celtiñas y el miedo de dejar escapar los tres puntos se apoderaba de un equipo muy díébil psicológicamente. El asedio pimentonero fue controlado con el carrusel de cambios de ambos conjuntos.
Eusebio y Josíé Miguel Campos moví­an ficha y dejaban claro cuáles eran sus intenciones para los minutos finales de encuentro. El preparador vallisoletano se olvidó de la porterí­a defendida por Elí­a y se centró en defender el resultado con unos futbolistas que, ya van mil y una demostraciones, no saben amarrar los partidos. La apuesta ganadora volvió a ser la del otro entrenador, esta vez fue Campos, que fue listo y cargó el juego de los suyos por el punto díébil de los locales, la banda derecha defendida por Edu Moya.
En definitiva nueva decepción y habrá que esperar, como otra jornada más, quíé ocurre mañana en el encuentro que enfrentará al Alavíés y al Tenerife. Lo que está claro es que toca sufrir. En quince dí­as ya veremos si la afición acude de nuevo al rescate ante la visita del conjunto vitoriano.

Ficha Tíécnica
Celta: Falcón; Edu Moya, Noguerol, Jordi, Roberto Lago, Rosada, Michu, Trashorras (Jonathan Vila, min. 77) , Dani Abalo (David, min. 66), Ghilas e Dinei (Danilo, min. 80).
Murcia: Elí­a; De Coz, Xisco-Campos, Herreros (Capdevila, min. 57), Peña, Bruno, Movilla, Núñez, Montoro, De Lucas (Quique, min. 66), e Despotovic (Sikora, min. 76).
Goles: 1-0, min. 16: Dinei. 2-0, min. 19: Ghilas. 2-1, min.79: Núñez. 2-2, min. 94: De Coz.
Arbitro: David Miranda Torres, catalán, que mostró cartulina amarilla al local Edu Molla y a los visitantes Peña, Sikora y De Coz.
Incidencias:Campo de Balaidos en partido de la trigíésimo octava jornada, con la mejor entrada de la temporada unos 18.000 aficionados.

[pharma]

Otro partido sin pena ni gloria, en la playa hoy eramos muchos los que teniamos los cascos puestos con el celta, la sensacií­on que transmití­a el locutor celtiña era de robo, indignación, el primer gol del HErcules en penalti inexixtente y el segundo en fuera de juego. La crónica no dice nada de esto.
Al final nos la juagamos a carad e perro con el Alavíés la próxima jornada en Balaidos, si ganamos permanencia asegurada, faltan 3 partidos, nueve puntos y estamos a 3 del Alavíés si ganasemos nos quedariamos a 6 y tan sólo dos partidos, con el golaverage a favor... Vamos salvados matemáticamente. Si no ganamos habrá que seguir sufriendo otros dos partidos.

Empate bálsamico en el Rico Píérez
 
Un penalti lanzado al poste por Farinós en el último minuto impide otra derrota del Celta. Gracias al punto logrado en Alicante, el conjunto viguíés podrí­a sellar la permanencia el próximo sábado ante el Alavíés

EFE El empate del conjunto viguíés condena matemáticamente al descenso al Alicante y aleja al Híércules a cinco puntos de la zona de ascenso, aunque ni Xerez, ni Tenerife ni Zaragoza pueden cantar el alirón matemáticamente.

Los dos contendientes se jugaban mucho en el partido y eso se dejó notar especialmente en los compases iniciales del choque, lleno de imprecisiones. Eso sí­, afrontó mejor los primeros minutos el Celta, que parecí­a llegar con más peligro al área alicantina que viceversa.

Sin embargo, en su primera llegada con cierto peligro, el árbitro decretó penalti de Roberto Lago sobre Tote y Farinós adelantó a un Híércules, al que le duró poco la alegrí­a, puesto que sólo dos minutos más tarde Ghilas devolví­a la igualdad al marcador.

El partido no tení­a un dueño claro y, otra vez en dos minutos, se pasó del posible 2-1 al 1-2. Falcón evitó el gol de Delibasic en uno contra uno.

Prácticamente en la acción siguiente, la permisividad defensiva del Híércules permitió a Edu Moya acercarse a la frontal del área, disparar y, con la fortuna del rechace del balón en el cuerpo de Sergio Fernández, adelantar a los vigueses.

El Híércules acusó el golpe, pero en la última jugada del primer tiempo, consiguió empatar tras un clamoroso fallo defensivo en un córner.

Tras el descanso, quedó patente que al Celta le valí­a el empate, puesto que jugó a su antojo con el tiempo. Al Híércules, por el contrario, le entraron las prisas y la precipitación.

Los alicantinos tuvieron opciones de marcar, como en una jugada de Abel Aguilar que no supo rematar Sendoa; pero al contragolpe fue el conjunto viguíés el que tambiíén tuvo sus ocasiones para matar el partido.

El partido morí­a y en un balón a la desesperada, Noguerol cometió penalti sobre Tote. Pasaban cuatro minutos para el final y Farinós, que no habí­a fallado un penalti en toda la temporada, lo lanzó al palo.

Ficha tíécnica:
2 Híércules: Calatayud; Expósito, Rodri (Morán, m.75), Sergio Fernández, Dani Bautista, Abel Aguilar, Farinós, Tote, Rubíén Navarro (Fernando Sales, m.46), Tuni (Sendoa, m.46) y Delibasic.

2 Celta: Falcón; Edu Moya, Jordi, Noguerol, Roberto Lago, Rosada, Michu, Trashorras (Danilo, m.75), Dani ívalo (í“scar Dí­az, m.61), Ghilas (Jonathan Vila, m.90) y Dinei.

Goles: 1-0. m.18: Farinós, de penalti. 1-1, m.20: Ghilas. 1-2, m.30: Edu Moya. 2-2, m.45: Delibasic.

írbitro: Hernández Hernández (Colegio Canario). Amonestó con tarjeta amarilla a Farinós, Tote y Sergio Fernández, del Híércules; y a Roberto Lago, Edu Moya y Jordi, del Celta. Expulsó con roja directa a Dinei, del Celta, en el minuto 83, por agresión a Abel Aguilar y a un componente del cuerpo tíécnico del conjunto gallego.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 39 de Liga en Segunda División, disputado en el estadio Rico Píérez de Alicante ante unos 17.000 espectadores.

[pharma]

Hoy vamos a Balí­dos en masa, creo que no veo el estadio lleno desde la clasificación para la champions... (que lejos parece y fue hace unos pocos años nada más). Ni siquiera en el último envite por el descenso se colgó el cartel de "no hay entradas".
Ya os contaríé.

El Celta se juega la vida a una carta
El equipo viguíés recibe al Alavíés en un mano a mano que decidirá la permanencia

Los jugadores del Celta caminan sobre el cíésped de Balaí­dos durante el entrenamiento celebrado ayer por el equipo a puerta cerrada en el estadio viguíés.  Josíé Lores

JULIO BERNARDO - VIGO El Celta se juega la temporada a una carta en el partido más importante de los últimos años, acaso de su historia, pues los celestes defienden en noventa minutos su supervivencia como entidad. Recibe el grupo de Eusebio al Deportivo Alavíés en un choque dramático (Balaí­dos, 18.30, A Galega), que conducirá a la salvación o al infierno, y que los celestes afrontan al menos con viento a favor.
El Celta ha fracasado en su empeño de evitar exponer su futuro en un mano a mano con el conjunto vasco. El Alavíés ha ido recortando terreno a los celestes hasta convertir el duelo de esta tarde en una verdadera final. Un duelo a vida o muerte que los de Eusebio afrontan en posición claramente ventajosa tras el empate milagrosamente rescatado en el último segundo en el estadio Rico Píérez la pasada semana.
Llega el Celta al choque con una renta de tres puntos sobre su adversario, a la añade otro suplementario por mejor coeficiente particular de goles gracias a su triunfo en Mendizorroza en enero pasado (2-1). En estas condiciones, una victoria basta para garantizarse la salvación, aunque a los celestes puede alcanzarles, como mal menor, un empate que mantendrí­a las distancias a falta de dos jornadas aparentemente asequibles para ambos.
Las opciones del Alavíés pasan por ganar. Pero no le basta una victoria mí­nima (pierde tambiíén con el Celta en el coeficiente general de goles) y está obligado a ganar por dos o más tantos para comprometer verdaderamente el futuro de los cíélticos en la categorí­a.
Pero tal el factor más favorable para cuadro viguíés es el excepcional ambiente que presentará esta tarde el estadio de Balaí­dos, que rondará el lleno por primera vez en años. La polí­tica de precios regalados y la enorme trascendencia del choque ha movilizado al celtismo, que acudirá en masa a la llamada de auxilio del equipo.
El plantel cíéltico, mientras, afronta el choque con optimismo. La mejorí­a experimentada en los dos últimos partidos, la fortaleza mostrada ante la adversidad ante el Híércules y la percepción de que el penalti fallado por Farinós ha cambiado la suerte del equipo han fortalecido la confianza del grupo. No obstante, Eusebio Sacristán debe solventar la difí­cil papeleta de encajar las bajas de Kamel Ghilas y Dinei, los hombres que han aportado los goles de los últimos partidos. El argelino juega mañana con su selección ante Egipto mientras que el brasileño deberá cumplir sanción por su expulsión en el Rico Píérez despuíés de que el Comitíé Español de Disciplina Deportiva (CEDD) denegase ayer al Celta la suspensión cautelar del castigo. La lesión del delantero Maris Verpakovskis reduce aún más los efectivos de punta y ha abierto la puerta de la convocatoria a los canteranos Joselu y Iago Aspas.
Lo más probable, sin embargo, es que tíécnico cíéltico opte por gente de mayor experiencia para suplir las ausencias de Ghilas y Dinei, que serán relevados por í“scar Dí­az y David Rodrí­guez, respectivamente. Por lo demás, el equipo que saltará esta tarde al cíésped de Balaí­dos será un calco del que empató con el Híércules y el Murcia: Ismael Falcón estará bajo el travesaño; Edu Moya, Noguerol, Jordi y Roberto Lago formarán en la retaguardia y Rosada, flanqueado por Trashorras y Michu, ocupará la lí­nea medular. Dani Abalo, mientras tanto, será el único de los atacantes que repita en vanguardia.

[pharma]

Bueno ya estoy de vuelta, una hermosa victoria que firma matemáticamente la permanencia. El Alavíés salió con muchas ganas y tocando mejor, llegó más que el Celta aunque sin demasiado peligro, pero es que el Celta ni llegaba.
Esa fue la tónica de la primera parte, aunque tuvimos una ocasión de oro en un balon interceptado en el pase entre los dos centrales, nada de jugada del Celta, pero la ocasión fue clara.
En la segunda parte salieron en tromba, el Alavíés parecí­a un ciclón que arrollaba al Celta, encerrados en nuestra área y defendiendo. Pero los minutos pasaron y el í­mpetu vasco fue menguando, así­ sin mucho juego, nos encontramos con el gol en el minuto 80, con una jugada de la cantera: Dani Abalo centra y Iago Aspas marca de cabeza. Salvados!!!!!!!!!!
Cambio, sale Dani Abalo y se me rompen los aplaudidores de vitorear a uno de los heroes de hoy. Sólo faltaba la rianxeira para una tarde perfecta, pero en el 89, a punto de terminar un robo en el centro del campo permitió un jugada del Alavíés por la banda derecha, nadie del Celta les entró y acabo en un precioso pase que remató de espuela el delantaero del Alavíés. El golazo del Alavíés para enmarcar. Como siempre no sabemos matar el partido y en el último suspiro vuelan los puntos de Balaí­dos.
Ellos tienen prisa aun pueden ganar, no celebran el gol y se reanuda el juego, el árbitro dice que 4 minutos que van a ser de infarto... Una dura entrada de un defensa del Alavíés es castigada con roja y se quedan con diez, por cierto muy bronco el Alavíés, debieron ver lo menos 7 amarillas, normal se jugaban mucho y tensión debí­a ser máxima.
A lo que vamos en este toma y daca final, un rechazo lo pesca otra vez Iago Aspas y, mete el segundo en el 94, sobre la campana, no nos lo creemos, estalla balaí­dos, seguimos en 2ª.
Un abrazo especial a los seguidores del Depotivo Alavíés, las imágenes de los afionados desplazados a Vigo llorando chocaban con nuestra euforia, es el resultado de toda una temporada pero se ha materializado aquí­ con el Celta, lo sentimos amigos, de corazón.

[Chacal]

Hace poco celebraban jugar la Champions   ... ahora es un alegrí­a inmensa no bajar a Segunda B :016: :016: :016:, ver para creer! Perdedores,estos vigueses!

[pharma]

Hace poco celebraban jugar la Champions   ... ahora es un alegrí­a inmensa no bajar a Segunda B :016: :016: :016:, ver para creer! Perdedores,estos vigueses!

Así­ es la vida, unas veces se gana otras se pierde. Me parece un poco engreida esa postura tuya de superioridad hasta faltar al respeto al rival de otra categorí­a. Me recuerdas a mis 17 años, cuando por cierto, viví­a en La Coruña con mi abuelo en un intento de mis padres de "reconducirme" y separame de mis "amigotes" e iba a ver al Deportivo (en 2ª división), salvado en el último momento del descenso a 2ªB (año 1988).
Ya he visto situaciones como esta en mi querido Deportivo y todo depende de quien comenade la nave, Lendoiro se puso al frente y con sus luces y sus sombras nos ha regalado uno años grandiosos, sin llegar  al año en que se ganó la liga, que fue lo máximo, hubo años maravillosos con Bebeto, Mauro Silva...
A los 17 años decí­a gilipolleces parecidas a tu comentario, pero cosas de la vida, me casíé una excepcional mujer de Vigo, allí­ fijíé mi residencia y mis hijas son viguesas.
No te conozco pero entiendo que debes ser joven, tanto por tu comportamiento en la bolsa, con solaria  como máximo exponente, como por este tipo de comentarios, tranquilo, no te los tengo en cuenta, el tiempo , la experiencia, te darán otra perspectiva, tanto para la vida como para la bolsa, se llama madurar.

[sapakondi]

¿ Pharma el Celta se tendra que reforzar para la campaña siguiente, que fichajes te gustarian y como entrenador?



 :023:

[pharma]

¿ Pharma el Celta se tendra que reforzar para la campaña siguiente, que fichajes te gustarian y como entrenador?

 :023:

Lo del entrebanor no tiene remedio, Eusebio ya renovó. El tema de los fichajes es un capí­tulo aparte, la plantilla lleva dos meses de retraso y los empleados idem, y eso que la ley concursal exige los pagos puntuales a los trabajadores, que si no...
Lo veo muy mal, antes de saber a quien fichar habrí­a que saber si hay dinero para ello. Además con la imagen que se da al no pagar a los jugadores ¿Quíé jugador querrá venir al Celta? Lo bueno de acogerse a la ley concursal, entre otras cosas, es que la plantilla tiene asegurados los ingresos y los pagos en tiempo y forma, pero esto en el Celta no se ve. Miedo me da.

[Potto]

Felicidades por la permanencia, es una pena lo del Alaves, pero... creo yo que "los tiempos de Piterman" estan pasando factura ( de una o de otra forma ).
Por lo que te leo, el Celta, al igual que la Real, está con la ley concursal. Bueno, no es tan malo ( ante la disyuntiva del, o esto o desapareceí­s ) por lo menos unos añitos de atarse el cinturón y a pensar que ya vendran años mejores.
 :023: