El ministro de Energía de Turquía, Taner Yildiz, ha elevado este miíércoles a 201 el número de muertos a consecuencia de la explosión y posterior incendio registrado el martes en una mina de la localidad de Soma, ubicada en la provincia de Manisa (oeste).
Yildiz ha indicado que el incidente ha tenido lugar en un momento en el que se estaba realizando un cambio de turno, dejando entrever que la cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas.
El ministro ha detallado que 363 de los 787 mineros que se encontraban en el lugar en el momento del suceso han sido localizados, incluyendo los 201 fallecidos y los 80 heridos, cuatro de los cuales se encuentran en estado crítico.
"El tiempo va en nuestra contra. Hacemos frente a grandes adversidades", ha detallado. "Desafortunadamente, hago frente a una de las tareas más duras para un ministro de Energía", ha lamentado Yindiz, quien ha garantizado que el incidente será investigado de forma transparente.
Las autoridades no se han pronunciado por el momento sobre la causa de la explosión, si bien Yildiz ha descartado que se haya debido a una explosión de metano, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Según las primeras hipótesis, la explosión tuvo su origen en una unidad de distribución de suministro elíéctrico a unos dos kilómetros de profundidad. Este estallido y el posterior incendio dejaron bloqueado el ascensor y el humo complica las tareas de rescate.
Decenas de familiares de los mineros continúan en los alrededores de la mina esperando noticias de sus seres queridos, mientras que otros han viajado al hospital local para interesarse por el estado de salud de los heridos evacuados del lugar.
En un mensaje televisado, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha confiado en "recibir buenas noticias en las próximas horas", dado que "las operaciones de rescate han comenzado en cuanto se ha conocido el accidente".
La empresa que opera la mina, Soma Coal Mining Company, ha confirmado a travíés de un comunicado que el accidente ha causado víctimas mortales y ha resaltado que en su última inspección, llevada a cabo hace dos meses, no encontró nada que violara las regulaciones laborales.
El peor desastre de este tipo en el país tuvo lugar en 1992, cuando una explosión en una mina mató a 263 personas. Más de 3.000 personas han muerto y más de 100.000 han resultado heridas en el país en incidentes de este tipo desde 1941, según los datos oficiales.