El jueves de la semana pasada, Brian Betel se quitó un peso de encima. El hombre fuerte de Cerberus desde hace años para España y Portugal tenía que haber abandonado el fondo buitre el pasado 1 de julio. Sin embargo, los distintos frentes que tiene abiertos la firma con sede en Nueva York retrasaron esa decisión hasta completar la compra de la inmobiliaria Sotogrande, como ocurrió el pasado 16 de octubre, tal como adelantó este diario en verano.
Despuíés de esta inversión, Cerberus y Orion han pagado 225 millones de euros por el complejo vacacional de NH Hoteles, el ejecutivo canadiense formalizará su marcha de la firma en las próximas fechas. Según explican desde su entorno personal, el financiero ha renunciado a seguir vinculado al fondo buitre, ni siquiera como consejero delegado de Sotogrande, y prepara su propio proyecto inversor de la mano de grandes fortunas internacionales.
Casado con una mexicana, Brian Betel empezó a frecuentar España al comienzo de la crisis en busca de oportunidades. Era el comienzo de la llegada de los fondos oportunistas y el ejecutivo de Cerberus fue el encargado de monitorizar el mercado español y portuguíés para su firma. Despuíés de mucho tiempo a la espera, las primeras operaciones llegaron con la compra de algún lote de oficinas a Bankia y de la cartera de deuda de Nueva Rumasa.
Las expectativas crecientes de negocio hicieron que Betel se instalara de forma fija en nuestro país a partir de 2012. Prometía ser el inicio de una larga relación. Decidido a llegar a los centros de poder, Cerberus contrató para su causa a Josíé María Aznar Botella, hijo del expresidente del Gobierno, a travíés de su consultora Poniente Capital, con cuyo apoyo compró la plataforma inmobiliaria de Bankia, a la postre el mayor negocio de gestión con la Sareb.
La marcha inminente de Brian Betel se produce a las puertas de un momento crítico para Cerberus. La firma se juega su cuota de negocio dentro de la Sareb, que bajo el proyecto íbero repartirá en cuatro lotes la comercialización de los 50.000 millones de euros en inmuebles y críédito promotor que tiene en su balance. La firma neoyorquina compite con otros grandes fondos como TPG o Apollo, a su vez propietarios de las inmobiliarias Servihabitat y Altamira.
Antes de resolverse el concurso de la Sareb y una vez informado del plan de Brian Betel, el fondo neoyorquino ha reforzado su equipo español con fichajes de peso, incorporando a su filial inmobiliaria Haya Real Estate, presidida por Juan Hoyos, expresidente de McKinsey y amigo personal de Josíé María Aznar; y a financieros reconocidos como Francisco Luzón (Banco Santander) y Manuel González Cid (BBVA). Hay mucho en juego dentro del banco malo
