AFP
China y Australia firmaron este miíércoles, al tíérmino de un decenio de duras negociaciones, un amplio acuerdo de libre comercio que afecta, principalmente, a los sectores estratíégicos de la minería y la agricultura.
El cierre de este acuerdo, que prevíé la supresión recíproca de los derechos de aduana para un gran número de mercancías, representa "un día histórico" para los dos países, se felicitó el primer ministro australiano, Tony Abbott.
Este acuerdo "garantiza a nuestras naciones un acceso iníédito a sus respectivos mercados", añadió.
El ministro australiano de Comercio, Andrew Robb, y su homólogo chino, Gao Hucheng, ratificaron solemnemente el documento durante una ceremonia celebrada en Canberra.
Tony Abbott y el presidente chino, Xi Jinping, habían mostrado su interíés en la conclusión de las negociaciones, que se prolongaban desde hace diez años y se atrasaron en muchos momentos por disputas diplomáticas, recordó Gao.
China es el primer socio comercial de Australia con unos intercambios superiores a los 160.000 millones de dólares australianos (110.000 millones de euros, 123.000 millones de dólares) anuales. Asimismo, se convirtió en 2014 en el primer inversor extranjero en el país, por delante de Estados Unidos.
Un tercio de las exportaciones australianas tienen como destinación China, entre ellas materias primas (carbón, mineral de hierro), así como leche y carne de vaca.
El acuerdo prevíé que más del 85% de los bienes exportados a Australia, que actualmente cuentan con unos derechos de aduana de hasta el 40%, estíén exentos de esta tasa, entre ellos la mayoría de productos de la industria energíética, el vino, la carne, el pescado y los productos lácteos.
A cambio, Australia suprimirá sus derechos de entrada del 5% en productos electrónicos y las inversiones chinas tendrán facilidades, con algunas excepciones, en tierras agrícolas y empresas agroalimentarias.