El inesperado anuncio de una ampliación de capital de 650 millones por parte de Abengoa hundió este lunes las acciones de la compañía sevillana un 30,87%, hasta situarse en los 1,42 euros y en la sesión de hoy prosiguen con su caída, aunque menor, de alrededor de un 20%. El grupo de ingeniería y energía destinará los fondos que obtenga en esta operación a reducir deuda y fortalecer sus fondos propios, en un intento de aplacar las dudas que rondaban en el mercado sobre la liquidez de la empresa.
La compañía no ofreció este lunes a la CNMV más detalles sobre la ampliación, que podría suponer, según la cotización actual, una dilución para el accionista del 48,7%, en caso de que este decida no acudir.
Tras el desplome de este lunes, el grupo tiene una capitalización bursátil de 1.335 millones de euros, lo que implica que la compañía ha perdido la mitad de su valor en bolsa desde principios de julio, cuando valía 2.600 millones. La tendencia negativa de Abengoa durante el último mes es, precisamente, lo que quiere frenar el grupo con esta ampliación, con la que espera recortar 300 millones de deuda. Así, reduciría su pasivo en un 4,5%, que al cierre del primer semestre se situaba en 6.554 millones de euros.