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Autor Tema: Cloruro de magnesio.  (Leído 369 veces)

Scientia

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Cloruro de magnesio.
« en: Febrero 02, 2016, 09:18:31 pm »
CLORURO DE MAGNESIO

El presente artí­culo fue redactado por el sacerdote Reverendo Padre Josíé Chorr, del Colegio Chafarrí­nense, es además profesor de fí­sica y de biologí­a y expresa conceptos sobre el Cloruro de Magnesio.
El Reverendo Chorr comenta lo que sucedió en su propio cuerpo fí­sico:
Cuando tenia 61 años de edad estaba casi paralí­tico, esto fue doce años antes de comenzar el tratamiento con el Cloruro de Magnesio, sentí­a puntadas agudas en la región lumbar (columna vertebral), incurable según la ciencia míédica ortodoxa (es decir, los míédicos).
Al levantarme de la cama por las mañanas, sentí­a un fuerte dolor en la columna que perturbaba todo el dí­a..
Era causado por el nervio ciático, que apretaba la tercera víértebra, me lo hacia sentir sobre todo cuando estaba parado, lo que me forzó a trabajar la mayor parte del dí­a sentado. Hubo un año, en que todo lo hacia sentado, menos la misa.
Era un tormento y tenia que suspender mis viajes a causa del dolor.

Durante un verano muy seco sentí­ mejorí­a, pero luego empeore más. Comencíé entonces a rezar la misa sentado.
Volví­ a la ciudad de Floreaní polis (Brasil) buscando un especialista que me sanara. Me tomaron nuevas radiografí­as, están duras y en avanzado de descalcificación.
Nada era posible hacer. Las diez aplicaciones de onda corta que recibí­a en la columna no detení­an el dolor.
Al colmo de no poder dormir ni siquiera acostado, a veces quedaba sentado en la cama. Hasta que descubrí­ que podí­a dormir en la posición fetal, así­ como duermen los gatos. Esto dio cierto resultado y solo despertaba al estirarme enderezarme.
Ya faltaba poco para no poder dormir ni siquiera en posición fetal.

Me preguntaba: Y ahora ¿quíé puedo hacer? Estaba engañado por la medicina tradicional y así­ entonces apelíé a Dios. Y le dije: amado Dios, estas viendo en este estado a esta criatura...te pido Dios mí­o que me des una solución para todos mis males.
Ocurrió entonces que pocos dí­as más tarde me llevaron a Porto Alegre a un encuentro jesuí­tico. Allí­ conocí­ al Padre Suárez, un sacerdote jesuita quien me contó que la cura de mis problemas de salud era algo muy fácil. Me dijo que para ello debí­a tomar el Cloruro de Magnesio, mostrándome escrito en un libro de medicina del Padre Poig, un jesuita español, conocido y prestigioso biólogo, que habí­a descubierto las propiedades curativas del Cloruro de Magnesio, a partir de una experiencia familiar, curando a su madre quien por esa íépoca se encontraba con artrosis en avanzado estado de descalcificación.
Los sacerdotes jesuitas siempre se destacaron por sus grandes conocimientos para curar las enfermedades utilizando medicina natural como las hierbas medicinales y los minerales puros.
En tono de broma, el Padre Suárez me dijo: mientras tomes esta sal, solo te vas a morir si te das un tiro en la cabeza o si tienes un accidente.
Comencíé a tomar una dosis diaria todas las mañanas. Tres dí­as despuíés, comencíé a tomar una dosis a la mañana y otra a la noche. Así­ mismo continuíé durmiendo todo arrollado. Pero el vigíésimo dí­a, cuando me levantíé estaba todo extraño y me dije: ¿Será que estoy soñando?, dado que ya no sentí­a dolores y hasta pude dar un paseo por la ciudad, sintiendo todaví­a en mi memoria el peso de diez años de sufrimiento con esta incomodidad y limitación.
A los cuarenta dí­as pude caminar el dí­a entero, sintiendo un pequeño peso y dolor en la pierna derecha. A los sesenta dí­as, esta pierna dolorida estaba igual o mejor que la otra.. Luego de tres meses sentí­a crecer la flexibilidad en los huesos y un inesperado alivio en todo mi cuerpo. Pasaron diez meses y puedo doblarme como si fuera una serpiente, sintiíéndome otra persona.
El Cloruro de Magnesio, arranca el calcio depositado en los lugares indebidos y los coloca solamente en los huesos y más aún, consigue normalizar el torrente sanguí­neo, estabilizando la presión sanguí­nea.

El sistema nervioso queda totalmente calmo, sintiendo mayor lucidez mental, mejorando notoriamente la memoria, la atención y la concentración, la sangre se torna más fluida y más limpia.
Las frecuentes puntadas en el hí­gado desaparecieron y la próstata que debí­a ser operada hace años, ahora ya casi no me incomoda.

Pero el efecto más importante de todos, fue el de haber sido preguntado por otras personas: ¿quíé está pasando contigo que estas mucho más joven?, y yo les contestaba: Sí­, la verdad me siento más joven y me retornó la alegrí­a de vivir.
Es por esto que me veo obligado a difundir este remedio natural, como un agradecimiento a Dios por haber escuchado mis ruegos. Así­ es que enví­o copias de este articulo para toda persona que estíé sufriendo, padeciendo dolores y malestares'.

MODO DE PREPARACIí“N:

Hervir 1 litro de agua. Luego introducir el contenido de un sobrecito de 33 gramos de Cloruro de Magnesio(se consigue en farmacias), en una botella o recipiente de vidrio (no en plástico).

Agregarle el agua hervida frí­a para disolverlo, luego mezclar y tapar. De esta manera se obtiene una preparación pura que se mantiene inalterable. No es necesario guardarlo en la heladera.

Dosis recomendada: el equivalente a un pocillo de cafíé, de acuerdo a la edad y la necesidad.

1. El Cloruro de Magnesio produce equilibrio mineral, como en la artrosis por descalcificación, reanima los órganos en sus funciones, como a los riñones para que eliminen el ácido úrico.

2. Regula la actividad neuromuscular y participa en la transmisión de los impulsos nerviosos.

3. Es un gran energizante psicofí­sico y equilibra el mecanismo de contracción y relajación muscular, previniendo la fatiga o cansancio muscular, evitando calambres y fortaleciendo los músculos, lo que es imprescindible en cualquier deportista.

4. Es necesario para el correcto funcionamiento del corazón pues desempeña un importante papel en el proceso de múltiples procesos biológicos.

5. Mejorando la nutrición y la obtención de energí­a, combate la depresión, los mareos y es un poderoso agente energizante.

6. Cumple una función primordial en la regulación de la temperatura del cuerpo.

7. Beníéfico para evitar niveles altos de colesterol.

8. Regulador intestinal.

9. Juega un rol importante en la formación de los huesos.

10. Tambiíén en la metabolización de carbohidratos y proteí­nas.

11. Es útil en problemas de irritabilidad neuromuscular como tíétanos, epilepsia, etc.

12. Ayuda a disminuir lí­pidos (grasas) en la sangre y la arteriosclerosis purificando la sangre y vitalizando el cerebro, devuelve y conserva la juventud hasta avanzada edad.

13. Despuíés de los 40 años, el organismo humano comienza a absorber cada vez menos magnesio en su alimentación, provocando vejez y enfermedades. Por eso, el Cloruro de Magnesio debe ser tomado de acuerdo a la edad.

14. Previene y cura la próstata y hemorroides.

15. Previene la gripe

16. Alarga la juventud.

17. Evita la obesidad.

18 Es preventivo del cáncer.

19. Evita la arteriosclerosis.

20. Es un excelente laxante.

21. Modera los trastornos digestivos

22. Reduce la bronquitis.

23. Evita los sabañones.

24. Actúa como desodorante.

EDAD:

De 10 a 50 años: ½ dosis

De 51 a 70 años: 1 dosis a la mañana.

De 71 en adelante: Una dosis a la mañana y otra a la noche.

Para las personas de la ciudad, con alimentación de bajas calidades como refinadas y comidas enlatadas, deben consumir un poco más de Magnesio.

Para las personas de campo, la dosis puede ser un poco menos.

Ciertamente se conseguirá una persona escapar de todos los males simplemente por tomar Cloruro de Magnesio, pero el consumirlo hará que todo sea más gratificante y llevadero.

El Cloruro de Magnesio no crea hábito, no es un elemento quí­mico, es un elemento natural, sin ninguna contraindicación y es compatible con cualquier otro medicamento simultáneo.

INDICACIONES:

En la columna: Nervio ciática o lumbar, sordera por descalcificación.
Tomar una dosis por la mañana, otra por la tarde y otra por la noche.
Una vez obtenida la curación, se continúa tomando para evitar el regreso de la enfermedad, pero disminuyendo una o dos dosis por dí­a según la edad.

En artrosis: El ácido úrico se deposita en las articulaciones del cuerpo, especialmente en los dedos que se hinchan. Esto sucede porque los riñones están fallando por falta de magnesio: hay que tener cuidado, los riñones pueden estar deteriorándose.

Tomar una dosis por la mañana, si en 20 dí­as no siente mejorí­a, continuar con una dosis a la mañana y otra por la noche. Despuíés de la curación, continuar con la dosis preventiva mí­nima según la edad.

En próstata: Según cuentan, un anciano no conseguí­a orinar, y en la ví­spera de la operación le dieron a tomar 3 dosis y comenzó a mejorar; despuíés de una semana estaba curado, sin necesidad de cirugí­a. Hay casos en que la próstata vuelve a la normalidad.

Tomar una dosis por la mañana, 2 dosis por la tarde y 2 dosis por la noche. Al conseguir la mejorí­a, continuar con la dosis mí­nima según la edad.

En ataques de vejez: Rigidez ósea, calambres, temblores, arterias duras con colesterol en sus paredes internas, falta de actividad cerebral.

Tomar una dosis por la mañana, otra por la tarde y otra por la noche Al obtener mejorí­a, continuar con la dosis mí­nima preventiva.

En cáncer: todos tenemos predisposición a padecerlo. Consiste en cíélulas malformadas por causa de algunas sustancias o de presencia de partí­culas tóxicas. Estas cíélulas no se armonizan con las sanas, mas no son inofensivas, solo hasta cierta cantidad que el Cloruro de Magnesio consigue combatir utilizando cíélulas sanas. Felizmente el proceso canceroso lento, no causa dolores hasta aparecer el tumor, hay virus muy variados que invaden las cíélulas sanas produciendo ramificaciones El Cloruro de Magnesio, cuando la enfermedad está avanzada puede apenas frenar un poco la acción cancerosa, pero ya no cura totalmente, aunque hubo casos en que fue curado.

Existen indicios de que el cáncer es hereditario. El Cloruro de Magnesio es el mejor preventivo para el cáncer de mamas y para que el mismo no se degenere y forme tumores malignos.

Hay que evitar los alimentos cancerí­genos. Cloruro de Magnesio como remedio. Es suficiente que el cuerpo estíé normalmente mineralizado para que estíé libre de casi todas las enfermedades.

Es aconsejable para todos los casos en que se haya logrado la curación esperada, disminuir las tomas del Cloruro del Magnesio a las dosis mí­nimas preventivas según la edad, para evitar que regrese la enfermedad y luego, tambiíén es recomendado descartar las tomas durante 2 a 4 meses para despuíés continuar con perí­odos de 4 a 6 meses de dosis mí­nimas preventivas con el descanso intermedio mencionado.

La falta de magnesio en el ser humano puede provocar entre otras cosas: debilidad general, enfermedades degenerativas como el cáncer, tuberculosis, diabetes, tambiíén neuritis, trastornos nerviosos, debilidad en los huesos y anemia.