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Europa podría alcanzar en 2030 una reducción del 14,1 por ciento de las emisiones con efecto invernadero atribuidas al transporte, mediante el mayor uso del etanol, indican hoy evaluaciones de la consultora Ricardo Energy & Environment.
El estudio hecho para la patronal europea del etanol (ePure) tuvo en cuenta el cambio indirecto del uso de tierras y el empleo del E20 (20 por ciento de etanol y 80 por ciento de gasolina).
Los responsables políticos deben explorar el despliegue de combustibles de alto octanaje con E20 y vehículos con motores optimizados para su uso en el contexto de una reducción de emisiones en el transporte para 2030 y en el largo plazo hasta 2050, aconseja el informe.
El examen de la consultora consideró trabajos previos realizados para la Dirección General de Acción por el Clima de la Comisión Europea (CE) y la European Climate Foundation, a fin de evaluar las ventajas frente a combustibles fósiles convencionales como la gasolina y el diesel.
Según estimaciones elaboradas en España, el etanol fue el biocarburante que alcanzó los mayores descensos en gases de efecto invernadero, al registrar 73 por ciento de reducción con respecto a la gasolina.
De cara a 2050, la CE estima que en la Unión Europea los biocombustibles "se utilizarán cada vez más en la aviación y el transporte por carretera, ya que no todos los vehículos pesados del futuro serán elíéctricos".