Un enfoque que implica un riesgo de caída del 5% para el principal índice español y que coincide con la desbandada de los inversores durante los últimos días de las bolsas a la deuda y a otros activos refugio. Este miércoles, los intereses de la deuda reeditaron mínimos -con el bono español tocando el 0,17%- a la espera de nuevos estímulos monetarios por parte de los bancos centrales y el precio del oro alcanzó máximos de los últimos 6 años.
El miedo se alimenta de varias fuentes: principalmente de la escalda de tensión en la guerra comercial y secundariamente del riesgo de que el conflicto arancelario y de divisas acabe desembocando en una recesión global, a lo que, efectivamente, apunta la temida curva de tipos de Estados Unidos -el diferencial entre el interés que ofrece el bono a 10 años respecto al del 2 años-, al borde de la inversión.