Hola os paso columna escrita por mi primo en diariosigloxxi, despues de corre el maraton, saludos
Maratón de Madrid
Es difícil encontrar una explicación lógica pero más 8.200 personas no pueden estar equivocadas. Levantarse un domingo a las 7:00 de la mañana para calzarse las zapatillas y correr a lo largo de 42 kilómetros por las calles de Madrid no es un plan que seduzca de la misma forma que un Real Madrid-Barcelona. Pero a continuación les lanzo un reto: pregunten a alguien que ha corrido el Maratón de Madrid si disfrutaron más con esta locura o con el clásico del Bernabeu del pasado mes de abril. Si pudiíéramos hacer una encuesta a esos 8.200 corredores los resultados sorprenderían sólo a quienes no han vivido esta experiencia.
Y es que el Maratón de Madrid es probablemente el evento deportivo más emotivo de cuantos se celebran en la capital de España a lo largo del año. Como decía el eslogan de un famoso anuncio futbolístico: ver correr a una marea de ocho mil personas vestidas de azul turquesa por el Paseo de la Castellana a plena luz del día es una imagen que no tiene precio. Para todo lo demás, el fútbol, la televisión, la cerveza, las aceitunas y el árbitro de turno malpitando a un equipo modesto que tiene un pie y medio en segunda.
Por suerte para la salud de este país, el atletismo popular se está convirtiendo en uno de los mayores movimientos deportivos que se recuerda en el siglo XXI. Lo más saludable quizá no es correr un maratón cada domingo del año, pero entrenar durante meses bajo el sol, la lluvia, la nieve o contra el viento ayuda a una persona a aprender realmente lo que significa la palabra disciplina. Porque sólo así se puede lograr un físico que te permita correr el Maratón de Madrid, un autíéntico circuito de toboganes que finaliza en el parque más emblemático de la ciudad: el Retiro.
El torrente de sensaciones y estados de ánimo que te acompaña durante 42 kilómetros es indescriptible: euforia, miedo, ilusión, orgullo, rabia, dolor, alegría, pasión, felicidad, odio, bienestar, arrepentimiento... La batalla psicológica que se produce en tu cabeza es para no perdíérsela: de un instante a otro puedes pasar de la más absoluta de las euforias a un posible abandono por debilidad mental. El dolor de piernas que te acompaña durante la semana siguiente tampoco tiene desperdicio.
Hay quien dice, y yo estoy de acuerdo, que correr un maratón te cambia la forma de ver la vida. Donde antes veías grandes problemas ahora sólo notas pequeñas incomodidades cotidianas. La capacidad de sufrimiento que te proporciona correr un maratón es una enseñanza que no se puede estudiar en ninguna universidad ni comprar en ningún mercado. Sólo se aprende en zapatillas y sobre el asfalto de tu ciudad. Quien corriera en Madrid el pasado domingo sabe de lo que hablo.