Carlos Miquel | 04/02/2008
El sábado pasado Lewis Hamilton sufrió en Montmeló abucheos y silbidos cada vez que saltaba a pista, como le ha sucedido en las anteriores pruebas de Jerez y Cheste, pero sin más connotaciones. Y muchas de las 25.000 personas que acudieron al circuit se fueron al paddock a hacerse fotos con íél y respetarle como deportista. Pero la diferencia respecto a otras ocasiones fueron algunos intolerables insultos de índole racista que un reducido grupo de aficionados pudo haber realizado frente al box de McLaren. El equipo inglíés protestó al circuito contra esos presuntos insultos: "No nos apetece tener que entrenarnos con esta animadversión, no es justo cómo se trata a Hamilton", afirmó Indy Llull, jefe de su equipo de pruebas. Y la organización decidió cerrar la grada frente a los boxes, retirar las pancartas y cerrar el paso encima de la zona del garage. Trataban de evitar así, según Ramón Pradera, el director del Circuit, algo peor: "No podíamos consentir que pudieran suceder cosas peores como el lanzamiento de objetos".
Es la primera vez en toda la pretemporada que sucede algo así. La deleznable, incomprensible e inadmisible actitud de algunos fans llegó ayer amplificada por algunas informaciones tremendistas a la FIA, que no ha dudado en amenazar a los circuitos españoles con posibles sanciones. Al primero, al trazado barceloníés de Montmeló. Así lo explicaba ayer un portavoz a travíés de la página web 'Autosport.com': "La Federación está sorprendida y decepcionada con los abusos dirigidos a Lewis Hamilton. Los abusos de esta clase son una clara ruptura de los principios que sustentan los estatutos de la FIA y cualquier repetición de estos hechos causará unas graves sanciones".
Por supuesto, el portavoz de la FIA, del que no se facilita la identidad, no especifica quíé medidas podrían llegar a tomarse, pero desde Autosport se cita la posibilidad de que le llegaran a quitar al Circuit de Catalunya la organización del GP de España. O se vaya contra las autoridades nacionales automovilistas si los hechos se reprodujeran en Cheste o Jerez. En el artículo primero de la Federación Internacional se cita su repulsa sobre cualquier manifestación de racismo: "Rechazaremos cualquier manifestación racista, o discriminación política o religiosa que suceda en el transcurso de alguna de nuestras actividades, y se reserva el derecho de tomar acciones al respecto".
Es decir, el máximo organismo del automovilismo amenaza veladamente a España con retirar sus dos grandes premios si se repiten sucesos como el sábado. Y más si hablamos de la estrella absoluta de este negocio británico.
Menos mal que un portavoz de McLaren puso ayer algo de mesura y reconoció como suele sentirse su escudería en las pruebas: "McLaren ha corrido y realizado muchas pruebas en los circuitos españoles desde hace años y todo el equipo, incluido Lewis, recuerda con cariño el comportamiento de todos sus aficionados".
