Las cuatro grandes economías que integran el grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) demandaron ayer un sistema de divisas más diversificado, estable y predecible.
En el comunicado final tras su primera cumbre formal en la ciudad rusa de Yekaterimburgo (Urales), el BRIC aboga por un mecanismo más democrático y transparente de toma de decisiones en las organizaciones financieras multilaterales.
De acuerdo con algunas predicciones, las cuatro naciones que integran el BRIC, superarán a las economías líderes actuales a mediados de este siglo. De acuerdo con tales cálculos, con el tiempo el grupo expulsará .a Estados Unidos y Europa Occidental del centro de la productividad y el poder mundial.
El presidente de Rusia, Dmitri A. Medvedev, comentó que el motivo principal de la reunión fue demostrar que “el BRIC creará las condiciones para un orden mundial más justoâ€.
Los cuatro países producen alrededor del 15 por ciento del producto interno bruto del mundo y cuentan con aproximadamente el 40 por ciento de las reservas del oro y las divisas fuertes, pero no constituyen un bloque unificado y no realizan suficientes actividades comerciales entre sí para justificar una alianza de tal especie.
Rusia y Brasil exportan recursos naturales, China exporta productos manufacturados y la India basa su crecimiento fundamentalmente en la demanda domíéstica. Como tal, a esta última no le preocupa tanto la situación del dólar y de ninguna manera tiene la misma intención que Rusia de anotar puntos ideológicos en contra de Estados Unidos. Los países del BRIC concentran en torno al 40 por ciento de la población mundial, un 14.6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), un 12.8 por ciento del comercio, así como el 25 por ciento de la superficie terrestre del planeta.
El acrónimo BRIC fue acuñado por primera vez por un economista de Goldman Sachs en 2001 para referirse a los cuatro países de los que se esperaba que superaran a las economías más importantes de hoy en día para 2050 debido a su alto índice de crecimiento.
Además de la diversificación monetaria, el grupo pide más voz y voto para las economías emergentes y en desarrollo en esas organizaciones, cuyos dirigentes deben ser elegidos a travíés de un sistema de elección abierto y transparente.
El documento subraya que la reforma de la arquitectura económico-financiera mundial debe basarse en el fortalecimiento de la gestión de riesgos y las prácticas de supervisión financiera para evitar conmociones bursátiles, y tambiíén en la necesidad de una sólida base jurídica y en la compatibilidad de las actividades de los órganos nacionales de regulación con las labores de las organismos internacionales que establecen las normas.