“La montaña de efectivo que permanece al margen del mercado sigue siendo tan superior a lo visto en el pasado, que bastaría con que un número más pequeño de inversores volviera al mercado para dar un empujón a las cotizacionesâ€. Con esta rotundidad explica Fidelity uno de los efectos colaterales que ha provocado la crisis de los mercados financieros: la huida de la bolsa de los pequeños inversores.
Según los propios datos de la gestora, los activos monetarios en efectivo expresados como porcentaje de la capitalización bursátil de Estados Unidos son de aproximadamente el 40%. A pesar de que se han reducido desde su ríécord de marzo –cuando se aproximaron al 50%- este nivel sigue siendo bastante más elevado que el 27% de efectivo que se alcanzó en el anterior mercado bajista de 2000-2002 y considerablemente mayor que la media histórica, situada en el 16%.
Estos altos niveles de efectivo sugieren que muchos inversores siguen siendo escíépticos respecto a la evolución de la Bolsa, hecho que a menudo se considera como un indicador de sentimiento positivo para los inversores que siguen la teoría del sentimiento contrario. Pero tambiíén supone, como explica Fidelity, que muchos inversores llegaron tarde para subirse al tren alcista, o simplemente pedieron el billete.
En concreto, mientras las acciones subían con fuerza un 32,2% durante el periodo de tres meses cerrado en mayo de 2009, los activos de los fondos monetarios se redujeron tan solo un 2,8%. Este dato da a entender que un número elevado de inversores llegaron tarde a la fiesta o no participaron plenamente de esta vibrante subida, concluye la gestora.
En el fondo, la reciente recuperación replica patrones históricos de comportamiento inversor. De esta forma, un alto porcentaje de las ganancias totales de un mercado alcista se producen generalmente en los primeros meses, mientras la economía está en recesión y cuando un número de inversores excesivamente pesimistas que supera la media mantiene un elevado porcentaje de sus inversiones en efectivo.
Finalmente, Fidelity puntualiza que, dada la gravedad de la recesión actual y el descenso del mercado el año pasado, puede pasar más tiempo hasta que los inversores traumatizados vuelvan al mercado. Pero el efectivo en sus manos sigue siendo ingente, por lo que su entrada en bolsa podría tener un efecto positivo sobre las cotizaciones.
Despuess de registrar rentabilidades negativas en 2008 y comienzos de 2009, el índice S&P 500 ha subido más de un 36% entre el 9 de marzo y el 16 de junio. Estas ganancias han dado lugar a “uno de los comienzos de un nuevo mercado alcista cíclico más fulgurantes y fuertes de la historiaâ€, concluye Fidelity.
Fuente:finanzas.com