Dentro de ese túnel pueden pasar dos cosas: si la persona fallecida vuelve a la vida con la reanimación míédica, ahí finaliza su experiencia. En cambio, si la persona ha muerto continuará en ese túnel para experimentar lo siguiente:
Las personas que mueren ven en ese momento como se rompe el “cordón de plataâ€. Este cordón, del que habla la gente que ha tenido estas experiencias así como de quieren practican meditación y hacen viajes fuera del cuerpo, es el que uno el cuerpo físico con el cuerpo espiritual. Sólo se rompe cuando la persona muere, y una vez roto es imposible volver a la vida presente. Pues bien, cuando se rompe este cordón, la persona continúa en ese túnel, acompañada de familiares fallecidos o gente a la que amó, así como con sus guías espirituales. Entonces comienza la última etapa que conocemos. Mucha gente la ha descrito como “toda tu vida pasa por delante de ti como si fuese una películaâ€. Y, más o menos, así es. Lo que realmente sucede es que todos los acontecimientos de tu vida, todas las cosas que hiciste o que no hiciste, se reviven en ese túnel. Según el psiquiatra R. Moody, experimentas todas las emociones y sensaciones de tus acciones. Si hiciste daño, lo sentirás ahora. Si amaste, sentirás ese amor. Todo, absolutamente todo lo que hiciste sentir a los demás, lo vas a experimentar en este momento. Es aquí, en este momento, cuando entiendes la vida y su finalidad. Es aquí cuando tu conciencia se expande y eres capaz de acceder a todo el conocimiento. Sabes ya que todas tus acciones, tienen consecuencias. Sin excepción.
Esto es lo que algunas religiones llaman equivocadamente el “juicio finalâ€. Sin embargo, nadie te juzga, eres tú mismo el que se da cuenta de todo lo que hizo mal, el que experimenta todo el daño que hizo, el que siente todo lo bueno que llevó a cabo. En este “juicio personalâ€, además, se te plantea todo lo que pudiste ser y no fuiste. Todas las potencialidades que se te dieron y que no aprovechaste. Es, precisamente en ese túnel, con la ayuda de tus guías, donde decides si debes volver a la Tierra a seguir aprendiendo o debes quedarte ya allí, aprendiendo de otro modo.
“En la presencia de esta Luz, os dais cuenta de que toda vuestra vida aquí abajo no es más que una escuela en la que debíéis aprender ciertas cosas y pasar ciertos exámenes. Cuando habíéis terminado el programa y lo habíéis aprobado, entonces podíéis entrar†(E. Kí¼bler-Ross)