Desde que la gripe porcina que emergió en abril causó pánico en todo el mundo, haciendo que los especialistas se abocaran a combatirla, primero con la producción de una vacuna y ahora con un juego de video.
En un esfuerzo por aumentar la conciencia pública de la enfermedad, investigadores holandeses crearon un juego que reta a los participantes a controlar una nueva pandemia.
El juego comienza con imágenes de pacientes en camas y tumbas tras la llamada Gripe Española de 1918. Como jefe del ficticio ''Control Mundial de Pandemias'', el jugador escoge una variante del virus de influenza y monitorea entonces su diseminación.
Para combatir el brote, los jugadores emplean medidas como establecer un sistema de vigilancia, acumular vacunas y antivirus y cerrar escuelas y aeropuertos. Los jugadores tienen un presupuesto limitado y reciben la advertencia de que ''sus acciones para controlar el virus cuestan dinero, así que vigilen lo que gastan''.
Un conteo de la cifra de infectados y la cifra de muertes aparece encima del presupuesto. Historias en la prensa sobre el virus y la respuesta global -incluyendo disturbios en todo el mundo - aparecen de vez en cuando para ayudar a los jugadores a monitorear la situación.
''Es lo que está sucediendo en estos momentos, lo que está pasando en la vida real'', dijo Albert Osterhaus, jefe de virología del Centro Míédico Erasmus, quien diseñó el juego ''la Gran Gripe'' con colegas.
Osterhaus dijo que la forma en que se combate la pandemia en el juego, teniendo que escoger entre diversas intervenciones y aún así viendo como el virus se disemina, da a los jugadores un sentido de cuán difícil es tomar decisiones sobre la salud pública mundial.
El programa solamente puede jugarse en internet, en la página
www.thegreatflu.com, y es gratuito. Un portavoz de la Organización Mundial de Salud dijo el lunes que la agencia no estaba familiarizada con el juego y que sus miembros no habían tenido tiempo de jugarlo.
La OMS ha reportado casi 178 mil casos de gripe porcina en todo el mundo, con mil 462 muertes, aunque se piensa que esas cifras son mucho menores que las reales, pues los países más afectados ya no realizan análisis en todos los casos con síntomas de influenza.
A medida en que el virus se ha diseminado mundialmente, los países han tratado diversos míétodos para frenarlo y las compañías farmacíéuticas están apresurándose para producir una vacuna.