El Gobierno francíés quiere influir en la decisión sobre el lugar de fabricación de la próxima generación del Renault Clio y ha pedido explicaciones al fabricante automovilístico francíés, despuíés de que se hayan filtrado informaciones de que pretende que el ensamblaje completo de ese modelo se haga en Turquía.
El diario "Libíération" publicó hoy que el ministro de Industria, Christian Estrosi, ha convocado el próximo miíércoles al director general de Renault, Patrick Pelata, en medio de la políémica sobre los planes de la empresa para que el ensamblaje de la cuarta generación del Clio se haga exclusivamente en la factoría turca de Bursa.
Aunque el Ejecutivo no se haya pronunciado por el momento sobre esta cuestión, quien sí lo ha hecho es el portavoz del partido del gobierno UMP, Fríédíéric Lefebvre, que advirtió que "no es aceptable" que Renault deslocalice ese modelo, que ahora se produce en Bursa, en la fábrica francesa de Flins y en la española de Valladolid.
Lefebvre justificó su posición recordando que el Estado francíés y con íél los contribuyentes franceses se han rascado el bolsillo "para salvar Renault" en la crisis del último año.
Además de mejorar el paro parcial de los empleados del grupo francíés, se otorgaron tres mil millones de euros de fondos públicos en príéstamos a Renault, otros 275 millones para hacer de Flins un centro de excelencia en la producción de vehículos elíéctricos, además de los 400 millones que ha costado la prima al desguace en 2009, que ha favorecido a todas las compañías automovilísticas.
El portavoz de la Unión por una Mayoría Popular (UMP) señaló que con esa implicación del Estado francíés -que por si fuera poco es accionista de Renault en un 15%- la dirección no puede hacer lo que quiera.
La marca del rombo no ha confirmado las revelaciones de "La Tribune" sobre las intenciones de la dirección de que todos los coches del futuro Clio de cuarta generación se ensamblen en Turquía.
Sí ha explicado que para un coche de 14.000 euros como puede ser el Clio, producirlo en Turquía supone un ahorro del 10% respecto a Francia, y de los 1.400 euros de diferencia, 250 corresponden a la tasa profesional y 750 a cotizaciones sociales.
La producción del Clio actual se ha desplazado progresivamente a Bursa, de donde en el primer semestre de 2008 salieron 84.644 unidades, frente a las 64.686 de Flins y las 7.966 de Valladolid.
Los sindicatos franceses se quejan de que, en espera de que se concreten los proyectos del vehículo elíéctrico, la reducción de la cadencia del Clio supuso el pasado año la píérdida de entre 400 y 500 empleos en Flins.
El presidente de Renault, Carlos Ghosn, en cualquier caso ha dado garantías sobre el futuro de esta factoría de la región de París, al haberla elegido para el ensamblaje de uno de sus futuros modelos elíéctricos (el Zoe ZE), para fabricar baterías y como centro de reciclaje.
En diciembre, Ghosn subrayó que "el Clio se mantendrá en Flins mientras no sea completa el aumento de cadencia del vehículo elíéctrico". (Con información de EFE/JOT)