El desarrollo y la ejecución del Plan exige la planificación coherente y coordinada de la contratación de las obras. En este sentido, con esta autorización el Gobierno anticipa y planifica el esfuerzo inversor en materia de carreteras y contribuye por otra parte al mantenimiento de la actividad económica en el sector de la construcción.
En concreto, estos compromisos de inversiones ascienden a 2.507,1 millones de euros para 2009; 2.456,9 millones de euros para 2010; 2.206,2 millones de euros para 2011; y 1.855,2 millones de euros para 2012.
El presidente del Gobierno en funciones, Josíé Luis Rodríguez Zapatero, ya había anunciado en febrero que el Gobierno agilizaría las licitaciones de obra pública para garantizar la actividad en el sector de la construcción y compensar la destrucción de empleo en el segmento residencial.
Durante su participación en el Foro Perspectivas KPMG, organizado en colaboración con Europa Press, Zapatero afirmó que, aunque actualmente se está llevando a cabo un "ritmo fuerte" de inversión en infraestructuras, la intención del Ejecutivo es acelerar proyectos relacionados con las líneas de alta velocidad y autovías para "ayudar al conjunto del sector".