EL ZORRO Y EL OSO FRUTERO
Aquella mañana de sábado otoñal, la caza se le había dado muy bien al Zorro: ¡una gran liebre!. Que Foxy estaba preparando para la cena. La pareja del Zorro pronto se dio cuenta de que le faltaban algunos ingredientes para preparar uno de sus esplíéndidos guisos:
- Zorro, ¡tienes que hacerme un favor!.
- Tú dirás Foxy.
- Acíércate a la frutería del Oso y tráeme unas cebollas y unas cabezas de ajo.
- Salgo enseguida Foxy.
- Gracias cariño, no tardes, ¡que te conozco!.
- No te preocupes, vendríé lo antes posible.
En pocos minutos el Zorro se plantaba en la puerta de la frutería del Oso.
- ¡Hola Zorro!. Le saludó el frutero.
- Buenos días Oso, vengo con mucha prisa.
- ¡Quíé milagro, tú por aquí Zorro!. ¿Quíé...?. ¿Cómo va eso de la Bolsa?
- Bien, Oso, bien, ¡gracias!. Dame unas cebollas y dos cabezas de ajo.
El Oso, cogía la mercancía y la metía en sendos cartuchos de papel.
Mientras la pesaba, seguía con sus interminables preguntas al Zorro, llenas de interesada curiosidad:
- ¿Os debíéis estar forrando?. He visto en Tele Bosque, que la Bolsa está en máximos históricos.
- No veo grandes diferencias entre tu negocio y la Bolsa, Oso.
- La Bolsa es más difícil Zorro, hay que saber, conocer todas las acciones, Cuando comprar, cuando vender. En fin, ¡eso es para entendidos!.
- La gestión de cualquier negocio tiene sus tíécnicas y exige una cierta destreza y conocimiento, amigo Oso. La Bolsa no es una excepción.
Aquí, en tu negocio, tienes una gran variedad de frutas, verduras, hortalizas, tubíérculos, hierbas, setas, etc. etc.. Y en la Bolsa existe una gran variedad de acciones, de todo tipo, cada una con unas características determinadas.
- Claro Zorro, pero yo conozco el producto que vendo y de la Bolsa no se nada de nada.
- Quizá por que nunca te has preocupado, Oso.
Creo que tu negocio guarda mucha similitud con la Bolsa, y si has triunfado en este, tambiíén lo puedes hacer en los mercados.
- ¿Tú crees, Zorro?
- Si Oso, si.
- ¿Y cómo aprendo cual es el momento de comprar y de vender sin píérdidas?.
- Ja, ja, ja. En Bolsa alguna píérdida encajarás, Oso. Lo importante es que las ganancias las superen ampliamente.
- ¡Ah!, ¿así que tambiíén se pierde?
- Tal como la fruta que no vendes a su debido tiempo pierde valor e incluso la tienes que tirar, lo mismo sucede en la Bolsa, con algunas acciones, si no las venden en su momento, puedes perderlo todo.
- Pero..., ¿cómo conozco yo las acciones que son buenas?.
- La información que está disponible en la CNMV ayuda mucho. La comparativa con otras acciones de características similares tambiíén. El análisis tíécnico, que es una excelente herramienta de ayuda y la intuición, la imaginación y la experiencia, son esenciales para triunfar en los mercados. ¡Aunque nunca hay que olvidar la suerte!.
- Te veo muy puesto en el tema, Zorro. Pero uno no tiene esa habilidad para las finanzas.
El Zorro miraba el reloj y se daba cuenta de que se hacía tarde, su Foxy estaba esperando las cebollas y cabezas de ajo. Pero no quería dejar al frutero con el tema a la mitad:
- Para llevar bien tu negocio, tienes que elegir bien la fruta. Que sea de calidad, que no estíé excesivamente madura, que tenga buena venta etc. etc.. Yo mismo se, que las peras limoneras se pasan enseguida, que los plátanos verdes pueden durar unas tres semanas y que las patatas se conservan bien durante meses. E incluso que las nueces las puedes guardar un año o más.
- Claro Zorro, ¡ese conocimiento es imprescindible!.
- Bien Oso, pues aún así, todos sabemos que pese a las distintas tíécnicas, solo se sabe si un melón está bien, abriíéndolo y degustándolo.
Y aunque tengas la mayor de las experiencias, alguna fruta se pasará por falta de venta, otra porque ya venia “picadaâ€.... En Bolsa, es igual, algunas inversiones solo puedes saber si tendrán íéxito despuíés de realizarlas, otras sabes que no perderás dinero, pero tampoco te harás rico y en otras, sabes que son pura pirueta financiera. Una especulación concreta, más o menos rápida en la que tienes que poner en juego toda tu habilidad y conocimientos.
¿Nunca has comprado una buena partida plátanos u otras frutas, esperando ganarles un buen pico?.
-Claro Zorro, ese es uno de los pilares de este negocio.
- Bien, pues estás especulando, igual que en la Bolsa, cuando se compran determinadas acciones para obtener un buen beneficio. La mecánica es muy parecida, Oso.
- ¿Y como diferencio las acciones?
- Tú, conoces las distintas variedades y especies que comercializas. Cual es su aspecto, su tiempo de maduración, su salida en el mercado. Incluso sus características nutritivas. Eso es lo que debes saber de las distintas empresas y sus acciones: ¿Cuánto gana la empresa?. Cotizaciones históricas. Cuantas acciones puedes vender en un día. A que precio están otras de similares características, etc. etc.. Solo un profundo conocimiento de lo que compras y vendes y el oportuno momento de compra y venta, te darán el triunfo financiero.
- Entonces, ¿cada acción tiene su momento de compra y venta, Zorro?
- Lo mismo que los vegetales que tu vendes tienen sus ciclos de venta y varían los precios según el mercado y la estación en que nos encontramos. Otro tanto ocurre con las acciones. Unos días están a un precio y otros, a otro diferente.
¿Por quíé las judías están a casi tres euros en el mes de Mayo o Junio y despuíés bajan tan rápidamente?.
- ¡Eso es fácil Zorro!, por que escasean. La demanda y la oferta marcan siempre los precios, aunque a veces los intermediarios los manipulan en su provecho.
- Tú lo has dicho Oso, la Bolsa tambiíén se rige por la oferta y la demanda. Cuando el papel, osea las acciones, escasea, suben de precios, cuando abunda, bajan. En la Bolsa tambiíén existen los intermediarios que manipulan los precios, en ocasiones a su antojo, haciendo subir las acciones.
- No es verdad, Oso, que en determinados momentos te arriesgas comprando para su reventa, tal o cual fruto exótico. Simplemente para probar o para ofrecer a tus clientes algo distinto.
- Cierto Zorro, y más de una vez lo hemos tenido que consumir nosotros e incluso tirarlo a la basura por falta de demanda.
- Ya ves Oso, asumes riesgos al comprar tal o cual fruto. En Bolsa eso ocurre a diario.
El Oso, muy agradecido por la información, le regaló un buen ramo de uvas de moscatel al Zorro:
- Muchas gracias Zorro, llíévale este regalo a Foxy, le encantan esta variedad de uvas.
- Gracias a ti Oso, hasta otro día.
El Zorro partió como un rayo rumbo a su madriguera, habían pasado dos horas desde su partida y Foxy estaría impaciente por su tardanza.
Por su parte, el Oso quedó meditando: ¿Tendría razón el Zorro?. ¡Realmente se parecen los negocios de la fruta y la Bolsa!.
¡El úrsido había decidido probar la inversión en los mercados, basándose en las tíécnicas que usaba en su negocio!.
- A fin de cuentas, -pensaba- Oso que tiene miedo a las abejas, Oso que no saborea la miel.
Reservados todos los derechos.
