El Ibex coge el piolet e inicia la escalada
Publicado en Expansión por Josíé Antonio Fernández Hódar
Si alguien nos preguntase si hay motivos para que la bolsa suba como quien tiene prisa por llegar a no síé donde, habría que responder que no. Pero si la pregunta fuese si hay razones que justifiquen un desplome, tambiíén la respuesta sería que no.
No se trata de un trabalenguas, ni de afirmar que no toca subir ni bajar, sino todo lo contrario. Y ahí precisamente es donde estábamos. En una zona de aparcamiento sin presión de la demanda para hacerle subir, porque nadie, salvo el Gobierno, con el que hoy no nos vamos a meter, ve síntomas de recuperación. Pero sin que la oferta logre llevar la voz cantante y provoque un desplome de los precios, sumándose a la acción de los bajistas, con los que hoy tampoco nos vamos a meter, porque con el nudo que deben de tener en la garganta, en el pecado llevan la penitencia. Y tampoco es cuestión de que se amarguen. Estamos en una fase bursátil en la que las alegrías de hoy son los llantos de mañana.
Seguimos siendo alcistas, pero dentro de un orden. Hay días, como el pasado viernes, en los que el Ibex no subió más porque sonó la campana, en los que la bolsa se pone anteojeras. De esas que se ponen en la cabezada de las caballerías para que sólo miren hacia adelante. Y delante lo que tiene el Ibex 35 es a Wall Street . Por lo tanto, no mira hacia Grecia, ni hacia abajo, para ver cómo está el suelo patrio.
No hay que cogerse un disgusto pensando que se me ha escapado la subida. Habrá otras. Ya verán cómo el primer día en el que las bolsas norteamericanas recojan beneficios se nos pone cara de acongojados. Abrimos el cajón de las malas noticias, hoy aparcadas, y en dos jornadas de retrocesos se pierde lo ganado en las siete alcistas anteriores.
Si observamos el gráfico del Ibex en sólo cierres, suprimiendo el ruido que provocan los máximos y mínimos de cada jornada, que era lo que aconsejaba el padre del análisis tíécnico, nos daremos cuenta que el viernes quedó atrás la primera zona de resistencia. Ahora toca consolidar los avances y hacer un alto en el camino, un escalón más arriba del precedente. Si lo hace así, maravilloso, se aprovecha el descanso para tomar posiciones y acompañarle en el próximo tramo alcista. Pero si continúa subiendo, aunque con el apoyo de los grandes, hay que ir pensando en darle el papel a los inversores que vayan subiendo al tren y desearle un feliz aterrizaje.
El viernes asistimos a una jornada con dos partes muy diferenciadas. Hasta las 15,30 horas el Ibex se mantuvo muy plano, bailando alrededor de los 11.250 puntos, a la espera de que Wall Street diese la venia para subir. Un comportamiento similar observamos en el DAX 30 de Francfort y en el CAC 40 de París.
La apertura al alza de la bolsa norteamericana fue el pistoletazo de salida y nuestro principal indicador llamó a la puerta de los 11.400 puntos. Ahora hay que cruzar los dedos para que Wall Street aguante. Porque si al cierre se viene atrás, el lunes se nos caen los palos del sombrajo. Si ocurre, será sólo un traspiíés, porque hay ganas de subir y dinero suficiente para que tenga lugar, pero sin prisas ni carreras. poco a poco iremos ganando altura.
