El recorte salarial en el sector público -un 5% como media- tendrá efectos sobre el sector privado. Y no de manera irrelevante. Todo lo contrario. Informes que prepara el servicio de estudios del BBVA hablan ya de que la contención salarial en la Función Pública tendrá un ‘efecto arrastre’ sobre los salarios pactados en convenio, lo que significa que este año la negociación en las empresas privadas ofrecerá resultados más adversos de lo esperado inicialmente para los trabajadores.
La parte positiva, según el BBVA, es que la contención salarial tendrá efectos positivos sobre los márgenes empresariales, lo que facilitará la recuperación económica al favorecer los procesos de inversión, tanto en capital fijo como en plantillas. Son los llamados 'efectos no keynesianos' derivados de una política de ajuste fiscal. En concreto, algunos estudios estiman que una reducción del 1% en el peso de los salarios del sector público en el producto interior bruto representa un impacto en la ratio de inversión privada respecto del PIB de 0,48 puntos, en el corto plazo, y de 2,56 puntos acumulados en un periodo de cinco años, tal y como ha reflejado David Taguas, presidente de Seopan, en un reciente artículo.
El BBVA, de esta manera, cuestiona los argumentos de quienes sostienen que el plan de ajuste anunciado por el presidente Zapatero el pasado miíércoles tendrá efectos negativos sobre la actividad económica. Todo lo contrario. A la luz de lo ocurrido en Irlanda o Dinamarca en los años 80, se considera que un plan de austeridad intenso como el que está planteando el Gobierno “puede tener efectos positivos sobre la actividadâ€, en particular sobre los salarios en el sector privado. Aunque es evidente que el menor consumo público tendrá consecuencias adversas sobre el crecimiento económico a corto plazo (de ahí que Zapatero anunciara una revisión de "unas díécimas" en el crecimiento del PIB), se considera que en tíérminos macroeconómicos es más relevante el comportamiento del sector privado (85% del PIB), cuyos salarios tenderán a imitar lo que ha sucedido en el sector público. Las empresas tendrán nuevos argumentos para justificar una mayor contención salarial.
Se moderan los salarios
Aunque todavía es muy pronto para conocer el resultado final de la negociación colectiva, lo que hoy reflejan las estadísticas es una caída intensa de la revisión salarial. Hasta el punto de que hasta abril los salarios han subido un 1,3%, por debajo del 1,6% con que arrancó el año. El índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), mientras tanto, refleja un incremento del 1,6% de aumento en tasa interanua, lo que indica que este año de ajuste económico los salarios perderán poder adquisitivo. En particular en los convenios de empresa, que suelen reflejan un aumento menor de los salarios en relación a los convenios de sector.
En concreto, y según los datos más recientes del Ministerio de Trabajo, los salarios pactados en las empresas están creciendo únicamente un 0,9%, mientras que los de ámbito superior (principalmente sectoriales) aumentan a un ritmo del 1,3%. Se trata de la revisión más baja prácticamente desde que hay series históricas sobre negociación colectiva y su evolución es especialmente significativa en industria y construcción, donde crecen un 0,9%. En agricultura (1,5%) y servicios (1,4%) los salarios tienen mayor resistencia a la baja.
Ese 0,9% de aumento en las empresas que recogen las estadísticas es, sin embargo, engañoso, ya que incorpora subidas plurianuales que corresponden a pactos firmados con anterioridad. Los convenios nuevos, por el contrario, suben menos que los pactados con anterioridad.
La evolución de los salarios es, en cualquier caso, coherente con lo pactado por UGT, CCOO y CEOE en febrero de este año. El Acuerdo interconfederal habla de una subida de "hasta" el 1% para este año, y entre el 1% y el 2% en 2011. Esa subida es, con diferencia, muy superior al recorte aprobado para los empledos públicos, y de ahí que ahora se considere que se vaya a producir el llamado 'efecto arrastre'.
La negociación colectiva de este año, en todo caso, está muy retrasada respecto de otros periodos. Hasta el mes de abril se han firmado únicamente 1.380 convenios colectivos, casi la tercera parte de los suscritos el año pasado por esas mismas fechas. Se trata, incluso, de una cifra muy inferior a los 2.731 convenios firmados hasta abril de 2008. Tan sólo 315 empresas han pactado ya sus relaciones laborales para este año, frente a las 725 del año pasado. O dicho en otro tíérminos, 2,78 millones de trabajadores están ya concernidos por un convenio colectivo, cuando el año pasado, en las mismas fechas, afectaba a 6,77 millones de trabajdores.