Rodrigo Rato ha convertido el aceite de oliva en una de sus prioridades. El presidente de Caja Madrid participa personalmente en la operación de rescate de Corporación Sos, donde la entidad madrileña posee un 10%. Entre sus prioridades figura la búsqueda de un inversor cualificado que contribuya a rebajar la deuda de 1.400 millones de euros y a participar en la gestión de una compañía. Bajo estas premisas, la caja ha ofrecido participar en la ampliación de capital de 200 millones que hay pendiente al productor de aceite portuguíés Sovena y al grupo de alimentación español Ebro, que acaba de vender su negocio lácteo de Puleva.
Según reconocen fuentes implicadas en la operación, Caja Madrid ha mantenido contactos con ambos potenciales inversores para convencerles de la oportunidad de invertir en Sos Corporación y participar en su gestión. La entidad madrileña está realizando estas gestiones al margen del trabajo que tiene mandatado el banco de negocios Credit Suisse, encargado de negociar la reestructuración de la deuda de 1.100 millones de euros que arrastra la antigua compañía de la familia Salazar. De hecho, antes de que se formalice la entrada de cualquier futuro inversor, la compañía aceitera debe haber cerrado un nuevo marco para toda su deuda.
La principal exigencia impuesta por los potenciales inversores tiene que ver con la aceptación de una posible quita de los bancos acreedores, que forman un sindicado de 1.100 millones. Esta hipótesis está totalmente descartada desde la compañía, por lo que la entrada de cualquier nuevo accionista está sometida aún a demasiadas incertidumbres, buena parte de las cuales pueden despejarse hoy mismo, día en que Sos presentará a los acreedores la propuesta de refinanciación desarrollada con el steering comittee -compuesto por las entidades con más críédito comprometido- para cerrar un acuerdo final sobre las condiciones de la nueva deuda.
De momento, tanto la compañía como el núcleo duro de los acreedores va a proponer a las cajas accionistas y a la vez acreedoras, como Cajasol, Caja Granada, Cajasur, CCM y Unicaja, que capitalicen los 167 millones de euros que tienen comprometidos como críédito. A esta propuesta tambiíén se ha sumado la conversión de los 300 millones de deuda preferentes en equity y la aportación de las cajas de 60 millones vía críédito participativo. En caso de ser aceptadas estas condiciones, Sos Corporación tiene previsto realizar una ampliación de capital para los minoristas y una posterior reducción (operación acordeón).
Una vez definido este escenario, el gigante del aceite mundial tiene pensado llevar a cabo una ampliación de capital que le permita rebajar su deuda. Para esta ronda, la compañía cuenta con el compromiso de Caja Madrid, que aportará sobre 30 millones, y de Daniel Klein, accionista de referencia que cuenta con respaldo de inversores saudíes para llegar hasta los 20 millones. Los restantes 150 millones han sido ofrecidos a Sovena y Ebro, que con ese desembolso se convertirían en accionistas de referencia de Sos Corporación, con poderes para participar en la gestión de la compañía, que lleva un año y medio con los Salazar fuera.
La alternativa de los portugueses de Sovena, productores del aceite que Mercadona vende bajo la marca Hacendado, líder por ventas, y compradores de los olivares que Sos tenía en Portugal, podría incurrir en temas de competencia, dado que con las referencias de Koipe y Carbonell coparía casi un 40% del mercado. Por parte de Ebro, su reciente desinversión de Puleva le ha colocado en una situación financiera envidiable, sin deuda, lo que le había convertido en principal candidato para quedarse con la división de arroz de Sos Corporación, cuya venta se ha suspendido ante las ofertas por debajo de 200 millones recibidas.