Lycos acaba en manos de una desconocida empresa india
por Ainhoa Gimíénez, Bolságora
Nos van a permitir hoy una pieza nostálgica de aquellos maravillosos años de la burbuja tecnológica en los que nació Bolságora. Pero, aparte de la nostalgia, nos deja una lección muy importante para los tiempos actuales: las consecuencias de una burbuja como aquella, o como la inmobiliaria y crediticia de los últimos años, pueden prolongarse durante muchos más años de los que nadie puede imaginar.
Ayer salió la noticia de la venta de Lycos, que estaba en manos de una empresa coreana llamada Daum Communications, a una desconocida firma india de marketing llamada Ybrant Digital por... 36 millones de dólares. Es en lo que se ha quedado una de las estrellas de la burbuja puntocom que fue vendida hace una díécada por 12.000 millones. No somos nadie.
Lycos fue fundada en 1994 y salió al Nasdaq dos años despuíés. La empresa buscaba entonces abrirse camino en la incipiente idea de ofrecer búsquedas y contenidos en Internet gratis, sólo apoyados en la publicidad.
La opv de Lycos llegó sólo unos meses despuíés del primer gran aldabonazo de la fiebre por Internet que se venía encima, que fue la opv de Netscape (¿alguien se acuerda de Netscape y su entonces ubicuo Navigator, por el que los navegadores se llaman navegadores?).
En el año 2000, los fundadores de Lycos, que entonces competía cara a cara con Yahoo. mientras Google apenas había empezado a dar sus primeros pasos, dieron el gran pelotazo con la venta de la empresa a la española Terra (¿alguien se acuerda de Terra?) por unos exorbitantes 12.500 millones de dólares. Daum compró Lycos a la que ya era una unidad de Telefónica en 2004.
En los últimos años, el portal ha desarrollado servicios como videoconferencia o juegos para varios jugadores online. Y en los comunicados emitidos ayer, se insiste en que Lycos es una marca global que no necesita presentación, que el año pasado alcanzó la rentabilidad por primera vez en su historia... Vanos intentos de maquillar la triste realidad de esos 36 míseros millones.
El comprador, Ybrant Digital, es una empresa que tiene acuerdos con Microsoft o Yahoo y que pretende combinar "los beneficios de la red global de Ybrant con los que Lycos tiene que ofrecer en la creación de un destino global atractivo para nuestros anunciantes en todo el mundo". Es inevitable preguntarse quíé es eso que Lycos tiene que ofrecer.
La moraleja, como decíamos antes, es que una burbuja puede tardar muchísimos años en purgar sus excesos, sobre todo cuando íéstos han sido tan exagerados como los cometidos en la burbuja puntocom a finales de los 90 y principios de esta díécada. O como los cometidos en la inmobiliaria, con unos precios que alcanzaron niveles estratosfíéricos -en EEUU y tambiíén en España- y que, pese a las caídas de los dos últimos años, siguen por encima de cualquier valoración racional de los activos.
Otra lección que cabe extraer del asunto de Lycos es que la tendencia a que las firmas de países emergentes sean las que compran a las de otros países emergentes cada vez es mayor, al contrario de lo que había sucedido en la última díécada. En lo que va de año, el 78% de las compras de empresas de mercados emergentes (sobre un total de 507.400 millones de dólares) ha corrido a cargo por empresas de estos países, frente al 56% del año 2000. Y el siguiente paso, que ya lleva años en marcha, es que las empresas emergentes se compren a las de los países desarrollados.
