Todo el mundo quiere al pequeño ahorrador
por Juan de Portillo en Cinco Días
La guerra por captar los recursos del pequeño ahorrador ha alcanzado su clímax. En este particular mercado de abastos cada vendedor trata de gritar más fuerte y de ofrecer la mejor oferta. De por sí revuelto, el zoco de los ahorros terminó por alborotarse el viernes, con al emisión del controvertido bono catalán al 4,75% de interíés anual. Una cifra que ha caldeado aún más la disputa que ya iniciaron las entidades bancarias por ofrecer el depósito más rentable. La posterior incursión de las aseguradoras, el mostrador habitual de las emisiones corporativas y una Bolsa que anuncia su resurgimiento terminan de completar el escaparate que se presenta ante el pequeño ahorrador.
Semejante interíés por dinero del particular radica en que la financiación escasea para todos. El grifo del BCE está comenzando a cerrarse, por lo que bancos y cajas de ahorros luchan por captar el mayor pasivo posible aun a costa de sus propios márgenes. "Nunca hemos pagado tanto a cambio de tan poco", revelan fuentes del sector. Una jugada arriesgada teniendo en cuenta que el negocio del críédito continúa paralizado. La situación no es mejor para el ente público. El caso catalán es paradigmático. Incapaz de colocar deuda en los mercados desde marzo, la Generalitat ha pasado a competir directamente con el sector privado. Y el resto del mercado no quiere quedarse atrás. Las ofertas que el particular puede encontrar para rentabilizar sus ahorros son abundantes y variadas y su motivación es la misma, la búsqueda de financiación.
Bonos públicos
La gran sorpresa de la temporada es sin duda el bono catalán. Con la deuda autonómica más abultada de España y unos mercados recelosos, la Generalitat se ha lanzado de lleno a la competición por el ahorro del particular. Lo hace con una apuesta demoledora. Ofrece una rentabilidad del 4,75% TAE con un bono a 12 meses del que responde la comunidad autónoma y que, a diferencia de los depósitos más rentables, no exige otros requisitos de vinculación. "El bono puede venderse en el mercado secundario, y dependiendo de cómo evolucione la deuda, se puede obtener más de lo que costó", explican en una oficina de Catalunya Caixa. La jugada de la Administración catalana "ha abierto un camino que otras comunidades podrían seguir", explican con cierta preocupación desde la banca, que admite que las emisiones "compiten directamente con los depósitos a plazo fijo de las entidades". La comercialización de los bonos, que comenzó ayer, "va a drenar unos 2.500 millones de euros que no irán a depósitos. Es una cifra importante", explican desde una entidad.
Las emisiones catalanas superan con creces, además, la rentabilidad de los bonos del Tesoro. En la última subasta de deuda pública, las letras a 12 meses se colocaron a un tipo de interíés medio del 1,82%. Incluso el bono a 5 años del Estado se paga por debajo, a un 2,96%.
Por el momento, no obstante, el resto de Gobiernos autonómicos no ha dado señales de que vayan a seguir el ejemplo catalán. En la Comunidad de Madrid, que se vio obligada a suspender una subasta de 500 millones de euros en agosto, niegan que tengan que recurrir a esta medida, dado que lograron colocar una emisión similar al 3,87% a comienzos de este mes.
Más cauto se muestra el consejero de Economía de la Generalitat Valenciana, otra de las regiones con más problemas de financiación. Gerardo Camps admite que la posibilidad "no se puede descartar para un futuro", si bien asegura que por el momento "no se contempla".
Depósitos
La batalla original por el ahorro nació en el sector de la banca. La falta de liquidez ha disparado los tipos de interíés que están dispuestos a ofrecer. Con unos ahorros de 20.000 euros de los que espera sacar rentabilidad, un ciudadano que se pasee por las distintas sucursales encuentra variadas ofertas.
"Ofrecemos un 4% a un año, pero podríamos llegar a un 4,25%", responden en Catalunya Caixa. Y aunque domiciliar la nómina acerca la oferta al rango más alto de esta banda, no se exige ninguna vinculación. De hecho, hasta hace poco la entidad ofrecía un 4,75% de interíés bajo estas condiciones. En las oficinas dicen haber rebajado dicha cota "por la situación del mercado", pero la cifra causó revuelo ante el sector, dado que la entidad ha recibido ayudas públicas del FROB e ingresará además la comisión del 3% que paga la Generalitat por la comercialización de sus bonos, de idíéntica rentabilidad. La entidad, en cualquier caso, ha reaccionado a las críticas, y lo que ofrece ahora es una rentabilidad superior al 4% durante dos años, pero con la posibilidad de rescate a los 12 meses sin penalizaciones. "Si dentro de un año ha acabado la subida de tipos y están más bajos, te quedas con nuestra cifra, si no te vas a otro depósito más rentable".
En este rango de rentabilidad, lo más parecido está en el Depósito Gasol del Banco Popular, que da un 4% a nuevos clientes que ingresen más de 300 euros. Se exige, eso sí, abrir cuenta en la entidad, cuyo coste de mantenimiento -si no se domicilian nómina ni recibos- es de 19,5 euros al semestre.
Tambiíén puede resultar interesante el 3,75% que Caja Madrid paga a un año sin exigir ninguna vinculación. Eso sí, se puede obtener un 4,25% de rentabilidad con la entidad madrileña a cambio de comprometerse con ella con una imposición a 36 meses de plazo.
En Banesto, a su vez, han optado por la estrategia de pago en especie típica de la atracción de nóminas. La nueva campaña de estas oficinas regala un iPad por abrir un depósito a 18 meses, que además tiene una rentabilidad del 2,23% TAE.
En cambio, los dos grandes bancos españoles han comenzado a relajar su ritmo. Santander, que lanzó una ofensiva en primavera con una depósito al 4% TAE, se limitan a ofrecer ahora en sus oficinas un 2,2% a 24 meses. BBVA, por su parte, ha rebajado la rentabilidad de su depósito a 12 meses desde el 3,75% a sólo un 2%. "La competencia por los depósitos está acabando, ahora ya vamos a ir reduciendo estas cifras tan altas de rentabilidad", explican en una oficina de la entidad al ser preguntados por este cambio en la oferta.
"Remunerar los depósitos muy por encima de los tipos de interíés no es una estrategia sostenible en el tiempo", coinciden fuentes de Barclays, que ofrece un 4,47% TAE a 15 meses para nuevos clientes. Sin embargo, no todo el mundo lo tiene tan claro. "Que los tipos sigan subiendo dependerá de que los mercados vuelvan a abrirse a las entidades", explica Ramón Gras, director de banca de particulares del Sabadell. "La situación la marcarán los líderes", expone Gras, quien marca el gíénesis de esta lucha en el 4% que lanzó Santander. "Ahora estamos todos sobre el 4,5%", cuenta. Es la cifra que su banco ofrece a nuevos clientes que domicilien nómina o contraten un plan de pensiones. "Estamos todos luchando por el mismo ahorro, por la parte del pastel que queda", resume Gras.
Seguros de ahorro
Y cuando más tensa era la competencia entre las distintas firmas financieras por hacerse con los pequeños ahorradores, un nuevo grupo de competidores entró en la carrera. Se trata de las aseguradoras, que están mejorando la rentabilidad de sus seguros del ahorro, cuyas condiciones recuerdan mucho a las que ofrece la banca. Uno de los que más ha sonado es el lanzado por Mutua Madrileña, que ofrece un 4,25% TAE hasta final de año. El seguro puede contratarse desde una cuantía mínima de 30 euros y tiene una duración ilimitada. La parte del seguro queda cubierta con una póliza de 1.200 euros en caso de defunción del beneficiario, así como el reintegro de los intereses generados hasta el momento del fallecimiento.
Mapfre, por su parte, ha lanzado su plan Confianza, un programa mixto que conjuga un depósito a 12 meses al 4,5% TAE, más la inversión de la otra mitad del montante en un fondo asociado al euro durante cuatro años. El mínimo para entrar está en los 6.000 euros.
Del lado de los intereses crecientes está Santa Lucía, que ofrece su Maxiplán, que incrementa su rentabilidad desde el 1,75% el primer año al 5,5% en el quinto. En total un 2,82% TAE, con una inversión mínima de 3.000 euros.
Deuda privada y Bolsa
Más allá del panorama clásico de los depósitos bancarios -y sus equivalentes en las aseguradoras- al ahorrador siempre le queda la posibilidad de optar por apuestas más arriesgadas. Existen, por supuesto, multitud de fondos de inversión, y todo el mercado de renta variable a su disposición. Destaca en este último la inminente salida a Bolsa de Enel Green Power, cuyas acciones se comercializarán en principio en una horquilla de entre 2,1 a 1,8 euros.
Tambiíén aparecen las emisiones corporativas de las compañías. Zinkia ofrece los llamados bonos Pocoyó, en honor a su conocido personaje de animación. La emisión, a tres años, comporta una elevada rentabilidad del 9,75% anual, una cifra en consonancia con el riesgo que aprecia el mercado. La compra de estos bonos, cuya emisión está registrada en la CNMV, puede realizarse hasta el 12 de noviembre a travíés de Renta 4.
1.000 millones el primer día
El bono catalán a un año, al 4,5%, tuvo una demanda cuantificada en 1.000 millones de euros el primer día, sobre los 2.500 que prevíé emitir Cataluña. l El prorrateo favorecerá al pequeño inversor que podrá solicitar el bono hasta el 12 de noviembre. Sólo entonces se hará la adjudicación garantizando primero las peticiones de menor volumen, que se inician en 1.000 euros.
"Ojo a la letra pequeña"
La fuerte competencia que bancos, cajas de ahorros, aseguradoras e incluso Administraciones públicas, como Cataluña, mantienen por captar el dinero de los pequeños ahorradores beneficia, a priori, a estos últimos. Pocas veces el particular encuentra rentabilidades tan altas a su disposición a la hora de comprar un bono público o de contratar un depósito bancario. Los expertos, sin embargo, advierten que hay que andarse con cuidado.
"Mucho ojo con la letra pequeña", apunta Víctor Alvargonzález, director de Profim, compañía especializada en el análisis de productos financieros.
Alvargonzález argumentan que "el extratipo" que ofrecen hoy día muchas firmas de la banca "al final tiene que pagarlo alguien. Y o lo pagan las entidades, y es un peligro de cara al futuro de sus balances, o bien se lo cobran a los clientes en comisiones u obligándoles a comprar otros productos en paralelo". Como ejemplo, cita la posibilidad de "contratar un depósito con rentabilidad alta, pero con el que te obligan a invertir el 50% en un plan de pensiones que díé mala rentabilidad". "Al final, termina siendo una mala inversión", asegura el analista, que recomienda siempre "buscar la inversión alternativa".
"El inversor español prefiere ir al depósito que comparar", sostiene, "y a la banca le conviene". Sin embargo, explica, "la inversión en un fondo de renta fija de alta calidad crediticia, como bonos alemanes o norteamericanos, o de empresas muy solventes, como Telefónica o Microsoft", resulta "más rentable y más seguro" que las ofertas que hay hoy en las oficinas.
Pese a todo, los hábitos del ahorrador español están cambiando. El último informe de Accenture refleja que el particular prefiere ya una mayor rentabilidad en otra firma que mantenerse fiel a su entidad habitual, como venía ocurriendo. El inversor, además, se ha vuelto más cauto y exigente en cuanto a la calidad de los productos que contrata.
De hecho, el estudio habla de "un nuevo mundo para la banca en el que el cliente finalmente ha asumido el control". Y ahora mismo su decisión se ha desplazado mayoritariamente hacia el "ahorro", lo cual tambiíén ha influido en la estrategia del sector para captar nuevos clientes.