Los hermanos Jesús y Jaime Salazar, antiguos presidente y consejero delegado de SOS, respectivamente, utilizarán todas las armas a su alcance para frenar las ampliaciones de capital por 596 millones que tiene previsto aprobar hoy la junta de accionistas de la compañía. Los Salazar impugnarán la asamblea, de la que pueden salir sensiblemente diluidos.
Si todo sale como está previsto y se aprueban las tres ampliaciones, las cajas y la banca acreedora podrían controlar más del 50% del grupo. Los hermanos Salazar, en concurso de acreedores para proteger su participación del 25,69%, que se encuentra pignorada, se diluirán hasta el 4,33% de la compañía resultante.
Los minoritarios, a la Audiencia
Su situación no es fácil, porque se enfrentan además a un nuevo problema en la Audiencia Nacional. La Asociación Española de Accionistas Minoritarios (Aemec) se ha personado por primera vez en su historia como acusación particular ante el juzgado en la causa penal contra los ex ejecutivos de SOS, sumándose así a la querella presentada por la compañía ante el presunto desvío de 240 millones de euros.
Mientras tanto, se mantiene la puja abierta por el grupo, en la que ya no participarán los Ruiz-Mateos. Tras múltiples intentos y la búsqueda incluso de socios para presentar una oferta conjunta, Nueva Rumasa anunció ayer que abandona "ante la falta de interíés mostrada por sus principales accionistas (...) prestando más atención a los intereses de multinacionales extranjeras y con los riesgos que ello implica en el futuro para el aseguramiento de todos los puestos de trabajo y de que su materia prima fundamental provenga fuera de nuestras fronteras".
SOS se presenta hoy a sus accionistas, en cualquier caso, con otra imagen. La de haber ganado más de un 52% en lo que va de semana, tras conocerse que estaba en negociaciones con la empresa americana Bunge para que íésta entrase en el capital de la española, tal y como adelantó elEconomista. Ahora cotiza a 1,63 euros, frente a los 1,07 euros a los que empezó el lunes.
Y con esta fuerte revalorización, la compañía tiene que convencer a sus accionistas, que deben aprobar hasta tres ampliaciones. La primera conlleva aportaciones dinerarias de 200 millones, con la emisión de 400 millones de nuevas acciones a 0,50 euros por título. Y de ahí la ventaja de esta subida en bolsa, ya que los analistas creen que con este repunte es más fácil que los inversores aprueben esta operación, ya que supone un descuento del 69% respecto al precio actual.
