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Autor Tema: ¿QUIí‰N DIJO QUE EL DERRUMBE INMOBILIARIO FUE DE GOLPE?  (Leído 318 veces)

Orpheo

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¿QUIí‰N DIJO QUE EL DERRUMBE INMOBILIARIO FUE DE GOLPE?
« en: Enero 14, 2011, 10:49:37 am »
Hace unos dí­as una amiga me remitió un mail, un mail en respuesta a una pregunta mí­a.

Resulta que hace un tiempo se dedicó, profesionalmente, al tema inmobiliario. Persona que pormenoriza muy bien todo lo que hace respondió mi pregunta y, entre otras cosas, me hizo un resumen de cómo habí­a sido el devenir del subsector: la crónica de lo que ya no es.

 

Esto es lo que me dijo:

 

“En el 2005, las empresas del sector empezaron a vender menos (se alargaban los plazos de venta de los inmuebles). En el 2006, estas empresas empezaron a hacer una publicidad mucho más agresiva y a gastar más en ese concepto porque sus ventas habí­an bajado (estaban mal acostumbrados, habí­an agrandado sus estructuras, habí­an abierto oficinas y mantener “todo eso” ya empezaba a ser difí­cil).

 

Despuíés de las vacaciones de verano del 2006 empezaron a caer como moscas las inmobiliarias pequeñas. Aún así­, fue un año de facturación fantástica en publicidad: se necesitaba VENDER y habí­a que quemar los últimos cartuchos. En el 2006 empecíé a darme cuenta de que el sector no iba bien (aunque sí­ para mi bolsillo) ... por eso me mantuve en la empresa.

 

En el 2007, el tema se complicó más todaví­a y las empresas del sector (las que quedaban) empezaron a ni siquiera poder invertir en publicidad. Crecieron los impagados… Muchí­simos constructores se habí­an quedado con edificios enteros de pisos por acabar o acabados y sin poder vender, endeudados con los bancos y perdiendo hasta sus casas. Los bancos ya no daban hipotecas a los inmigrantes como en los años anteriores (los pisos se compraban con las nóminas de dos o tres personas...).

 

Despuíés del verano del 2007 pensíé que debí­a abandonar el barco muy a mi pesar porque en el fondo habí­a dos cuestiones que me hací­an difí­cil la decisión: 1- era un proyecto (a lo que ella se dedicaba) que iniciíé yo y 2- me parecí­a que podrí­a ser una forma de deslealtad no quedarme hasta el final.

 

Hice tres entrevistas, en dos no me interesó el producto, en una, y el sector, en otra, pero el responsable de la empresa de selección de personal me “vendió” la empresa muy bien… me dijo que era la persona del perfil que se buscaba bla, bla ... y me dije a mi misma “¿por quíé no? Yo vendo lo que sea”.... Empecíé a trabajar a principios de febrero del 2008.

 

Negociíé mi salida de mi proyecto presentándoles a los clientes más importantes de forma que los socios pudiesen atenderles personalmente y ahorrarse las comisiones de otro comercial. Cuando me fui pensíé que a lo mejor me estaba equivocando, porque los socios parecí­an estar muy seguros de poder salvar la empresa. Pero cuando intentaba encajar las piezas del puzzle ... me dije a mi misma que me la tení­a que jugar, que aquello no encajaba. Mis compañeros de ventas se quedaron. Luego dijeron que tení­an que haber hecho lo mismo… Estuvieron meses sin cobrar y luego la empresa cerró (creo que a finales del 2009)”.

 

Fin de la historia.

 

¿Quiíén dijo que el derrumbe inmobiliario se presentó de golpe?. Hasta Marzo del 2006 la tendencia que marcaba la evolución del precio del metro cuadrado construido fue creciente, a partir de Abril el precio medio del metro cuadrado continuó aumentando, pero la tendencia varió; y eso ya vení­a desde el 2005. El derrumbe no se produjo hasta Septiembre del 2007. ¿Solamente lo vio mi amiga y cuatro más?, ¡no me lo creo!.

 

Supongo que dentro de unos años, cuando se escriba el libro sobre esta crisis sistíémica con una perspectiva en años parecida a la que Galbraith tomó para escribir el libro sobre la Depresión, al subsector inmobiliario se le dará la importancia que tuvo: el vehí­culo material que sirvió para mover una pura especulación financiera hasta los extremos más recónditos de la memoria; en unos sitios más que en otros, naturalmente.

 

A mí­ me quedarán, pienso que para siempre, las imágenes de los ‘For Sale’ en colores fosforito claveteados por docenas en las fachadas de los edificios de las localidades irlandesas.

 

(Atentos a lo que viene ahora porque parece imposible, y no lo es. Ayer me encontríé con una persona a la que hacia un tiempo no veí­a y, obviamente, estuvimos hablando de ‘la situación actual’. Desde hace muchos años tiene una pequeña distribuidora de pequeños equipos industriales, y lo que me dijo es que las cosas no le iban mal porque … estaba cobrando lo que vendí­a. En el 2008, dijo, hizo una limpieza: a una serie de clientes les dio puerta, proceso que continuó durante todo el 2009; asumió una serie de píérdidas -mí­nimas: cobró casi todo ofreciendo descuentos galácticos- y empezó el 2010 siendo bastante más pequeño de lo que habí­a sido en el 2008, pero estando mucho más sano; a la vez, claro, adaptó su dimensión a la nueva realidad. Pero en ese proceso le pasaron cosas, como esta.

 

Resulta que tení­a un cliente del que, al final, no pudo cobrar todo lo que le debí­a: le dejó a deber 670,00 euros; no se rí­an que la cosa es seria. No pudo cobrar porque el cliente en cuestión hizo ‘suspensión de pagos’, y mi conocido, como todo el mundo, pasó a formar parte de la lista de acreedores. Pues bien, tras el convenio, la quita, las prioridades de pago, las pólizas, los sellos y los timbres correspondientes, un dí­a le dijeron que podí­a pasar por caja a cobrar su parte de la deuda. De aquella mi conocido recuperó la cantidad de … ¡17,00 euros!. ¿Comentarios?, pienso que lo mejor es no hacer ninguno).

 

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economí­a IQS. Universidad Ramon Llull.

Lacartadelabolsa.com


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.