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Autor Tema: González y Botí­n instaron al Gobierno a intervenir en las cajas en una reunión  (Leído 221 veces)

Eguzki

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anuncio por la ví­a de urgencia de la nacionalización de las cajas de ahorros que no tengan unos niveles adecuados de solvencia tiene su origen en una reunión que mantuvieron los directivos de más alto rango de BBVA y de Banco Santander en la última quincena de diciembre con el Gobierno. En dicho encuentro, los dos mayores bancos del paí­s exigieron a Salgado tomar medidas inmediatas ante el cerrojazo de los mercados a cualquier institución financiera española.

Así­ lo aseguran fuentes conocedoras de esa cita, sobre la que ni BBVA ni Banco Santander han querido hacer ningún comentario. En esa reunión, que se produjo dí­as despuíés del encuentro en la Moncloa con los cerca de 40 mayores empresarios del paí­s, la entidad dirigida por Francisco González y la presidida por Emilio Botí­n instaron al Ejecutivo a acelerar la segunda etapa de la reestructuración de las cajas de ahorro. El motivo era que los principales inversores institucionales, sobre todo fondos de pensiones americanos, les habí­an castigado sin distinción, sin discriminar su menor exposición a la economí­a española respecto al resto de bancos y cajas, su internacionalización, su nivel de solvencia y su liquidez.

Prueba de esta situación fue que BBVA se derrumbó casi un 40% en bolsa en 2010, mientras que Santander cayó en torno al 31%. En ambos casos, los segundos mayores desplomes en la última díécada, tan solo superados por los hundimientos que registraron en 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers y AIG.

Por si fuera poco, en diciembre, la agencia de calificación financiera Moody´s amenazó con bajar el rating de 30 entidades financieras españolas, así­ como de sus emisiones de deuda con aval del Estado, despuíés de hacer lo mismo recientemente con la calificación del Reino de España. Entre esas instituciones estaban BBVA y Santander, a los que se metí­a en el mismo saco que a entidades con más problemas de solvencia como Caja Madrid, Bancaja, Caja España y CaixaCatalunya.

Como hiciera el pasado miíércoles, Elena Salgado salió al paso en TVE donde dijo que Moody's debí­a reconocer que el sistema financiero español en su conjunto es de los más sólidos de Europa y que la advertencia de la agencia constituí­a simplemente un ejercicio de simulación. La firma sostení­a que la capitalización, rentabilidad y acceso a los mercados de financiación de la banca española "permanecerán díébiles", debido a las dificultades económicas, el progresivo deterioro de los activos y los planes de austeridad fiscal del Gobierno.

Dicho y hecho. El 4 de enero, BBVA pidió a los inversores institucionales que le comprasen una emisión de cíédulas hipotecarias a tres años por importe de 1.200 millones. La consiguió vender con amplitud, pero para ello tuvo que ofrecerles un tipo de interíés del 2,25%, un 15% más alto que cuando colocó 2.000 millones en verano y casi tres veces más que doce meses antes. Santander hizo lo mismo un dí­a despuíés y tuvo que abonar tambiíén un 2,25%, un 55% más que en abril de 2010.

“Fue la prueba del algodón”, indican fuentes financieras, las cuales indican que parte de los 1.000 millones que emitió el grupo de la llama roja se lo tuvieron que quedar los propios bancos colocadores porque no encontraron suficientes inversores para suscribir los tí­tulos. “Si los mercados no nos prestan, no podemos prestar. El sistema se hunde y la economí­a tambiíén”, fue el mensaje que ambos bancos le enviaron al Gobierno en la citada reunión, en la que invitaron al equipo de Josíé Luí­s Rodrí­guez Zapatero a tomar medias urgentes de manera unilateral.

Tanto Santander como BBVA habí­an reiterado a los analistas que su dependencia de la economí­a española oscilaba entre el 27 y el 33%, respectivamente, y que el resto de los ingresos procedí­an principalmente del Reino Unido y Brasil –en el caso del primero- y de Estados Unidos y Míéxico, en el caso del segundo. Una defensa que no caló hasta que el Gobierno comenzó a filtrar en la segunda semana del presente mes de enero que iba a obligar a las cajas a poner negro sobre blanco y a intervenirlas para que el tumor de las que tuvieran grandes problemas no se extendiera al resto. El anuncio ha tenido un efecto inmediato: BBVA se ha revalorizado un 20% y Santander, algo más de un 13%, Popular, Bankinter y Sabadell tambiíén se han apreciado entre un 14 y un 18%.