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Autor Tema: El Gobierno impedirá operar fuera de sus CCAA a las cajas que no se conviertan  (Leído 215 veces)

Eguzki

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Decidido a acabar con las cajas de ahorro tal como las hemos conocido en los últimos 150 años, forzándolas a convertirse en bancos, el Gobierno amenaza con estrechar el cerco sobre aquellas que se resistan a la migración. En efecto, el borrador de Real Decreto-ley que prepara el Ministerio de Economí­a contempla que aquellas cajas que, por no necesitar de ayudas públicas ví­a FROB, opten por seguir siíéndolo, estarán obligadas a constreñir su actividad comercial al territorio de la Comunidad Autónoma respectiva, según han asegurado a este diario fuentes de toda solvencia conocedoras del citado borrador.

“¿No hay solución? ¡Revolución!”. El Gobierno de Rodrí­guez Zapatero parece haber abrazado la vieja consigna revolucionaria a la hora de resolver el problema de las cajas. La iniciativa se sumarí­a al otro gran obstáculo que el Ejecutivo pretende obligar a salvar a las cajas que pretendan conservar su estatus: la necesidad de un core capital del 9,5% sobre activos ponderados medios (“entre el 9% y el 10%”, dijo la ministra Salgado en su aparición pública del lunes 24 de enero), un guarismo que contrasta con el 8% que estarán obligados a mantener los bancos, y que es incluso superior al que en la práctica se exige a la banca en la Unión Europea.

La obligación de limitar su actividad al territorio autonómico respectivo, iniciativa que podrí­a desaparecer del texto definitivo de un Real Decreto que verá la luz en los primeros dí­as de este mes de febrero, ha provocado la consternación que es de imaginar en aquellas cajas saneadas -las menos-, que, sin haber recurrido a la fórmula de los SIPs, parecen decididas a seguir funcionando operativa y jurí­dicamente como cajas de ahorro: las vascas BBK y Kutxa, la andaluza Unicaja, la aragonesa Ibercaja y poco más.

“¿Cuál es el premio que vamos a recibir quienes hemos gestionado bien y no nos hemos metido en libros de caballerí­as estos años?”, se pregunta el responsable de una de ellas. “Pues que te arrastre la ola o, si decides quedarte como estás, que acabes convertido en un quiosco de prensa o algo parecido, al no dejarte operar fuera de tu comunidad autónoma”. Ello sin olvidar que ese requisito de core capital del 9,5% hará muy difí­cil la competencia frente a los bancos.

“Así­ no hay forma de competir”, prosigue la misma fuente. “Es como si la eficiencia o la capacidad de generación de recursos de una caja no valieran nada como indicadores de la calidad del negocio. Y esos obstáculos los pone un Banco de España que ya sabemos cómo gestionó CCM cuando echó a los administradores…”. La cuestión de la limitación territorial citada afectarí­a gravemente al negocio de las cajas citadas. ¿â€Quíé podrí­a hacer recluida en el Paí­s Vasco una BBK que se ha quedado con CCM precisamente para expandirse? ¿Y quíé decir de una Ibercaja sin su poderosa red en Guadalajara y Madrid?”.

Iniciativa que atenta contra la libertad de mercado

Para el director general de otra entidad, consultado tambiíén por este diario, “esa iniciativa resulta inimaginable, en tanto en cuanto supondrí­a un ataque frontal a la libertad de mercado. Ese no es el camino para impedir que las cajas vuelvan a caer en errores pasados”. ¿Quíé hacer, en ese caso, con la red de oficinas que prácticamente todas las cajas han abiertos en comunidades ajenas a la suya de origen para ampliar su negocio?

La solución, más bien el parche, podrí­a venir, según las fuentes, por el establecimiento de unos topes o porcentajes, de forma que aquellas cajas cuya cuota de mercado en provincias ajenas a su CCAA de origen superara un determinado guarismo pudieran seguir operando con normalidad, viíéndose obligadas a replegarse en caso contrario. Un verdadero galimatí­as, en cualquier caso.

Para las entidades que opten por seguir con el estatus de caja de ahorros, el futuro se presenta, pues, ciertamente complicado. El Gobierno ha decidido hacer tabla rasa con el sector tal como lo hemos conocido hasta ahora. “Meterte ahora en un SIP supone contaminar tu balance, que es sano, y heredar problemas que no son tuyos. Por otro lado, la ví­a de las fusiones, las pocas posibles ya, parece totalmente cerrada. Veremos cómo termina esta aventura, porque no todo el mundo va a poder convertirse en  banco cotizado tan fácilmente, y ahí­ está La Caixa para demostrarlo”.