Decidido a acabar con las cajas de ahorro tal como las hemos conocido en los últimos 150 años, forzándolas a convertirse en bancos, el Gobierno amenaza con estrechar el cerco sobre aquellas que se resistan a la migración. En efecto, el borrador de Real Decreto-ley que prepara el Ministerio de Economía contempla que aquellas cajas que, por no necesitar de ayudas públicas vía FROB, opten por seguir siíéndolo, estarán obligadas a constreñir su actividad comercial al territorio de la Comunidad Autónoma respectiva, según han asegurado a este diario fuentes de toda solvencia conocedoras del citado borrador.
“¿No hay solución? ¡Revolución!â€. El Gobierno de Rodríguez Zapatero parece haber abrazado la vieja consigna revolucionaria a la hora de resolver el problema de las cajas. La iniciativa se sumaría al otro gran obstáculo que el Ejecutivo pretende obligar a salvar a las cajas que pretendan conservar su estatus: la necesidad de un core capital del 9,5% sobre activos ponderados medios (“entre el 9% y el 10%â€, dijo la ministra Salgado en su aparición pública del lunes 24 de enero), un guarismo que contrasta con el 8% que estarán obligados a mantener los bancos, y que es incluso superior al que en la práctica se exige a la banca en la Unión Europea.
La obligación de limitar su actividad al territorio autonómico respectivo, iniciativa que podría desaparecer del texto definitivo de un Real Decreto que verá la luz en los primeros días de este mes de febrero, ha provocado la consternación que es de imaginar en aquellas cajas saneadas -las menos-, que, sin haber recurrido a la fórmula de los SIPs, parecen decididas a seguir funcionando operativa y jurídicamente como cajas de ahorro: las vascas BBK y Kutxa, la andaluza Unicaja, la aragonesa Ibercaja y poco más.
“¿Cuál es el premio que vamos a recibir quienes hemos gestionado bien y no nos hemos metido en libros de caballerías estos años?â€, se pregunta el responsable de una de ellas. “Pues que te arrastre la ola o, si decides quedarte como estás, que acabes convertido en un quiosco de prensa o algo parecido, al no dejarte operar fuera de tu comunidad autónomaâ€. Ello sin olvidar que ese requisito de core capital del 9,5% hará muy difícil la competencia frente a los bancos.
“Así no hay forma de competirâ€, prosigue la misma fuente. “Es como si la eficiencia o la capacidad de generación de recursos de una caja no valieran nada como indicadores de la calidad del negocio. Y esos obstáculos los pone un Banco de España que ya sabemos cómo gestionó CCM cuando echó a los administradores…â€. La cuestión de la limitación territorial citada afectaría gravemente al negocio de las cajas citadas. ¿â€Quíé podría hacer recluida en el País Vasco una BBK que se ha quedado con CCM precisamente para expandirse? ¿Y quíé decir de una Ibercaja sin su poderosa red en Guadalajara y Madrid?â€.
Iniciativa que atenta contra la libertad de mercado
Para el director general de otra entidad, consultado tambiíén por este diario, “esa iniciativa resulta inimaginable, en tanto en cuanto supondría un ataque frontal a la libertad de mercado. Ese no es el camino para impedir que las cajas vuelvan a caer en errores pasadosâ€. ¿Quíé hacer, en ese caso, con la red de oficinas que prácticamente todas las cajas han abiertos en comunidades ajenas a la suya de origen para ampliar su negocio?
La solución, más bien el parche, podría venir, según las fuentes, por el establecimiento de unos topes o porcentajes, de forma que aquellas cajas cuya cuota de mercado en provincias ajenas a su CCAA de origen superara un determinado guarismo pudieran seguir operando con normalidad, viíéndose obligadas a replegarse en caso contrario. Un verdadero galimatías, en cualquier caso.
Para las entidades que opten por seguir con el estatus de caja de ahorros, el futuro se presenta, pues, ciertamente complicado. El Gobierno ha decidido hacer tabla rasa con el sector tal como lo hemos conocido hasta ahora. “Meterte ahora en un SIP supone contaminar tu balance, que es sano, y heredar problemas que no son tuyos. Por otro lado, la vía de las fusiones, las pocas posibles ya, parece totalmente cerrada. Veremos cómo termina esta aventura, porque no todo el mundo va a poder convertirse en banco cotizado tan fácilmente, y ahí está La Caixa para demostrarloâ€.