Marcelino García Toral anunció este miíércoles su decisión de abandonar su cargo al frente del banquillo del Racing de Santander para poder buscar la posibilidad de entrenar a un equipo "de los denominados grandes". El ya ex tíécnico del conjunto cántabro anunció su marcha en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por el presidente del club, Francisco Pernía, ambos visiblemente emocionados.
"Hace dos meses tuve una reunión con el presidente y en ella le comuniquíé, con un margen de tiempo importante, la decisión de no seguir en el equipo. Quería buscar la posibilidad de entrenar a un equipo más alto, con posibilidades de luchar en mayores competiciones, de los denominado grandes", aseguró.
"Esa era nuestra idea, y consideramos oportuno ambas partes no hacerla pública, porque el Racing como club, Santander como ciudad y Cantabria como región están por encima de las personas que ocupemos los cargos respectivos", añadió.
Entre lágrimas, Marcelino comentó que va de Santander tras unos días "alegres pero muy duros" y despuíés de haber vivido "una bonita historia que", admitió, "no esperaba". "Los objetivos conseguidos son superiores a los previstos. Una segunda temporada podría suponer la píérdida del encanto", explicó el tíécnico, quien aclaró que tomó esta decisión a finales de marzo, "con la cabeza fría".
Consecuente con la decisión tomada
Marcelino, sin embargo, explicó que en estos "últimos días" estuvieron "valorando si cambiar la decisión", algo que finalmente no se ha producido. "Quizá la cabeza estaba caliente por lo sucedido y tuvimos que reflexionar. Hoy mismo hablamos sobre si tomar una decisión diferente, pero hemos tomado una decisión desde la paz, estabilidad y cabeza fría y debemos ser consecuentes con ella", expresó.
"No la hemos revocado porque pensamos que cuando se toma hay que asumir las consecuencias. Esta bonita historia que me ha tocado vivir, inesperada, luego el balón no entra y podía cambiar y alguno podía interpretar que seguíamos en el Racing como plato de segunda mesa", añadió, aprovechado para dar "gracias a todos, desde utilleros a jardineros y, por supuesto, futbolistas, que siempre demostraron máxima predisposición, actitud y respeto, y a la afición".
"Es complicado que la próxima temporada empecemos entrenando. De momento lo tengo muy claro, me voy para casa", concluyó.
