Bruselas quiere que las operadoras de telecomunicaciones vigilen los contenidos audiovisuales que se mueven a travíés de sus redes, y tengan la obligación de bloquear las obras que violan los derechos de autor. A las compañías no les gusta nada esta opción y advierten que esa actividad de supervisión no debería recaer en ellas.
La Comisión Europea aprobó ayer una nueva estrategia de protección de la propiedad intelectual que aspira a convertir a los proveedores de internet en supervisores del material audiovisual que circula por sus redes, para obligarles a detectar y bloquear las obras que violan los derechos de su autor. Ante este nuevo escenario planteado por las autoridades comunitarias, las grandes operadoras de telecomunicaciones ya han advertido contra una posible reacción desproporcionada frente al problema de las llamadas descargas ilegales. Estas compañías han pedido a la Unión Europea (UE) un planteamiento más global, que pasaría, según las operadoras, por aumentar la oferta de material legal en la red.
Pero la estrategia presentada ayer por el comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, va dirigida sobre todo a los proveedores de internet que infringen sistemáticamente las normas de copyright o que faciliten a terceros, de manera consciente, la piratería de material protegido. Algunos observadores han visto en la iniciativa de Barnier ecos de la ley Sinde española, aunque el comisario ha evocado más bien el precedente de las nomas aprobadas en Holanda.
Mayor colaboración
"Necesitamos la colaboración de los proveedores de internet", afirmó Barnier en una rueda de prensa. El comisario indicó que el plan para involucrarles en la lucha contra la piratería se concretará en el año 2012 con una revisión de la actual directiva europea sobre comercio electrónico. Uno de los objetivos prioritarios de esta nueva normativa comunitaria, según explicó el comisario, será erradicar las páginas web que facilitan los programas para intercambio de archivos, una práctica que, según destacó Barnier, en ocasiones simplemente permite mutualizar contenidos, pero que "tiene una dimensión comercial muy importante, que permite a ciertas personas hacer mucho dinero".
De igual forma, el miembro de la Comisión Europea aseguró que la reforma no alterará la responsabilidad de los proveedores prevista en la directiva actual, pero recuerda que deben realizar sus operaciones comerciales de manera adecuada. Tampoco se alterará, según comentó Barnier, la posibilidad de que los tribunales de justicia puedan actuar contra intermediarios que no han violado los derechos de autor, pero cuyas infraestructuras se han utilizado para hacerlo.
Las 'telecos' advierten que no son policías
A algunas operadoras de telecomunicaciones no parece gustarles la iniciativa de Bruselas. Fuentes del sector señalan que a estas compañías no les debe corresponder la función de vigilar los contenidos que circulan por sus redes porque "no son policías". En este sentido, recuerdan que las operadoras no ofrecen servicios de contenidos sino únicamente de comunicaciones, con lo cual no es una responsabilidad de la que tuvieran que hacerse cargo.
Otras fuentes del sector señalan que esta actividad de supervisión implicaría un coste altísimo para las empresas, además de ser una tarea ineficiente.
Asimismo, otros observadores afirmaron que las empresas del sector lucharán contra la piratería e identificarán presuntos delitos, pero siempre bajo un mandato judicial.