En su habitual lenguaje lo suficientemente explícito y ambiguo a la vez, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, sugirió ayer una posible subida de los tipos de interíés en julio, ya que "persisten" los riesgos al alza de la inflación.
Durante su comparecencia ante los medios tras la reunión en la que el consejo de gobierno del BCE mantuvo el precio del dinero en el 1,25%, Trichet no concretó cuándo podrían volver a incrementarse las tasas rectoras y se limitó a reiterar que "existen riesgos al alza para la estabilidad de precios". Fue a preguntas de los periodistas en demanda de esa mayor concreción cuando matizó: "Quizás en la próxima reunión (prevista para la primera semana de julio) se decida una subida de tipos, aunque nunca tomamos la decisión de lo que vamos a hacer en la próxima reunión".
Y así dio por zanjada la cuestión. El presidente del BCE se limitó a expresar por eníésima vez que el BCE continúa trabajando y desarrollando su labor, una tarea basada en una "fuerte vigilancia" sobre los precios.
En cuanto a los riesgos que persisten, Trichet explicó que no solo se trata de la carestía del petróleo y sus derivados, sino tambiíén de los efectos secundarios que ese incremento puede tener sobre otros bienes y servicios y de las subidas fiscales que se avecinan en muchos países de la zona euro.
Revisión de previsiones
De hecho, el BCE revisó al alza sus pronósticos de inflación y crecimiento respecto a las previsiones realizadas en marzo. La entidad espera ahora que la inflación de la zona euro finalice este año entre el 2,5% y el 2,7%, lo que significa un suave aumento frente a la horquilla anterior: del 2% al 2,6%
En cuanto a la evolución del crecimiento económico, el regulador calcula que los países que comparten la moneda única registrarán un avance del PIB de entre el 1,5% y el 2,3%, tambiíén ligeramente por encima de las estimaciones de marzo, que situaban el nivel de actividad del 1,3% al 2,1%. Trichet insistió en que la consolidación de la recuperación económica pasa necesariamente por la estabilidad de precios, "esencial para la prosperidad y la creación de empleo".
El presidente del BCE hizo una especial mención a los países perifíéricos de la Unión Monetaria (entre los que se incluye España) que afrontan en los Presupuestos de 2012 duros planes de estabilidad. "Deberán acometer las reformas estructurales pendientes, reformas económicas integrales para favorecer el crecimiento de la actividad".
Otro de los asuntos de los que los inversores estaban ayer pendientes es de si anunciaría algún cambio en su política de estímulo al críédito, del que dijo que en tíérminos agregados sigue creciendo de manera sostenida en cuanto al volumen de príéstamos al sector privado no financiero. El BCE se comprometió a seguir prestando a los bancos comerciales de la eurozona toda la liquidez que necesiten hasta finales del tercer trimestre del año.
El supervisor mantendrá sus operaciones de refinanciación principales, las subastas semanales, el procedimiento de subasta a tipo de interíés fijo y adjudicación plena todo el tiempo que sea necesario y, al menos, hasta el 11 de octubre.
Trichet tranquilizó a los mercados al anunciar que prestará a las entidades toda la liquidez que necesiten en las operaciones de refinanciación mensuales especiales y en las operaciones con tres meses de vencimiento, que tendrán lugar los próximos 27 de julio, 31 de agosto y 28 de septiembre.
Contra la reestructuración de la deuda griega
Tipos, liquidez, previsiones y deuda griega fueron los cuatro asuntos abordados ayer por el presidente del Banco Central Europeo. Respecto a una posible reestructuración de la deuda griega, Jean-Claude Trichet se mostró contrario a cualquier tipo de default selectivo, ya que es un "enorme error" embarcarse en cualquier decisión que vaya en esta dirección.
Durante su comparecencia ante los medios, Trichet incidió en que siempre ha excluido cualquier opción de participación del sector privado en el rescate de Grecia que no sea "voluntaria" e hizo un llamamiento para evitar cualquier tipo de impago o default selectivo. Respecto a la propuesta del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schí¤uble, de ampliar el vencimiento de los bonos griegos en siete años para los acreedores privados, recalcó que el BCE no se embarca en conversaciones con ningún Gobierno concreto de la zona euro. "Mantenemos un diálogo con el Eurogrupo. Somos extremadamente independientes", señaló.
Por otro lado, ayer se conoció que los ministros de Economía de la eurozona ultiman el segundo rescate para Grecia que podría ascender a 90.000 millones de euros y que incluirá la participación de los bancos privados. "Es evidente que habrá un segundo programa para Grecia", admitió el primer ministro luxemburguíés y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. No obstante, dijo que "es demasiado pronto para hablar de cifras".
Los ministros de Economía de la eurozona celebraron el miíércoles una teleconferencia en la que realizaron un "primer intercambio de opiniones sobre las modalidades de financiación para el programa de ajuste de Grecia", según informó el Gobierno luxemburguíés.