Por... RAUL O. GARCES
MONTEVIDEO -- El presidente de la Federación Rural del Uruguay, Miguel Sanguinetti dijo el martes que inversores que iban a comprar campos detuvieron los proyectos en vista de la políémica que sacude al gobierno por la iniciativa de crear más impuestos a la tenencia de tierras.
Sanguinetti declaró a la prensa local que en los últimos días, inversores que ya tenían prácticamente confirmada la compra de campos en el país, "decidieron frenar sus operaciones a la luz de las idas y venidas dentro del Poder Ejecutivo". No entró en precisiones.
Para Sanguinetti, hay "un cambio en las reglas de juego de aumento impositivo".
La iniciativa de nuevos gravámenes fue lanzada hace un par de semanas por el presidente Josíé Mujica, y desató inmediatamente discrepancias, principalmente provenientes del vicepresidente Danilo Astori que discrepó con la idea de cobrar una tasa escalonada a partir de propiedades agrícolas de 2.000 y más hectáreas.
En un principio se informó que con ese procedimiento se podría llegar a recaudar 60 millones de dólares anuales para ser invertidos en caminos, ferrocarril y puentes, aunque se discrepó que con esa cifra se puedan superar los problemas de infraestructura.
Tambiíén está en contra el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaríé Aguerre, que dijo que se había enterado por la prensa de la idea lanzada por Mujica.
El lunes, en la reunión habitual de gabinete, las diferencias entre Mujica y Astori motivaron que no se llegara a ningún acuerdo de como implementar una nueva tasa impositiva y quedó para más adelante ver como se instrumenta.
Astori, preferiría aplicarla sobre las transacciones comerciales, pero había advertido que como fue planteado por Mujica podía desalentar las inversiones, en particular, al quebrarse las reglas de juego tantas veces enunciada de que no iban a producirse más impuestos en forma sorpresiva. Ese había sido uno de los argumentos de Mujica en varias reuniones con empresarios pero ahora dio ese giro.
Sanguinetti dijo que el gobierno "está recibiendo cada vez más millones de dólares y los dilapida como si fueran nada. Creemos que ya tenemos muchos impuestos por todos lados, que tenemos un país carísimo para vivir y desarrollarnos".
En el 2008 impulsado por Astori, que era ministro de Economía del presidente socialista Tabaríé Vázquez, produjo una reforma fiscal que incluyó el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que afecta a los salarios hasta en un 25%, entre otros.