Por... COLLEEN BARRY
MILAN -- El primer ministro italiano Silvio Berlusconi y su ministro de Hacienda encaran problemas personales al mismo tiempo que crece la ansiedad internacional ante la galopante deuda soberana de Italia.
Berlusconi fue debilitado por las derrotas electorales, rencillas gubernamentales y un caro fallo judicial contra el brazo inversor de la fortuna de su familia en un escándalo de corrupción de hace 20 años.
El ministro de Hacienda Giulio Tremonti quedó afectado por las versiones de que pagó en metálico la adquisición de un apartamento en Roma: una alerta en Italia ante la posible evasión de impuestos.
Berlusconi permaneció silencioso ante los avatares de la bolsa de valores italiana y el encarecimiento del interíés que debe pagar por sus bonos soberanos. dijo entonces que no habló porque no quiso que los temas personales incluyeran en los mercados. Mientras tanto, el debilitado Tremonti parece incapaz de impulsar las reformas necesarias.
Finalmente, ambos de vieron obligados a anunciar la semana pasada que equilibrarán las cuentas del estado para 2013, un año antes de lo pensado, a cambio de la intervención del Banco Central Europeo para reducir la tasas de interíés de los bonos soberanos italianos mediante una recompra masiva en el mercado libre.
Berlusconi y su ministro de Hacienda "parecieron marionetas" durante la conferencia de prensa ofrecida tras el cierre de los mercados, escribió Eugenio Scalfari, comentarista del diario izquierdista La Repubblica, uno de los mayores detractores de Berlusconi.
El historial del endeudamiento italiano tiene preocupados desde hace tiempo a los mercados. El avance del país este mes hacia la bancarrota ilustró sin paliativos, según los especialistas, el caos político y las limitaciones de los líderes políticos italianos, acosados por escándalos variopintos, para encarar la crisis y adoptar los cambios económicos fundamentales que la situación requiere.
Según los analistas, aumenta la creencia -incluso entre los seguidores de Berlusconi- que el primer ministro está más preocupado con sus propios problemas personales, entre ellos un juicio acusado de haber pagado los favores sexuales de una menor de 18 años.
Tanto íél como la joven marroquí, en aquel entonces de 17 años, reconocieron haberse conocido, pero la muchacha negó haber mantenido relaciones sexuales.
