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Autor Tema: Geologí­a y Espiritualidad  (Leído 693 veces)

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Geologí­a y Espiritualidad
« en: Agosto 16, 2011, 08:22:20 pm »
Geologí­a y Espiritualidad
http://notireiki.org.ar/

“Por primera vez en nuestra historia, el destino de toda nuestra especie
descansa sobre las elecciones de una sola generación”
Gregg Braden

Gregg Braden es hoy uno de los escritores que mejor han logrado combinar la ciencia y la espiritualidad.

Conocido principalmente por libros como “El poder de la profecí­a” o “La matriz divina“, Braden explora en su trabajo cómo antiguas tradiciones y nuevos descubrimientos cientí­ficos van inequí­vocamente encaminados hacia un mismo destino…

Braden trabajó como experto en geologí­a computacional durante años para compañí­as como Phillips Petroleum o Cisco Systems, desarrollando una sólida carrera como cientí­fico y experto en informática. Pero llegó un momento que se dio cuenta que habí­a profecí­as que la ciencia estaba empezando a confirmar poco a poco en nuestros dí­as, como las relativas a la inversión polar.

Entrevista a Gregg Braden
¿Es verdad que los polos magníéticos de la tierra están ahora mismo en pleno proceso de cambio?

En realidad desde mayo-junio-julio de 2002 las publicaciones cientí­ficas dan por ampliamente conocido y aceptado por primera vez que estamos en un proceso de inversión polar.

En los años 60 los geólogos estaban seguros de que la tierra atravesaba por una inversión así­ periódicamente. Lo sabí­an por muestras subterráneas de hielo y fósiles, así­ como por las partí­culas magnetizadas que quedaban encerradas en ciertas posiciones en el interior de las rocas terrestres.

Los geólogos estaban tan seguros de ese fenómeno que de hecho tení­an mapeados los últimos cuatro millones y medio de años, y los registros resultantes sugerí­an que la tierra habí­a pasado por catorce de dichas inversiones de los polos.

En aquella íépoca, 1961 y 1962, los cientí­ficos pensaban que la última inversión polar se produjo hacia la íépoca de la última glaciación, hace de diez a doce mil años. Tambiíén estaban seguros de que iba a volver a suceder, pero no antes de varios milenios, por lo que no habí­a nada de lo que preocuparse.

Pero en los años 90 los geólogos se pusieron a perfeccionar este tipo de información. Se habí­a estado diciendo que faltaban miles de años para que esto volviese a suceder. Empezaron diciendo aquello de: “Bueno, puede pasar pero dentro de unos milenios”.

Pero ahora hay evidencia reciente que procede de muestras de hielo antártico y de Groenlandia que demuestra que eso podrí­a volver a suceder tan pronto como en una díécada.

Ahora sabemos que en la actualidad los polos se están moviendo. Lo estamos viviendo ahora mismo. No sabemos con exactitud el significado de esto porque, aunque haya pasado catorce veces en los últimos cuatro millones y medio de años, nunca habí­a sucedido con más de seis mil millones de personas viviendo en la tierra.

¿Estás diciendo que es de conocimiento generalizado?

Es de común conocimiento entre las personas que deben saber estas cosas. Por ejemplo, los reglamentos de la Fuerza Aíérea Americana dicen que, cuando los polos se mueven entre cinco y ocho grados, las pistas de los aeropuertos deben ser vueltas a numerar para hacer que las cifras se correspondan con los rumbos magníéticos que están viendo los pilotos.

El primer aeropuerto de los Estados Unidos en cumplir esta norma fue Minneapolis/St. Paul, en el que se invirtieron del orden de ochenta y cinco mil dólares para renumerar y adecuar las cabeceras de las pistas.

Pero lo que sucedió en el contexto temporal de mayo-junio-julio de 2002 es que revistas como Nature, Science, Scientific American y New Scientist publicaron artí­culos en los que se afirmaba que definitivamente nos encontramos en un proceso de inversión magníética, y las notas de agencia de Associated Press lo recogieron.

Los cientí­ficos no tienen idea acerca de cuál va a ser el impacto de esto en las rejillas de fuerza electrónicas y electromagníéticas. Es más, no saben lo que supondrá para el sistema inmunológico humano. Ciertas modalidades alternativasde sanación han demostrado la conexión entre el sistema inmunológico y el magnetismo, lo cual tambiíén podrí­a llevar aparejado que nuestros sistemas inmunológicos muy bien podrí­an estar sintonizados con los campos magníéticos de la tierra.

Sabemos que las aves y los animales migran siguiendo las lí­neas esos campos magníéticos. De ahí­ que se especule con que los cambios que se están produciendo en esos campos magníéticos sean los responsables del cambio en los patrones migratorios de las aves que se han registrado en Asia y en Norteamíérica.

El cambio en los campos tambiíén podrí­a explicar por quíé las ballenas se están varando. Las lí­neas de navegación que siguieron las ballenas siempre han cambiado y ahora las conducen a la playa. Cuando las devolvemos al mar y las liberamos, ellas vuelven a alinearse con las mismas lí­neas magníéticas y, al seguirlas, vuelven a terminar en la playa.

Por lo tanto sí­, es de conocimiento generalizado. Las revistas cientí­ficas más respetadas dicen que ya estamos en este cambio. Y aunque no sepamos con precisión lo que esto supone, es significativo que estíé siendo algo reconocido por esa clase de literatura contrastada y no sólo por revistas especulativas o seudo cientí­ficas.

¿Cuándo se reconoció por primera vez este cambio magníético?

Debe haber sido hacia junio o julio de 2002. La gente me envió correos avisando de que lo habí­an visto y dándome las referencias. Tambiíén yo mismo encontríé referencias en las revistas.

¿Sobreviviremos a una inversión polar completa?

Cualquier respuesta a esa pregunta necesariamente pertenece al reino de la especulación, porque en la historia de los registros humanos tradicionales nunca ha sucedido.

Por otro lado, hay tradiciones nativas y antiguas tradiciones bí­blicas hebreas que sugieren que puede haberse producido un cambio magníético más recientemente que durante la última glaciación. Eso fue hace 10.000 o 12.000 años, pero dichas tradiciones sugieren que el último cambio puede haber pasado tan recientemente como hace sólo 3.600 años.

Las legendas nativas hablan de un dí­a hace 3.600 años cuando el sol salió por el oeste como siempre lo habí­a hecho, permaneciendo en el cielo más de un dí­a entero para ponerse despuíés por el este, pero al dí­a siguiente salió por el este y se puso por el oeste, como lo hace hoy en dí­a.

Las tradiciones hebreas tambiíén cuentan este suceso, añadiendo que sucedió durante una batalla. Los antiguos hebreos lo tomaron como una señal de que uno de los bandos recibió ayuda celestial porque estuvo en la luz lo suficiente para completar la batalla a su favor.

No podemos verificar esto por las rocas o los registros fósiles porque 3.600 años es un periodo de tiempo demasiado corto para que tal acontecimiento se refleje en ellos. Lo único que tenemos son tradiciones, leyendas y mitos preservados en documentos escritos y orales.

Sin embargo, lo que nos cuenta la tradición es que, si fuese a pasar algo así­, la gente de la tierra sobrevivirí­a a ello. Se vivirí­a un dí­a realmente extraño pero, si las antiguas leyendas son ciertas, aquello pasó y la gente aparentemente sobrevivió. Pero no sabemos cómo afectó esto a sus vidas.




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Re: Geologí­a y Espiritualidad
« Respuesta #1 en: Agosto 16, 2011, 08:23:37 pm »
¿Tienes alguna idea acerca de cómo podrí­a alterar la conciencia este cambio magníético?

La especulación es que hay una correlación entre el magnetismo y la conciencia. A fin de que comprendamos como pudiera funcionar esa conexión, resulta práctico compararla con la memoria de un ordenador.

Los campos magníéticos de la memoria se mantienen en su lugar gracias a una carga elíéctrica -una carga circulante- que está en el interior del propio ordenador. Cuando las baterí­as del ordenador se terminan, la carga se agota y la memoria se pierde. Tenemos que volver a instalar el sistema operativo.

De manera similar, tanto investigadores como descendientes de pueblos indí­genas creen que, cuando la tierra pase por lo que la ciencia considera una inversión magníética, tambiíén atravesará por un enorme cambio y limpieza de su conciencia. No habrá nada que sostenga todos esos patrones magníéticos que fueron instalados.

Por tanto, cuando seamos despertados por este cambio seremos conscientes de nuestra verdadera naturaleza, nuestra verdadera esencia. Y la memoria de todo lo malo, de todas las cosas malas que han pasado, todo el resentimiento y el ego y lo que hemos tenido los unos en contra de los otros como individuos y como naciones dejará de ser parte de esa nueva conciencia, de esa nueva rejilla.

Desde ese punto de vista, muchas tradiciones predicen, sienten o especulan que estamos aproximándonos al tiempo de lo que ellos llaman la Gran Limpieza, y que esa limpieza está produciíéndose a nivel de la memoria central consciente.

Entonces es posible asumir que nuestra memoria está conectada de alguna manera con este campo magníético.

Eso creo. Lo creo debido a los extraños relatos de los astronautas que salieron de la tierra y viajaron al espacio durante el Programa Apolo.

Al abandonar la atmósfera de la tierra y orbitar el planeta a muchas millas de su superficie, los efectos del magnetismo terrestre sobre ellos eran insignificantes. Y los astronautas empezaron a tener experiencias para las que no estaban preparados ni habí­an sido entrenados, experiencias completamente inesperadas.

Cuando estaban en el espacio y contemplaban la tierra, empezaban a tener sentimientos y percepciones, despertares y sensaciones que nunca tuvieron cuando estaban en ella. Esto significó algo diferente para cada uno de ellos.

De manera muy similar, amigos mí­os que estuvieron en Vietnam volvieron completamente cambiados. Aquello cambió a todos. Para algunos de ellos, el cambio fue tan doloroso que nunca pudieron ni siquiera hablar de ello pero, para las vidas de otros, ese cambio fue un catalizador y hablan incesantemente de ello.

Y creo que ahora ha habido un programa especial del Public Broadcasting Service que documenta este mismo fenómeno con los astronautas, que nunca volvieron a ser los mismos despuíés. Cuando regresaron, algunos no sabí­an quíé pensar de su experiencia en el espacio exterior.

Algunos cayeron en el alcohol y las drogas. Otros canalizaron el cambio que se produjo en ellos mediante proyectos muy positivos que afianzaron sus vidas.

Uno de los de este último grupo fue el Dr. Edgar Mitchell, que fundó la Noetic Sciences Organization (Organización de Ciencias Noíéticas) en un esfuerzo por corroborar el fenómeno de la conciencia humana. Otro astronauta emprendió la búsqueda del Arca de Noíé y terminó encontrándola metida en el hielo del Monte Ararat, exactamente donde la Biblia dijo que estarí­a.

Entonces la implicación señalada es que estos astronautas, debido a haber dejado el campo magníético de la tierra, han tenido algún tipo de despertar espiritual.

Desde luego pasaron por una catarsis cuando no estaban bajo la influencia del campo magníético de la tierra.

Vemos que tambiíén pasa algo similar cuando observamos los campos magníéticos de la tierra. Su presencia sobre la superficie de la tierra no es constante, y los mapas de curvas disponibles del Servicio geológico de los estados Unidos muestran las intensidades variables de los campos magníéticos sobre la superficie de la tierra, dónde son de una intensidad muy alta y dónde son de una intensidad muy baja.

Dichos campos han ido cambiando con el tiempo y en realidad podrí­an dar cuenta de por quíé las poblaciones humanas migraron a los lugares a los que lo hicieron. Han debido ir siguiendo estas curvas de nivel magníético.

Lo que sucede es que en los lugares de magnetismo muy bajo, donde los campos son prácticamente inapreciables, parecen producirse innovaciones y cambios tremendos. Donde el magnetismo es tradicionalmente alto se encuentran sitios de estancamiento en los que los cambios, pese a producirse, tardan mucho tiempo y despuíés sobrevienen muy lentamente.

Si yo llegase aquí­ procedente de otro mundo y no supiese nada sobre la gente de la tierra, y estuviese buscando un sitio donde la oportunidad de cambio fuese máxima, yo buscarí­a las curvas de valor cero.

Y si observas un mapa actual del magnetismo de la tierra, encontrarás una curva de nivel cero que corre a lo largo de la Costa Oeste de Norteamíérica, subiendo a lo largo de la costa de California hasta la de Alaska. En otras palabras, ¡el magnetismo a lo largo de la Costa Oeste es casi nulo!

Cuando pensamos en la Costa Oeste, pensamos en la alocada California.

Bien, la verdad es que California es una semilla, una de varias, y tradicionalmente ha sido muy innovadora en tecnologí­a, ciencia, moda, finanzas y artes, debido a que allí­ hay una oportunidad cambio tremenda.

Dentro de Norteamíérica, la contracara de esto serí­a la zona de máximo magnetismo, en la que los campos magníéticos son los más densos. Y la encuentras en el interior de algunos estados sureños, los mismos estados tradicionalmente considerados conservadores.

Esto no significa que allí­ no pueda haber ningún cambio. En vez de esto, lo que señala es que ese cambio tarda mucho más tiempo y la gente tiene que ver una razón verdaderamente buena para salirse de lo que siempre estuvieron haciendo.

Entonces, donde el campo magníético es menos denso, ¿la gente está más abierta a lo que surja en el momento?

Está abierta al cambio, punto. Eso no significa que el cambio sea ni bueno ni malo, ni correcto ni incorrecto. Es importante que sea claro acerca de esto. La conciencia de la gente será lo que determine cómo se producirá ese cambio.

Daríé un ejemplo irónico. Hay una curva de nivel cero que corre justo por la mitad de Oriente Medio. En realidad corre casi directamente sobre la zona del Canal Suez, pasando justo sobre Israel, a todo lo largo de la costa del Mar Rojo.

Sí­, justo en esa zona hay una curva de nivel cero. Esto supone que la zona esta avocada al cambio. Pero nuevamente, el modo en el que llegue el cambio -ya sea pací­fico y constructivo o iracundo y destructivo- estará determinado por la conciencia de la gente que vive allí­.

Entonces ¿esto no es ni bueno ni malo?

Exacto. Sencillamente es una oportunidad para el cambio. Al mismo tiempo, las curvas de mayor nivel de magnetismo de todas las del planeta tierra han estado tradicionalmente sobre partes de la antigua Unión Soviíética, Rusia y Siberia.

Sabemos que en esa parte del mundo ha estado emplazado un sistema estacionario y que, cuando ha sobrevenido algún cambio, íéste ha sido lento y doloroso, de largo plazo y se ha producido con mucho sufrimiento. Pero cuando ha sucedido, ha producido un efecto cascada, ha sido casi de la noche a la mañana.

Por tanto, las correlaciones entre la conciencia humana, las oportunidades para la innovación, para el cambio, para hacer las cosas de una manera nueva, y el magnetismo de nuestro mundo, son muy interesantes.

La Tierra tiene muchas regiones de alto y bajo potencial de cambio.

Nuestros lectores van a querer saber cuál es la mejor manera que tienen de afrontar los cambios que se están produciendo en nuestro mundo en su conjunto.


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Re: Geologí­a y Espiritualidad
« Respuesta #2 en: Agosto 16, 2011, 08:25:50 pm »
Seríé tan conciso como pueda. Creo que la respuesta a eso quizás está mejor encriptada en las palabras quienes nos precedieron, los antiguos Esenios, en un texto que tiene más de 2.500 años.

Nos recuerda nuestra relación con el mundo que nos rodea, y simplemente dice que nuestro mundo no es nada más ni nada menos que un espejo de aquello en lo que nos hemos convertido en nuestro interior.

Por lo tanto, cuando contemplamos desde esa perspectiva un mundo que parece cruel, descerebrado y colíérico, que produce sufrimiento a nuestras hermanas y hermanos de todo el planeta, ese mundo es un espejo de aquello en lo que nos hemos convertido como individuos, familias, sociedades y naciones.

No es bueno ni malo, ni correcto o incorrecto. Simplemente es un reflejo de quienes somos. La condición del planeta es un mecanismo de retroalimentación.

Entonces, si queremos ver cambios en nuestro mundo, debemos convertirnos en ese cambio en nuestras vidas cotidianas. Si queremos ver paz, tolerancia, entendimiento, compasión y perdón a nivel global, debemos convertirnos en eso. En la mesa de la cena. Con nuestras familias. Debemos convertirnos en eso en nuestras escuelas.

Debemos pedir que se nos entretenga mediante la paz, la compasión y la comprensión. Eso no tiene por quíé ser tedioso o aburrido. Puede seguir siendo emocionante, pero no tiene por quíé ser brutal, descerebrado, cruel o despiadado.

En nuestras vidas diarias, a cada momento de cada dí­a, hacemos la elección que niega o afirma la vida en nuestros cuerpos. Porque estamos vinculados mediante esa rejilla. Todas nuestras elecciones individuales quedan depositadas en esa respuesta colectiva a nuestro futuro.

Si queremos ver un cambio colectivo, tenemos que convertirnos en ese cambio individualmente.

Tenemos esta fecha de 2012 en la que mucha gente está diciendo que es el momento del cambio global o Ascensión. ¿Quíé crees que va a pasar?
La fecha de 2012 es interesante porque aparece en las tradiciones mayas y egipcias, en algunas tradiciones cristianas e, incluso, en el código bí­blico (que es, en sí­ mismo, algo muy controvertido).

Tengo la sensación de que esa fecha podrí­a ser cualquier fecha. Si nos concentramos en una fecha y vivimos nuestras vidas preparándonos para el cambio en esa fecha, nos perdemos la vida.

Desde mi punto de vista basta con que nos limitemos sencillamente a vivir al máximo cada dí­a, con que conciliemos las experiencias que se nos cruzan cada dí­a en nuestro camino, con que aprovechemos las oportunidades de honrar la vida, de honrar nuestras relaciones mutuas.

Siendo honestos, dignos de confianza, considerados, cariñosos y compasivos, viviendo esto cada dí­a, ya estamos preparados para cualquier cosa que posiblemente pueda venir en 2012 o cualquier otro dí­a de otro año o en cualquier momento de nuestro futuro.

Conozco gente que están viviendo sus vidas guardando contenedores llenos de comida y municiones, preparándose para el dí­a en el que nuestro mundo cambie. Lo entiendo, y creo que está bien ser autosuficiente. Entiendo lo que están expresando.

Pero lo que veo tambiíén es que dedican una parte demasiado grande de sus vidas a prepararse para ese dí­a y se pierden la belleza y el misterio de la vida que se despliega cada dí­a. ¡Percibir esa belleza y ese misterio es lo que nos prepara para los mayores desafí­os!

Entonces básicamente, si lo que queremos es aprovechar este cambio con el mejor resultado positivo posible para nosotros, ¿la clave está en que vivamos cada dí­a dando de nosotros el máximo amor y la mayor compasión?
Sí­ y, para que así­ sea, tenemos que vivir cada dí­a de manera consciente. Ser conscientes de las oportunidades. Reconocer las oportunidades que nos salen al paso. Cada dí­a se nos ofrece la oportunidad de ser tolerantes con otros sistemas de creencias, de perdonar a alguien que nos haya herido o enojado, de enmendar nuestros juicios acerca de lo que deberí­a o no deberí­a pasar en nuestro mundo.

Si podemos conciliar todas esas cosas cuando se nos cruzan y manejarlas conscientemente en ese momento, sabiendo que al cambiar la manera en que nos sentimos cambiamos la quí­mica de nuestro cuerpo, estaremos preparados para cualquier transición que la tierra vaya a atravesar.

No síé si todo esto tendrá sentido.

Sí­, para mí­ lo tiene. ¿Queda algo verdaderamente importante que decir como cierre para nuestros lectores que podamos habernos dejado?
Por primera vez en nuestra historia, el destino de nuestra especie, de toda nuestra especie, descansa sobre las elecciones de una sola generación. Y lo que acabamos de hacer es hablar de en quíé consisten algunas de esas elecciones.

Página oficial: Gregg Braden