El pánico aprovecha la canícula para tomar la Bolsa
Juande Portillo en Cinco Días
El verano es un momento especialmente crítico para que cunda el pánico en los parquíés. El bajo volumen de negociación que se da durante agosto convierte cada paso en falso en un movimiento espasmódico, que los ordenadores que realizan operaciones automatizadas pueden convertir en un efecto dominó. La falta de medidas de impacto tras la cumbre franco-alemana del martes dio lugar a un pesimismo que la canícula transformó para el jueves en una de las peores jornadas bursátiles desde la quiebra de Lehman Brothers. El viernes, el miedo se contuvo parcialmente y el Ibex logró mantener los 8.000 puntos (cerró en 8.141,9%) tras limitar su caída al 2,11%. Con todo, firma su segunda peor semana en el año, al caer un 5,84%.
En el cómputo semanal, pese al castigo recibido por las entidades financieras (BBVA se ha dejado el 7,14% y Santander el 4,86%), el mejor comportamiento lo registra un banco, Sabadell, que se apunta un 3,83%.
En el resto de plazas del Viejo Continente, la peor parte se la lleva Fráncfort, con un descenso del 8,63% en la semana, mientras que París cede el 6,13%, y Milán el 4,42%. Tampoco Wall Street ha sabido hacerlo mejor. El Standard & Poor's despide la semana con una caída del 4,69%, el Dow Jones, del 4,01%, y el Nasdaq, del 6,62%.
Semejante revuelo en la renta variable ha empujado a los inversores a aferrarse a los valores refugio. El claro beneficiado ha sido el papel emitido en Berlín. Las fuertes compras de bonos germanos han rebajado el interíés que Alemania paga por endeudarse, elevando las primas de riesgo del resto. La española ha pasado de los 266 puntos a los 286. Sin embargo, despuíés de la intervención del Banco Central Europeo la semana anterior -compró unos 22.000 millones de euros en bonos, fundamentalmente españoles e italianos- el interíés que paga Madrid sigue por debajo del 5%, su nivel más bajo desde el rescate irlandíés, el pasado noviembre. El oro ha sido el otro gran faro al que han mirado los navegantes del parquíé. La onza de oro rozó el viernes los 1.850 dólares la onza, marcando un nuevo máximo histórico.
En el ámbito de las divisas, el euro se mantiene alto, en 1,44 dólares. De hecho, la debilidad del billete americano ha colocado a la moneda nipona en 76,49 yenes por un dólar, su máxima cota desde la Segunda Guerra Mundial.
Bankia y Cívica, un mes de parquíé
El desembarco de Bankia y Banca Cívica en el parquíé, hace ahora un mes, se ha producido en uno de los escenarios más adversos para la Bolsa en general, y los títulos de entidades financieras en particular. Las acciones de Bankia comenzaron a cotizar el pasado 19 de julio, a un precio de 3,75 euros. El viernes, el valor de los títulos cerró en los 3,70 euros, lo que supone un descenso del 1,33%. La acción, no obstante, ha recuperado posiciones desde que marcara mínimos en 3,542 euros el 11 de agosto. Peor fortuna ha tenido Banca Cívica, que dio el salto al parquíé a un precio de 2,70 euros el 21 de julio. En la última sesión, su valor se situaba en los 2,16 euros, una caída del 20%, y la cota más baja alcanzada desde que empezó a cotizar. El banco comunicó el viernes a la CNMV que, tras el periodo de estabilización de las acciones llevado a cabo por Credit Suisse, esta entidad mantiene un paquete de 23,19 millones de acciones.
El oro
1.848 dólares es el precio que alcanzó el viernes la onza de oro. El metal dorado, tradicional valor refugio ante turbulencias, marcó así un nuevo ríécord.