La montaña rusa en la que han subido su cortejo Antena 3 y La Sexta podría estar a punto de llegar a buen puerto. Según aseguran a El Confidencial fuentes próximas a las conversaciones, ambas cadenas han acercado posturas de forma sensible en las últimas fechas para materializar su fusión. Todo en plena debacle del mercado publicitario para los medios de comunicación. “No hay nada firmado, pero las circunstancias facilitan que salgan los númerosâ€, aseguran estas fuentes, en alusión a una caída de la publicidad para las televisiones que alcanzó el 14% en el segundo trimestre del año.
Un problema de ingresos que no beneficia a nadie, pero menos a los operadores más pequeños. Como ya publicaba este diario a finales de junio, La Sexta había decidido aparcar su business plan para los próximos cinco años, una hoja de ruta que tenía esbozada y que contemplaba su salida a bolsa en otoño de 2012. Su consejero delegado, Josíé Miguel Contreras, culpaba a la crisis publicitaria y, más inquietante, consideraba “muy complicado†presumir de números negros en 2011. Antena 3 sería la salida lógica para la cadena y complacería a sus socios, que empezarían a recuperar vía dividendos una inversión que ronda los 670 millones de euros.
La operación para Antena 3 tiene sentido con la vista puesta en Telecinco, cuya potencia de fuego es ahora fenomenal tras la compra al Grupo Prisa de Cuatro y su entrada en Digital+. “Wimbledon ha sido el mejor ejemplo. La plataforma de pago transmite todo el torneo, Cuatro las semifinales y, si un español llega a la final, hasta Telecinco puede anotarse el tanto. ¿Quiíén puede competir con eso? Todo gracias al Gobierno, que por salvar a Prisa ha otorgado un poder inmenso a Berlusconiâ€, aseguran fuentes del sector. Eso sí, Antena 3 debe pisar con cuidado en los terrenos que se han demostrado pantanosos para la ahora Mediaset.
“Telecinco cerró la compra de Cuatro y su acceso a Digital+ por unos mil millones de euros. Más allá de si pagó caro o no, es evidente que le está costando rentabilizar la transacción en un escenario en que no puede comercializar conjuntamente la publicidad de sus marcas ni subir alegremente los precios a los anunciantesâ€, aseguran estas fuentes. Una inquietud que en el caso de la fusión entre Antena 3 y La Sexta se traslada a la ecuación de canje. El pacto alcanzado hace dos años, cuando la fusión parecía cerrada, concedía a la cadena participada por Jaume Roures un 23% del nuevo holding. “Esa relación puede no ser ya la misma que está sobre la mesaâ€, se asegura.
Acordar la gestión de La Sexta
Paradójicamente, no fue el reparto de fuerzas lo que frenó en su día los contactos. Corría febrero de 2010. Cuestiones como la política de dividendos o cómo atribuir las píérdidas de La Sexta tampoco pudieron rematarse en ese primer esfuerzo. Tambiíén ha estado siempre sobre la mesa la gestión post-fusión de La Sexta, a fin de cuentas la sociedad adquirida. El propio Contreras ha dejado claro en más de una ocasión que, al margen de porcentajes, los gestores de la cadena no están por la labor de perder el control de la misma y su capacidad para tomar decisiones. Todo pese a las presiones de sus accionistas, sobre todo deTelevisa, para que cerraran la operación.
Una falta de sintonía interna que ha sido subrayada desde la cadena de Planeta. Su propio presidente, Josíé Manuel Lara, reflexionaba no hace mucho sobre los problemas para alcanzar un acuerdo. Y es que, en su opinión, su partenaire es una jaula de grillos: “Que se pongan de acuerdo entre ellos. Tienen músicas y pasos cambiados. En la primera reunión se acordó una ecuación de canje y no se volvió a hablar de ese tema. A partir de ahí se empezaron a discutir temas menores. (…) No puedo poner de acuerdo a los accionistas de La Sextaâ€, arreció en febrero de este año, durante un desayuno celebrado en el Hotel Ritz de Madrid.
La operación de La Sexta es la más perseguida por Antena 3, desde que a finales de 2009 se diera por resuelta. Sin embargo, en los últimos meses tambiíén ha flirteado con otras opciones, una suerte de planes B ante la posibilidad de perder una presa más que huidiza. Según aseguran fuentes conocedoras del proceso, sobre la mesa tambiíén estuvo un pacto con Unidad Editorial, parte de cuyo múltiplex se ha estado subastando. El acuerdo, entre dos sociedades que tambiíén tienen intereses en prensa, no cuajó ante el interíés de la filial de RCS por no perder programas de referencia para el grupo.