Los principales directivos de las cajas nacionalizadas se han visto más que recompensados en los años de la burbuja. Su retribución acumulada ascendió a 195 millones de euros entre 2004 y 2009, con Caixa Galicia como mejor pagadora. CCM mejoró los sueldos un 110% en cinco años, periodo en el que el salario medio del español creció un 12%.
Banco de España (BdE) abrió en septiembre la caja de los truenos con el despido sin derecho a indemnización a María Dolores Amorós, ex directora general de CAM, por supuesta falsedad en las cuentas. La banquera se había asignado una pensión vitalicia de 370.000 euros anuales, a lo que se une un sueldo cercano a los 600.000 euros. Ahora, Amorós se ha apuntado al paro para solicitar la prestación por desempleo.
Este ejemplo ilustra la alegría con la que las comisiones de nombramientos y retribuciones de las cajas asignaban los salarios de los equipos directivos. Eran íépocas de bonanza, de pingí¼es beneficios para las entidades financieras gracias al desenfreno crediticio. Pero los tiempos han cambiado y la gestión en muchas cajas se ha demostrado desastrosa. Entidades que representan más del 10% del activo bancario en España han sido nacionalizadas.
CCM, Cajasur, CAM, Catalunya Caixa, Unnim y Novacaixagalicia (NCG) han recibido cerca de 14.000 millones de euros de capital público para evitar la quiebra. La factura será aún mayor en función del tamaño del Esquema de Protección de Activos (EPA) que reciba el comprador de la alicantina y de las píérdidas hipotíéticas que sufra el fondo de rescate bancario (FROB) en su inversión en las dos cajas catalanas y la gallega.
Los directivos que estuvieron al timón han recibido a cambio onerosas indemnizaciones gracias a los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), indemnizaciones y planes de pensiones. Las cifras bailan, aunque diversos medios apuntan a que, por ejemplo, Josíé Luis Míéndez, antiguo director general de Caixa Galicia, se marchó con unos 15 millones en el bolsillo. Ante la presión mediática, NCG persigue ahora ahorrarse estos pagos.
Los sueldos de los equipos directivos de las cajas son públicos, aunque sólo en conjunto. Por tanto, brilla por su ausencia una información pormenorizada en los informes de gobierno corporativo. Es posible saber que los principales directivos de estas cajas nacionalizadas o intervenidas se embolsaron 195,5 millones de euros entre 2004 y 2009, pero no existe información de cuánto se llevo cada uno de ellos.
Caixa Galicia, presidida por Mauro Varela y con Josíé Luis Míéndez como director general, ha sido la más dadivosa. En seis años (2004-2009) pagó al personal clave de la dirección y a los miembros del consejo en calidad de directivos 38,6 millones de euros. Esa cifra incluye salario, aportación al plan de pensiones y dietas. Además, que el barco estuviera a punto de hundirse no fue óbice para que incrementara la retribución.
En 2007, cuando ya existían claros indicios de que la burbuja iba a estallar, subió un 26,6% los pagos a los directivos hasta 8,04 millones de euros. En 2008 redujo en menos de medio millón la retribución total, mientras que en 2009 regresó a los niveles de 2006 (6,35 millones). El incremento de los salarios de los mandamases de la caja gallega fue del 65% entre 2004 y 2007.
El porcentaje llama poderosamente la atención, ya que está fuera de toda órbita si se compara, por ejemplo, con la evlución del salario medio. Un español cobraba 1.664 euros brutos al mes en 2004, cifra que ascendió hasta 1.875 euros de 2009. Esto supone un aumento del 12,6% en seis años, mientras que la inflación subió en el mismo periodo un 18%.
Los sindicatos andan irritados con la forma en la que las cajas tratan a los directivos. Más cuando la patronal de cajas (Acarl) ha planteado la congelación salarial durante dos años para los trabajadores del sector a excepción de los grandes directivos. “Nos plantean un convenio a dos años con congelación salarial absoluta que no se aplicarán los grandes directivos, que mantendrán sus retribuciones millonariasâ€, recoge Europa Press de una circular de UGT.
Los directivos de Caixa Catalunya cobraron 31,1 millones entre 2004 y 2009, con un incremento en esos seis años del 249,7%, desde 2,19 a 7,66 millones. Narcís Serra fue presidente entre 2005 y 2010, con Josep María Loza (hasta 2008) y Adolf Todó (presidente de Catalunya Banc) como directores generales. La aportación a los planes de pensiones fue de 1,7 y 2,38 millones en 2008 y 2009, respectivamente, el triple que en los años anteriores.
Esa cifra es pareja a la recibida por sus colegas de Caixanova (30,4 millones), cuyo hombre fuerte era Josíé Luis Gayoso, director general hasta 2006 y presidente desde entonces. Su mano derecha es Josíé Luis Pego, que se niega a dejar de recibir una indemnización de unos 10 millones tras su salida de NCG, según apuntan varios medios. La retribución tocó techo en 2005 con 6,51 millones, un 56% más que en 2004. En 2008, con la crisis bien encima, Caixanova pagó a su equipo ejecutivo 5,31 millones.
CAM, CCM y CAJASUR, LAS TRES INTERVENIDAS
CAM aumentó un 61% el pago a los altos directivos entre 2004 y 2008, desde 2,16 a 3,48 millones de euros, según sus informes de gobierno corporativo. Las retribuciones de la caja comandada por Roberto López Abad ascendieron en seis años a 17,1 millones. La entidad será subastada el mes que viene tras haber recibido 2.800 millones de euros de capital público. Santander, BBVA, Caixabank y Sabadell son los favoritos.
Cajasur, que liquidó directivos como quien come pipas antes de ser intervenida, pagó a la alta dirección 13 millones de euros entre 2004 y 2009. Más aún que los 10,2 millones con los que CCM retribuyó a sus primeros espadas entre 2004 y 2008. La caja castellana, con Juan Pedro Hernández Moltó (presidente) e Ildefonso Ortega (director general) al frente, incrementó un 110% los pagos entre 2004 y 2008.
Caixa Tarragona (14,3 millones) y Caixa Manresa (8,6 millones desde 2006 a 2009) forman parte ahora de CX. Caixa Sabadell (18,6 millones) fue la más generosa con su equipo directivo entre las otras cajas que conforman Unnim, Terrassa (9,3 millones) y Manlleu (4,2 millones), íéstas dos últimas entre 2004 y 2008.