Por... Anne-Louise Jackson
Los restaurantes se disponen a aumentar los precios conforme los estadounidenses se acostumbran al encarecimiento de los alimentos en los comercios.
Los consumidores estadounidenses pagaron en septiembre un 2.6 por ciento más que el año pasado, mientras que los precios de los alimentos en los supermercados se incrementaron un 6.2 por ciento, según el índice mensual de precios al consumidor de la Oficina de Estadísticas Laborales, BLS por la sigla en inglíés. La inflación en lo relativo a comer en casa se ha acelerado con mayor rapidez que el costo de comer fuera durante el último año y alcanzó el mes pasado la mayor brecha desde 1990.
Los restaurantes prestan atención a ese diferencial porque no quieren dar la impresión de que ajustan sus precios de manera excesiva en relación con el costo de comer en casa, dijo Jeffrey Bernstein, un analista de Barclays Capital en Nueva York. Eso da a las compañías “más credibilidad†en lo relativo al ajuste de precios, sobre todo en momentos en que la inflación de las materias primas presiona los márgenes, dijo.
“Si la gente va al supermercado y ve que los elementos básicos que compran están aumentando, es menos probable que se sorprendan si tambiíén los restaurantes incrementan los preciosâ€, dijo Bernstein.
El índice de restaurantes Supercomposite de Standard Poor’s, que comprende a McDonald’s Corp. y Chipotle Mexican Grill Inc., ha aumentado 60 por ciento desde el 31 de diciembre del 2009, mientras que el S&P 500 ha crecido 15 por ciento, indican datos de Bloomberg. Es probable que haya un mejor desempeño, en parte porque los restaurantes han podido aumentar los precios “a pesar de la difícil situación económicaâ€, dijo Rick Campagna, máximo responsable ejecutivo de 300 North Capital LLC, que administra $500 millones en la firma de inversión con sede en Pasadena, California.
· Inflación más rápida
La inflación más rápida de comer en la casa en comparación con comer fuera “podría permitir nuevos ajustes de precios†en McDonald’s, dijo el máximo responsable financiero, Peter Bensen, en conferencia telefónica del 21 de octubre. Eso contribuiría a que la compañía compensara los costos de las materias primas, que crecieron 8 por ciento en el trimestre que finalizó el 30 de septiembre, dijo.
Es probable que la mayor cadena del mundo sea la que mayor influencia ejerza en el sector -y sobre todo en el de comidas rápidas- cuando aumenta sus precios y en el porcentaje en que lo hace, dijo Bernstein.
Los precios de los alimentos aumentaron a un ritmo del 8 por ciento anual en septiembre, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. Los costos de las materias primas constituyen una parte mucho mayor de los gastos de los supermercados que en el caso de los restaurantes, de modo que ha habido una “transferencia retrasada†conforme los restaurantes absorbían parte de los incrementos, dijo Dean Maki, economista jefe para los Estados Unidos de Barclays Capital en Londres.
Los restaurantes siguen los pasos de los supermercados y confían en que los consumidores podrán permitirse pagar más debido al moderado crecimiento del empleo y el ingreso, dijo Maki.