Norges Bank Investment Management (NBIM), el segundo fondo soberano más grande del mundo, ha salido escocido de sus inversiones en España. El fondo de pensiones de Noruega, que ha llegado a tener 400.000 millones de euros bajo gestión, se desprendió en el tercer trimestre del 17% de su cartera de deuda española y redujo sus posiciones en los principales valores del Ibex.
Según consta en su último informe, publicado la semana pasada, NBIM tenía a 30 de septiembre bonos nacionales valorados en 19.476 millones de coronas, 2.519 millones de euros. Esa cifra era inferior en 4.000 millones de coronas, 517 millones de euros, a la que aparecía en el documento resumen de sus operaciones a 30 de junio. Es decir, en apenas tres meses la exposición a la deuda pública del Reino de España ha bajado en casi una quinta parte.
La inversión en bonos españoles tambiíén es inferior a la que poseía hace 12 meses, cuando los gestores del NBIM apostaron por una mejoría de nuestra economía domíéstica. En ese momento tenían en su porfolio activos de deuda nacional por 23.485 millones de coronas, 3.037 millones de euros, riesgo que aumentaron hasta los 3.250 millones al cierre de 2010.
La apuesta del gran fondo de inversión noruego fue utilizada por el Gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero y su equipo de Economía para reflejar que algunos de los inversores más grandes del mundo confiaban en el futuro de España -triplicó su inversión- y en las medidas adoptadas para cumplir con las exigencias de la Unión Europea. Sin duda fue un espaldarazo porque, en ese momento, el Tesoro encajaba trimestre a trimestre bajadas de rating de la deuda española.
Ahora, el nombre de España solo aparece en el informe de NBIM asociada a los tíérminos "aumento del riesgo", "exigencias de mayor rentabilidad para comprar nuestra deuda" y, por consiguiente, "caída del precio de los bonos". Eso explica en parte que el fondo de pensiones del país escandinavo haya registrado entre julio y septiembre el segundo peor comportamiento de su historia, pese al buen rendimiento que le proporcionaron sus inversiones en deuda de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia.
Italia tambiíén causó más de un dolor de cabeza al fondo de pensiones de Noruega. De hecho, NBIM redujo su exposición al país gobernado por Silvio Berlusconi en 17.000 millones de coronas, 2.200 millones de euros -un 27%-, hasta los 43.763 millones de coronas, 5.660 millones de euros. Una inversión que, no obstante, es dos veces mayor que la que tiene en España.
La cosa no fue a peor por la compra masiva de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE) de los países cuya capacidad de pago se ha puesto en duda. La institución monetaria se gastó 87.000 millones de euros para frenar el desplome de los precios de los bonos griegos, portugueses, italianos y españolas. La cifra es espectacular si se tiene en cuenta que es la mitad de lo que ha invertido el BCE desde que en mayo de 2010 comenzó con su programa para evitar la quiebra de los países denominados perifíéricos.
Lejos del Ibex
Tampoco las principales empresas del Ibex 35 aparecen entre las elegidas por el fondo soberano. Ni Telefónica, ni Banco Santander, ni BBVA están entre las diez principales apuestas de la institución financiera escandinava. Hace apenas doce meses, NBIM tenía más de 1.700 millones en acciones de la operadora española. Ahora ya no se detalla.
Al cierre de 2010, disponía de casi 2.000 millones en valores –renta variable y fija- de la entidad cántabra, siendo en ese momento la octava mayor inversión de su cartera de acciones. A 30 de septiembre tampoco aparece, algo lógico si se tiene en cuenta que el pasado año Banco Santander y BBVA fueron sus peores apuestas bursátiles.