Los expertos apuntan que la desaceleración del crecimiento y la caída del beneficio obligarán a la 'teleco' a reomprar acciones y amortizarlas para mantener el compromiso de remuneración.
Los accionistas de Telefónica saben desde hace meses la cantidad exacta que recibirán como dividendo hasta mediados de 2013 porque la retribución que se pagará con los resultados de 2012 no deja hilos sueltos. Sin embargo, a partir de entonces cada uno ya hilvana de maneras distintas. El compromiso es un "mínimo" de 1,75 euros anuales por título, pero hay accionistas que ya se preguntan quíé hará Telefónica para poder cumplirlo sin verse asfixiada. Opciones hay varias, pero la recompra de acciones para la posterior amortización es la que mejor encaja con la política del grupo.
Entre inversores pueden escucharse comentarios como: "¿Se planteará Telefónica pagar parte del dividendo en acciones como hacen otras compañías cotizadas?" A día de hoy íésta es la posibilidad por la que menos se decantan los expertos. Aunque las grandes empresas españolas -Santander, BBVA o Iberdrola, entre otras- están optando por un script dividend (el pago de la retribución en acciones) Telefónica huye de esta práctica. Sería el polo opuesto a la política de retribución diseñada por su presidente, Cíésar Alierta, puesto que supondría la dilución para el accionista camuflada en forma de remuneración.
La compañía no ha desvelado el as que se guarda en la manga. Pero esta misma semana el nuevo director financiero de Telefónica, íngel Vilá, reafirmó una de las opciones que descartan totalmente. Vilá, durante una conferencia en Barcelona, proclamó que, ante todo, no es su intención recortar la retribución comprometida con los accionistas. "No estamos considerando recortar el dividendo", dijo expresamente. Pero la gran duda es quíé hará Telefónica en un par de años para sostenerlo. "A partir de 2013, todavía no se ha decidido cuál sería la división de retribución al accionista entre dividendos o potenciales recompras de acciones. Se decidirá más adelante, teniendo en cuenta el interíés de los inversores y tambiíén las condiciones del mercado", confesó Vilá en la presentación de resultados del trimestre.
De la política de dividendos tambiíén habló recientemente Santiago Fernández Valbuena, el actual nuevo máximo responsable en Latinoamíérica. En una respuesta a un analista de Barclays mencionó que a partir de 2013 la puerta está abierta y que lo único fijo es el importe de al menos 1,75 euros a repartir. Dejó claro que no se pretende rebajar, pero tambiíén afirmó, por otro lado, que la compañía aún dispone de tiempo para estudiar cómo reaccionarían los accionistas si se decidiese aprobar una operación de recompra "como compromiso parcial". En esta misma respuesta Fernández Valbuena descartaba el pago con acciones.
Argumentos a favor
La mayoría de firmas de inversión confía en que el importe no va a recortarse. Incluso algunas se atreven a hablar de un mayor dividendo. Eso sí, para ello se apoyan en una recompra de títulos para su amortización. "Estamos cambiando nuestras estimaciones para la remuneración de los accionistas de 1,75 por acción al año a 0,90 euros por acción en efectivo y 0,90 euros en recompra a partir de 2013", explica un informe de Santander. Es decir, que la entidad contempla que incluso hay espacio suficiente para elevar el dividendo -hasta 1,8 euros por título-, aunque considera que "desde un punto de vista financiero" retribuir una parte mediante una recompra de acciones es la mejor opción para asumir esta alta remuneración a los accionistas.
Si la teleco decide recomprar títulos para amortizarlos tendría argumentos de sobra para justificar las ventajas. En primer lugar, la compañía recupera la política de amortizaciones que ha hecho en los últimos años y aleja otras ideas para remunerar como sería endeudarse para pagar el dividendo.
Con la recompra y posterior amortización de títulos, el inversor pierde dinero en metálico pero lo gana en valor de la compañía, porque lo que al final sucede es que se reduce el número de títulos en circulación y, con ello, la participación que tiene un inversor aumenta. De esta manera el pastel de beneficios que obtiene el grupo se reparte entre menos acciones, por lo que mejora el beneficio por acción (BPA).
Hay más ganancias para el accionista. En un primer momento la recompra de acciones supone un apoyo para el título en bolsa y, por otro lado, el accionista deja de pagar parte de los impuestos que suponen el cobro del dividendo.
Más abanico de opciones
No obstante, íésta no es la única vía que se contempla. Marc Batlle, desde Elcano Sicav, explica que una de las opciones sigue siendo que la operadora reparta un dividendo ordinario y otro extraordinario, como ha venido haciendo hasta ahora, pero que para abonarlo no tire de sus beneficios y sí de sus reservas.
Pero, pese a que el grupo insiste en que no habrá recortes en la retribución, hay quien aún apunta directamente a una rebaja. "Esperamos un recorte del dividendo hasta 1 euro en 2013", sentencia un informe de Bernstein. La firma explica que Telefónica tendría así "la flexibilidad de aumentar la inversión en los mercados donde se requiere una mejor infraestructura a la hora de competir en el largo plazo" y, por otro lado, podría "reducir la carga de su deuda". Respecto a esto último opina que "sería mucho más cómodo y probablemente ayudaría a aliviar la presión de las agencias de calificación".
En efecto, las empresas de rating ven en la alta retribución una carga para la compañía que puede reducir su atractivo. De hecho, ha sido uno de los argumentos -junto al repunte de la deuda por la compra de Vivo y al estancamiento del crecimiento en España- que han utilizado para rebajar la nota crediticia de la teleco en los últimos meses. La agencia Standard & Poor's la recortó en agosto, y Fitch, en septiembre. Ambas la situaron en BBB+.
íngel Vilá tambiíén quiso puntualizar esta semana algo sobre este tema. El director financiero afirmó que sólo reconsiderarían su política de retribución en el caso de que la calificación de su deuda cayera por debajo de la triple B. Para que esto sucediese su nota tendría que caer dos escalones, algo que en principio no contempla el mercado. En lo que sí se piensa ya para mejorar la carga financiera es en la venta de activos no estratíégicos, según apunta la agencia Bloomberg.
Aunque su rating haya caído, la compañía mantiene un "margen decente en su calificación crediticia", señala un informe de J.P.Morgan. "Pero el ratio de pay out [el porcentaje del beneficio que se destina a la retribución] es muy alto y esto podría deteriorarse aún más si el entorno de precios español sigue deteriorándose", añade. Aquí es donde los números ya ponen entre las cuerdas a la teleco. Los dividendos que se ha comprometido a repartir con los resultados de este año equivalen a casi un 98 por ciento de las ganancias esperadas. Y lo realmente preocupante es que los beneficios previstos por el consenso de mercado para los próximos ejercicios auguran que el pay out se situará por encima del 100 por cien.
No obstante, no hay que olvidar que si realmente Telefónica cumple con el compromiso de 1,75 euros, el inversor que compre ahora puede obtener una rentabilidad del 12,5 por ciento con la retribución de 2012. Los 1,6 euros que entregará con el beneficio de este año ya suponen más de un 11 por ciento.