La victoria de Alemania sobre Turquía, que se celebró mayoritariamente de forma pacífica en todo el país, se vió ensombrecida por ataques y agresiones de carácter xenófobo en las localidades germano orientales de Dresde y Chemnitz, así como en la ciudad de Hannover.
La policía informó de que dos ciudadanos turcos resultaron heridos en el ataque protagonizado por un grupo de jóvenes radicales contra tres locales de comida rápida anatólica en la ciudad sajona de Dresde.
Un grupo de unas 20 a 30 personas rompió las lunas y destruyó una parte del mobiliario de dos locales turcos en el centro de Dresde y, tras destrozar un tercero, atacaron a los dos ciudadanos turcos que lo atendían y que resultaron levemente heridos.
Los agresores, que la policía espera identificar en las próximas horas, quemaron tambiíén banderas turcas, mientras varias docenas de curiosos contemplaban los ataques sin intervenir.
Ataques de grupos neonazis
En la cercana ciudad de Chemnitz un grupo de violentos aficionados al fútbol atacó a la policía nada mas acabar el encuentro durante una fiesta popular que se celebraba en plena calle.
La policía local señaló que el ambiente en el centro de Chemnitz tras el partido estaba muy tenso y que los agresores hirieron a seis agentes del orden y causaron daños en varios vehículo policiales.
Finalmente, en Hannover la policía detuvo a un grupo de unos 20 neonazis que gritaron reiteradamente lemas racistas en una fiesta popular en la que se habían reunido aficionados alemanes y turcos para ver el partido en una pantalla gigante.
Todos ellos han sido acusados de incitación al odio racial y serán presentados ante el juez, mientras en Colonia la policía detuvo tambiíén a un grupo de hooligans germanos de conocido pasado violento tras provocar varias peleas
