Por... María Cristina Rosas
El anuncio de parte del actual Presidente del Banco Mundial, el estadunidense Robert Zoellick, de que al tíérmino de su mandato (30 de junio del presente año) no buscará un segundo período al frente de la institución –presumiblemente para sumarse a la campaña presidencial del republicano Mitt Romney-, ha recibido una amplia difusión, no sólo porque la institución ha estado en el ojo de la tormenta –el antecesor de Zoellick, el tambiíén estadunidense Paul Wolfowitz, hubo de renunciar al cargo en 2007 debido a un escándalo de nepotismo-, sino porque se perfilan para sucederlo diversas figuras políticas difíciles de ignorar.
De entrada, conviene recordar que tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI) nacieron de los acuerdos de Bretton Woods de 1944 y que es una tradición que el –o la- titular del FMI sea un (a) ciudadano (a) europeo (a), mientras que el Banco Mundial siempre es presidido por un estadunidense. Esta regla no escrita, está más vigente que nunca. Sin ir más lejos, el año pasado, cuando el titular del FMI, Dominique Strauss-Kahn hubo de renunciar al cargo tras un escándalo por acoso sexual, si bien se produjeron diversas candidaturas para sucederlo en el cargo, incluyendo la del mexicano Agustín Carstens, la elegida fue la francesa Christine Lagarde. Por lo tanto, en el caso del Banco Mundial, aun cuando hay muchos “suspirantesâ€, lo más probable es que el –o la) sucesor (a) de Zoellick sea estadunidense.
Partiendo entonces de este supuesto, ya se ventilan posibles candidatos al puesto, procedentes de las altas esferas políticas del vecino país del norte. Entre ellos figuran la actual Secretaria de Estado, Hillary Clinton; el Secretario del Tesoro, Timothy Geithner; el ex asesor para temas económicos de Barack Obama, Larry Summers; y del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. A continuación, un breve análisis sobre la situación de cada una de estas figuras.
Hillary Clinton parece una candidata natural, dado que su permanencia en la Secretaría de Estado, está llegando a su fin. Ella, hasta no hace mucho había dejado en claro que se mantendría como Secretaria de Estado sólo hasta la realización de los comicios presidenciales de noviembre próximo, cuando sería nombrado su sucesor, señalando igualmente que se retiraría de las altas esferas del poder político en Estados Unidos. De manera más reciente, Clinton, ha dejado entrever la posibilidad de renunciar a la Secretaría de Estado en plena campaña presidencial, lo que sugiere que Obama podría incluirla en su equipo para buscar la reelección presidencial. Mientras eso se define, al menos desde el año pasado, diversos medios de comunicación difundieron la noticia de que la canciller estadunidense buscaría la presidencia del Banco Mundial, para que posteriormente, ella misma desmintiera lo que caracterizó como “rumores infundados.†Empero, su eventual postulación al cargo podría ser compatible con la aparente “feminización†de las instituciones de Bretton Woods, porque, como ya se mencionó, la titularidad del FMI recae en una mujer, de manera que no parece descabellado que se buscara replicar esa experiencia en el Banco Mundial y Clinton parece como la candidata idónea.
Larry Summers es considerado como otro de los aspirantes más sólidos al cargo, dada su experiencia como Secretario del Tesoro y de manera más reciente, como asesor del Presidente Obama en temas económicos. Tiene en su contra un carácter muy fuerte, mismo que le valió ásperos encontronazos con otros miembros del gabinete de Obama y se considera que esa circunstancia podría generarle diversos problemas a Estados Unidos y al propio Banco Mundial en el caso de que Summers llegara a ese puesto.
Y si Hillary casi se autodescartó, mientras que Summers está en duda por lo ya mencionado, hay un estadunidense que ya levantó la mano a fin de ser considerado para cubrir la vacante que dejará Zoellick. Se trata del actual Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quien reciíén señaló que es importante que se defina a la brevedad al sucesor del saliente Presidente del Banco Mundial, reiterando, igualmente que su país aspira a presentar un candidato en las próximas semanas, sobre la base de la proyección de liderazgo por parte de Washington en el mundo. Seguramente que la franqueza de Geithner no cayó bien en otros países, los que consideran injusto que sólo sean ciudadanos estadunidenses los que monopolizan la jefatura del Banco Mundial. Al respecto, Geithner indicó que Estados Unidos quiere que la titularidad del Banco Mundial se defina a partir de un "proceso abierto", si bien dejó en claro que Washington tendrá un candidato para el puesto.
Finalmente, el caso de Michael Bloomberg parece incierto. El alcalde de Nueva York, sin gran experiencia política y poseedor de un emporio de medios de comunicación, no parecería contar con el currículum necesario para hacerse cargo de una responsabilidad tan grande como la de dirigir al Banco Mundial. Asimismo, el hecho de que se haya convertido en alcalde de Nueva York como candidato republicano, pese a que tradicionalmente se le había identificado con los demócratas, haría muy difícil su postulación por parte de la administración de Obama.
Por lo tanto, si no se produjeran nuevas pre-candidaturas, es razonable suponer que Timothy Geithner sería, entre las figuras mencionadas para suceder a Zoellick, quien más posibilidades tendría de ser el candidato que propondrá la administración de Obama para que una vez más, Estados Unidos siga controlando la jefatura del Banco Mundial.