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Autor Tema: Origen Mental de las Enfermedades Crónicas  (Leído 409 veces)

Scientia

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Origen Mental de las Enfermedades Crónicas
« en: Mayo 14, 2012, 07:05:30 pm »
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Origen Mental de las Enfermedades Crónicas

Cuando luchamos por recuperar la salud perdida, a menudo solemos prestar mayor atención al poder avasallador de la enfermedad en lugar de concentrarnos plenamente en la posibilidad de sanar; en esta forma, permitimos que la enfermedad corporal se convierta en un hábito tanto mental como fí­sico. Este fenómeno se manifiesta especialmente en las personas tensas y aprensivas. Todo pensamiento depresivo, todo pensamiento de felicidad, de irritabilidad o de calma, graba su surco sutil en las cíélulas cerebrales, fortaleciendo nuestras tendencias ya sea hacia la enfermedad o hacia el bienestar.

Nuestras subconscientes "ideas-hábitos", ya sea de salud o de enfermedad, ejercen una poderosa influencia sobre nuestro ser. Las enfermedades rebeldes - tanto mentales como fí­sicas- poseen siempre una profunda raí­z en la mente subconsciente. Para eliminar la enfermedad es necesario arrancar estas ocultas raí­ces. Es por ello que toda afirmación consciente debe ser practicada con la fuerza suficiente como para que sea capaz de imprimir [su verdad] en la mente subconsciente; entonces esta última influirá a su vez en forma automática sobre la conciencia. Así­ pues,. las afirmaciones vigorosas que se practican en forma consciente, actúan tanto sobre la mente como sobre el cuerpo a travíés de la mediación de la mente subconsciente. Las afirmaciones efectuadas con una fuerza aún mayor, alcanzan no sólo a la mente subconsciente sino tambiíén a la supraconsciente, mágica surtidora de poderes milagrosos.

Toda afirmación de una Verdad debe ser practicada aplicando en ella la voluntad, el sentimiento, la inteligencia y la devoción. No debe permitirse que la atención se distraiga.

Es necesario entrenar la atención cual si se tratase de un niño travieso; cada vez que se desví­a de su objetivo, se le debe traer de regreso y enseñarle, una y otra vez, en forma repetida y paciente, a concentrarse en la tarea que se le ha asignado.