El Tribunal de Apelación de Toulouse multó hoy a la empresa química Grande Paroisse, filial de la petrolera Total, y condenó a la cárcel al que fuera director de la planta de esa ciudad del sur de Francia cuando se produjo la explosión del 21 de septiembre de 2001, que causó 31 muertos y miles de heridos.
Los jueces de Toulouse impusieron tres años de cárcel, dos de ellos exentos de cumplimiento, al responsable de la factoría AZF, Serge Biechlin, como responsable de homicidios involuntarios, y además tendrá que pagar una multa de 45.000 euros.
Grande Paroisse tambiíén fue condenada a la pena máxima prevista de 225.000 euros de multa por el mismo cargo.
El tribunal consideró demostrado que fueron las disfunciones en la gestión de las instalaciones de AZF, que dependía de Biechlin, las que condujeron a la que se considera la mayor catástrofe industrial de Francia desde la Segunda Guerra Mundial.
En concreto, la falta de controles o la ausencia de formación de los proveedores de la factoría condujeron a la deflagración de 400 toneladas nitrato de amoniaco almacenadas allí, que no sólo destruyó las instalaciones de AZF, sino tambiíén las de otras empresas de la misma zona industrial, y causó severos daños en miles de viviendas en barrios a varios kilómetros a la redonda.
Sin embargo, tanto la compañía matriz Total como su entonces "número uno", Thierry Desmarest, quedaron absueltos en este dictamen, fruto del segundo juicio que se celebró entre diciembre y febrero pasados.
En primera instancia, el Tribunal de Tolouse había estimado que las pruebas no eran suficientes para demostrar que era la negligencia de la empresa la que había hecho posible el siniestro.
Aquella decisión fue recurrida y dio lugar al segundo proceso, en el que se habían personado 2.500 particulares y empresas como acusación particular.