Marcha atrás en toda regla y por la vía legal: la Comunidad Autónoma de Murcia pidió el lunes al TSJ regional que deje sin efecto la retirada de la concesión del nuevo aeropuerto de Corvera al consorcio Aeromur, liderado por Sacyr con el 60% del accionariado. Revierte así la decisión adoptada por el Gobierno de Ramón Luis Valcárcel del pasado septiembre, que arrebató a la constructora la instalación aeroportuaria.
En aquel momento, esa medida, que se intentó ejecutar con la actuación de la Guardia Civil mandada por el delegado del Gobierno, Josíé Joaquín Bascuñana, fue calificada de “expropiaciónâ€. El consorcio dirigido por Sacyr llevaba más de un año pidiendo la renegociación del contrato de explotación del aeropuerto ya que habían cambiado radicalmente las perspectivas económicas por mor de la crisis derivada del estallido de la burbuja inmobiliaria.
El ejecutivo de Valcárcel venía negándose en redondo a esa reformulación y optó, finalmente en septiembre de 2013, por arrebatar la concesión a Aeromur y anunciar su intención de convocar un nuevo concurso. Pero la realidad económica ha sido decisiva: ante las nulas perspectivas de que otras empresas concursaran y el hecho de que la Comunidad Autónoma ha tenido que asumir el aval de casi 200 millones para la construcción de que dispuso Aeromur, Valcárcel ha optado por avenirse a las peticiones de Sacyr, que recuperará la concesión y se hará cargo de retornar esa cantidad mediante la habilitación de un príéstamo participativo que, como el aval, habrá de ser autorizado por la Unión Europea.
En tanto, el aeropuerto de Corvera ha causado grietas insalvables en el Ejecutivo murciano y en influyentes empresarios regionales que acompañan a Sacyr en el consorcio (Cajamurcia, El Pozo, Iberdrola, etc). El aún vicepresidente y consejero de Economía, Juan Bernal, partidario a ultranza de quitar la concesión a Sacyr, anunció la semana pasada que abandonará su puesto cuando el presidente Valcárcel se incorpore en puesto de salida indiscutible a la lista del Partido Popular a las elecciones europeas.
De ser sucesor in pectore, Bernal ha pasado a perdedor de esta batalla con Sacyr, cuyos portavoces siempre han mantenido en privado que el consejero era la principal dificultad para llegar a un acuerdo con la comunidad murciana. Durante el agitado otoño que siguió a la retirada de la concesión, Valcárcel decidió poner en manos de su consejero de Presidencia, Manuel Campos, el control de las negociaciones con Sacyr para intentar un nuevo acuerdo, mientras Bernal se enrocaba en su postura. Campos anunció el viernes que la petición de revertir la retirada de la concesión se presentaría el lunes, como así se hizo.
Para muestra un botón. Hace sólo cinco días, el consejero insistió públicamente en que “cualquier acuerdo que se adopte en el sentido de rehabilitar la concesión y que [Aeromur y Sacyr] vuelvan a ser los operadores del aeropuerto requiere que se resuelva el problema de 182 millonesâ€. Con la petición del Gobierno al TSJM para que el contrato sea devuelto, la concesionaria asume esa deuda y todo vuelve a como estaba en septiembre, justo antes de la drástica decisión del ejecutivo murciano, que se aviene a replantear las condiciones de explotación, príéstamo participativo a diez años mediante.
El que parecía todopoderoso consejero de Economía –que tampoco ha conseguido cumplir el objetivo de díéficit fijado por el ministro Cristóbal Montoro– vio tambiíén cómo sus aspiraciones sucesorias se vieron mermadas el pasado otoño –coincidiendo con la bronca del aeropuerto– por la promoción hecha por el propio Valcárcel de otros dos candidatos.
Despuíés de tres meses de negociaciones, Aeromur o Sacyr, como se quiera, renuncia por su parte a exigir el cierre del otro aeropuerto murciano, el de San Javier, explotado por Aena, aunque esta nunca fue una exigencia formal, según fuentes de la concesionaria. “La pena es que esto se podía haber arreglado hace un año y ya estaría el aeropuerto abiertoâ€, dijeron.
Así que, más de un año despuíés de la primera petición de Sacyr de renegociar las condiciones y cuatro meses tras el fallido intento de ocupación manu militari del aeropuerto, las aguas vuelven a su cauce y el presidente Valcárcel puede dar su salto al Parlamento Europeo sin dejar tras de sí un desastre como sería el aeropuerto de Corvera construido y sin abrir. “El arreglo es superior a cualquier interíés o persona particularâ€, dicen desde la concesionaria confiando en que, previo paso por la Conferencia Internacional de Slots de IATA en junio, el aeropuerto de Corvera pueda recibir sus primeros vuelos comerciales en otoño de 2014.