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Autor Tema: ¿Quíé necesitas para ser el trabajador más buscado?...  (Leído 196 veces)

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¿Quíé necesitas para ser el trabajador más buscado?...
« en: Noviembre 21, 2015, 09:19:50 am »
Por.... Esteve Sala



¿Eres un trabajador “tipo T”?

En caso afirmativo, ¡felicidades! porque, según parece, este tipo de profesionales será cada vez más codiciado en los próximos años. Si no lo eres –o aún no lo sabes con certeza– te explicamos quíé necesitas para serlo.

Un trabajador tiene “forma de T” cuando, además de una formación tíécnica o especializada, tambiíén cuenta con una serie de conocimientos más geníéricos, que le permiten aportar a su trabajo ideas o experiencias de sectores muy diversos. En esta T, las competencias especí­ficas representarí­an el tramo vertical (la especialización o “profundidad” del conocimiento), y en la cima estarí­an las habilidades transversales, útiles para cualquier tipo de negocio o sector (la “amplitud” del saber). Desde hace unos años, en este tramo horizontal tambiíén se incluyen las habilidades “blandas” o socioemocionales. La formación de calidad es imprescindible, pero, a menudo, las escuelas y universidades parecen olvidar que aspectos como la comunicación efectiva, resolución de conflictos,negociación, empatí­a, la perseverancia o el liderazgo son esenciales para que casi cualquier trabajador sea efectivo en su trabajo. “Estas competencias son crí­ticas en el lugar de trabajo, y ser capaz de demostrarlas puede ser clave para que un alumno destaque en un mercado laboral tan competitivo”, asegura Stephanie Miller, investigadora de la EPA norteamericana.

El concepto de “trabajadores tipo T” se acuñó en Silicon Valley, hace algo más de dos díécadas, en el contexto de sectores muy innovadores que necesitaban profesionales equipados con una buena combinación de competencias tíécnicas y geníéricas para poder hacer contribuciones enriquecedoras a su trabajo. Desde entonces, cada vez son más las empresas que buscan este tipo de talento, incluso en un sector tan altamente especializado como el tecnológico. Un artí­culo de Forbes argumentaba, hace pocos meses, que “cuantos más programadores audaces sueñan con cambiar el mundo, más necesitan tener en sus empresas alquimistas sociales que pueden conectar con los clientes”. Según Mark Murphy, autor de Hiring for attitude, “cuando un nuevo empleado falla en una empresa, en el 89% de los casos es por culpa de la actitud, no de las habilidades”, y por eso compañí­as como Apple, Google o Southwest estarí­an seleccionando a su personal usando la máxima de “contratar por la actitud y despuíés formar para las habilidades”. Resultan interesantes las confesiones del jefe de selección de una cadena de hoteles de alta gama de Chile sobre cómo, a la hora de reclutar a su personal, primaba factores como la frescura o la actitud de servicio positiva y comprometida, por encima de los conocimientos especí­ficos (Desconectados, recuadro 6.2).

La evidencia empí­rica tambiíén indica que las habilidades blandas cuentan –y mucho. La inmensa mayorí­a (77%) de los más de 2.000 empresarios entrevistados en esta encuesta considera que las competencias geníéricas son tan importantes como los conocimientos tíécnicos. En este estudio, atributos como compromiso íético, actitud positiva, motivación, trabajo en equipo o comunicación efectiva aparecen en el “top ten” de lo más buscado por las firmas. Y tambiíén se nota en el salario: una investigación de la Universidad de California Santa Barbara concluye que los trabajadores con un perfil T ganan aproximadamente un 10% más que los que sólo son buenos en una de las dos áreas. En Amíérica Latina y el Caribe, diversos estudios del BID tambiíén certifican que las habilidades socioemocionales son las más altamente valoradas por los empresarios de la región y, a su vez, son las más difí­ciles de encontrar en el mercado de trabajo (Desconectados), e incluso que su carencia es la primera causa de los despidos en paí­ses como Bahamas.

Por eso, si como trabajador ya en activo o como estudiante te planteas quíé necesitas para ser un trabajador más codiciado, creo que puede ser útil examinar si tu perfil tiene forma de T o si, por el contrario, tiene forma de “i” porque la formación recibida ha puesto el íénfasis, casi exclusivamente, en los aspectos tíécnicos o especializados. En este caso, puede ser interesante reforzar algunas habilidades geníéricas (en esta web en inglíés puedes encontrar cuestionarios para identificar tus principales lagunas y recursos útiles para mejorar distintas facetas). Para lograr un cambio en nuestras actitudes, además de buenas intenciones necesitaremos fuerza de voluntad, tiempo, dedicación y, sobre todo, practicar mucho para interiorizar esos hábitos. Pero, seguramente, mejorar ese equilibrio entre aptitudes y actitudes nos facilitará que podamos escribir nuestro currí­culum con forma de T, de talento.


Suerte en sus vidas...


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 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...