La confianza del consumidor aumentó en enero, pero se mantuvo en territorio negativo por vigésimo noveno mes consecutivo.
El repunte fue impulsado por aumentos en las perspectivas económicas a seis meses de los consumidores, las perspectivas financieras personales y la confianza en las políticas económicas federales (en ese orden).
Las expectativas de inflación de los estadounidenses también están volviendo a la normalidad, cayendo al 3% por primera vez en varios años